Transparencia y apertura de datos: motor de transformaciones económicas y sociales

Cientos de iniciativas (nacionales e internacionales) de apertura han propiciado una disponibilidad cada vez mayor de datos. Sin embargo, nos seguimos enfrentando a importantes retos, puesto que aún estamos lejos de alcanzar todo el potencial que los datos abiertos nos ofrecen. Aunque se ha de seguir con la consigna de apertura de datos por defecto en el largo plazo, ahora en el corto, debemos priorizar la de aquellos que sabemos tendrán mayor demanda y mayor potencial para impulsar transformaciones económicas y sociales.

Igualmente, es positivo fomentar experiencias participativas que involucren a otras comunidades, más allá de los grupos que ya participan en iniciativas de datos y gobierno abierto. Deberíamos conseguir que la filosofía de la apertura de los datos cale a nivel local (atendiendo a los intereses de los ciudadanos), especialmente en las zonas rurales, donde no resulta sencillo implementar los mismos procesos, tecnologías y actividades que están impulsando la transformación de las ciudades. Sin olvidar un aspecto esencial en todo ello, como es la gestión responsable de los datos, respuesta a la demanda ciudadana.

A la hora de abordar proyectos de apertura de datos, en primer lugar se ha de analizar bien cuáles son las necesidades específicas de los futuros usuarios de esos datos, priorizando la de aquellos con previsión de mayor demanda y mayor potencial para impulsar transformaciones económicas y sociales. Por otro lado, si se trabaja bien, la iniciativa de los denominados espacios comunes europeos de datos –dirigidos a ofrecer datos ligados a sectores estratégicos y de interés público: tanto industriales como de movilidad, de salud, financieros, de energía, de agricultura, de administración pública, relacionados con la ciencia abierta, etc. – pueden proporcionar también una excelente oportunidad estratégica para fomentar y consolidar nuevas colaboraciones.

Es necesario promover las capacidades digitales relacionadas con el tratamiento básico de los datos, no sólo desde el ámbito de la apertura, sino también fomentando la investigación colectiva, la discusión, la experimentación, contribuyendo a generar redes de aprendizaje entre los ciudadanos, en la apertura y uso de datos abiertos.

A la preocupación por la privacidad y seguridad de los datos se le podrá dar respuesta mitigándola con el diseño de políticas de gobernanza para la gestión y análisis de los datos, y el desarrollo de mecanismos de accesos seguros apoyados en nuevas tecnologías, que maximizan el valor de los datos, preservando la soberanía y privacidad.

Desde los comienzos del impulso del gobierno abierto, algunos de los proyectos relevantes y estratégicos que dan respuesta a los retos planteados anteriormente han sido: el proyecto de Ciudades Abiertas (II Convocatoria de Ciudades Inteligentes liderado por los ayuntamientos de A Coruña, Madrid, Santiago de Compostela y Zaragoza y gestionado por Red.es) en el que se ponen a disposición de los ayuntamientos un catálogo de vocabularios bien definidos, documentados, con ejemplos de utilización; una Infraestructura Tecnológica para la Publicación de Datos Abiertos y una metodología para los procesos participativos. En definitiva, se proporcionaron todas las mimbres para poner en marcha, de una manera mucho más fácil y rápida, la apertura de los datos que propicie un gobierno más abierto.

Otro proyecto a destacar que supuso un hito para la Administración Pública Española en el ámbito del que venimos hablando es el de la renovación de toda la arquitectura de la plataforma datos.gob.es, el catálogo nacional de datos abiertos y canal único de comunicación con el portal de datos europeos. En la actualidad se sigue trabajando en el mismo para que sea el punto de encuentro entre las administraciones, las empresas y los ciudadanos interesados en la apertura de la información pública y en el desarrollo de servicios avanzados basados en datos. Caber destacar que esta plataforma es el canal único de comunicación con el portal de datos europeos.

Al hilo de todo lo comentado anteriormente, resulta de interés señalar la importancia de disponer de tecnología innovadora que permita trabajar de manera colaborativa con datos distribuidos, sin necesidad de compartir la información sensible, sin necesidad de mover datos de sus fuentes orígenes. Las tecnologías PET (tecnologías que mejoran la privacidad) hacen uso de métodos criptográficos avanzados que mantienen los datos cifrados mientras se procesan durante el cómputo. Esta es una nueva forma de acceder y generar nuevos datos de valor que hasta la fecha no podía hacerse, contribuyendo así a la preservación de esa soberanía y privacidad de los datos de las personas.