Entrevista a Ugo Valenti, director de Smart City Expo World Congress
Salva Bravo Nebot
27/10/2021Smart City Expo World Congress acude de nuevo, entre el 16 y el 18 de noviembre, a Fira de Barcelona para acoger a 400 expositores y más de 300 ponentes, cifras que convierten al salón en una de las citas más internacionales del año, puesto que las previsiones auguran la visita de alrededor de diez mil personas provenientes de hasta cien países, prueba evidente de lugar que el SCEWC ocupa en el calendario ferial y, más concretamente, en el entorno global de las ciudades inteligentes.
El director de Smart City Expo World Congress, Ugo Valenti, muestra su satisfacción por estas previsiones, destaca la importancia que tiene el hecho de que el salón vuelva a celebrarse de manera presencia y llama la atención acerca de Tomorrow.City, la plataforma online que reúne conferencias, recursos formativos y conocimiento para crear entornos de colaboración entre empresas e instituciones. Valenti también destaca la celebración, el próximo año, de Tomorrow.Mobility, "un nuevo evento para promover el diseño y adopción de nuevos modelos de movilidad urbana sostenible". En esta entrevista, respondida con un interés y una profundidad poco frecuentes, Valenti destaca la resiliencia adquirida por las ciudades durante el último año y medio gracias a la aplicación de tecnologías que son la base de las smart cities.
Aunque parece que lo peor ya ha quedado atrás, la pandemia provocada por el coronavirus ha marcado profundamente nuestras vidas. De hecho, aún lo sigue haciendo. ¿Qué consecuencias ha tenido para el SCEWC?
La pandemia que ha afectado al planeta este pasado año y medio, y que continúa haciéndolo con intensidades diversas en diferentes partes del mundo, ha tenido un impacto indudable en las ciudades. Desde la plaga de Atenas hasta la peste negra en la Edad Media, las pandemias han transformado las leyes, las identidades y el diseño urbano introduciendo muchas mejoras como el concepto de ciudadanía o la adopción generalizada de sistemas de saneamiento y alcantarillado.
El Covid-19 no ha sido una excepción y ha evidenciado la necesidad de potenciar la resiliencia de las urbes y de implementar sistemas de gestión ciudadana descentralizadas y telemáticas. En definitiva, ciudades capaces de brindar mejor los servicios y recursos que sus habitantes necesitan y estar listos para responder a nuevas amenazas. Hemos visto que la tecnología, que ha sido un aliado del desarrollo urbano en los últimos tiempos, se ha convertido en una herramienta imprescindible durante el confinamiento. Todo ello será materia de análisis y debate en la próxima edición del congreso.
La edición del pasado año del SCEWC fue digital, ¿qué enseñanzas extrajeron de aquel formato? ¿Qué fortalezas presenta ese modelo de evento y cuáles son sus principales debilidades?
El formato digital tiene ventajas e inconvenientes, pero lo que ha quedado claro tras la experiencia de Smart City Live es que es un excelente complemento para un evento tradicional de carácter presencial. El formato digital te permite acceder a expertos con la agenda apretada de manera más directa y sencilla y también abre el evento a audiencias internacionales que difícilmente puedan viajar a Barcelona cada año. Por esta razón decidimos lanzar Tomorrow.City y convertirla en una plataforma en funcionamiento los 365 días del año, reuniendo conferencias en directo y de archivo, recursos de formación y conocimiento, y ofreciendo entornos de colaboración entre empresas e instituciones. Por eso, a partir de ahora Smart City Expo World Congress seguirá teniendo su programa digital, un complemento perfecto para el evento presencial.
En cambio, el formato digital no puede sustituir de ninguna manera el evento presencial. El contacto directo, la posibilidad de ver en persona las soluciones y tecnologías desarrolladas, de escuchar a expertos y hablar con ellos en persona, y de reunirte con clientes o proveedores de manera ágil y eficiente, no tienen sustituto. Y esto es exactamente lo que ofrece Smart City Expo World Congress.
¿Qué nuevas prestaciones demandan los visitantes y expositores en un salón como SCEWC tras este año y medio largo de pandemia? ¿Una mayor presencia digital o, por el contrario, una vuelta a las tres dimensiones con unas altas condiciones de seguridad sanitaria?
El regreso del evento presencial es sin duda aquello que más reclaman todos los actores del ecosistema de innovación urbana. Es evidente que todavía existe una política de precaución y que la vuelta a la normalidad será paulatina. Lo hemos visto en otros eventos que se han organizado a lo largo de este 2021.
Esto no significa un abandono de los recursos digitales, al contrario, la parte digital de los eventos ha llegado para quedarse y será un complemento perfecto para el evento tradicional. Y estoy convencido que se trata de un recurso que se convertirá en una parte habitual en la mayoría de eventos profesionales porque proporciona un valor añadido.
Evidentemente, las medidas de seguridad continuarán siendo una condición indispensable del éxito de cualquier evento y Smart City Expo World Congress no será una excepción. Fira de Barcelona lideró durante el inicio de la pandemia los esfuerzos en el sector ferial por desarrollar un protocolo sanitario que permitiera la celebración de eventos y desarrolló un protocolo de seguridad contra la Covid-19 que ha recibido el reconocimiento internacional. El salón aplicará dicho protocolo de acuerdo con las indicaciones de las autoridades sanitarias para garantizar a expositores y asistentes que se toman todas las medidas de prevención necesarias.
El confinamiento y la necesidad de vivir en mejores condiciones habitacionales y medioambientales parece que han fomentado la salida de personas desde las grandes ciudades a zonas menos habitadas. Desde su punto de vista, ¿ha quedado tocado en el mundo occidental el modelo de gran ciudad? ¿Qué otros criterios se han incorporado al diseño de las ciudades inteligentes?
En mi opinión, estamos ante un situación contextual y no estructural. La pandemia ha alterado de manera puntual la tendencia global de urbanización constante de la población mundial, pero no la ha invertido. Los datos son simplemente reveladores: el 55% de la población mundial vive en áreas urbanas y de acuerdo con múltiples fuentes, entre las que se incluye Naciones Unidas, se estima que estas cifras seguirán creciendo en los próximos 30 años.
La pandemia que ha afectado al planeta este pasado año y medio, y que continúa haciéndolo con intensidades diversas en diferentes partes del mundo, ha tenido un impacto indudable en las ciudades. Pero esto ha sido una constante a lo largo de la historia. Desde la plaga de Atenas hasta la peste negra en la Edad Media, las pandemias han transformado las leyes, las identidades y el diseño urbano introduciendo muchas mejoras como el concepto de ciudadanía o la adopción generalizada de sistemas de saneamiento y alcantarillado.
La Covid-19 no ha sido una excepción y ha evidenciado la necesidad de potenciar la resiliencia de las urbes y de implementar sistemas de gestión ciudadana descentralizadas y telemáticas. En este sentido, la pandemia seguramente ha rebajado la urgencia de algunas mejoras y el rápido despliegue de determinadas tecnologías. En los próximos años veremos un aumento en el uso de servicios públicos ‘contactless’, la inteligencia artificial (IA) irrumpiendo profundamente en el tejido de nuestras ciudades e incluso la congestión del tráfico frenada por nuevos esquemas de teletrabajo. Todo ello será materia de análisis y debate en la próxima edición del congreso.
Pero al final, el objetivo es sigue siendo el mismo: transformar las ciudades para hacerlas mejores, más sostenibles y más habitables para sus ciudadanos.
Las ciudades más digitalizadas, ¿han respondido mejor a la situación creada por la pandemia? ¿Puede citar algunos ejemplos?
La digitalización de los servicios ha sido indudablemente una herramienta muy útil para superar y gestionar la pandemia. Si los servicios municipales estaban digitalizados y los ciudadanos pudieron acceder a ellos de manera remota, las ciudades fueron capaces de seguir ofreciendo servicios y gestionando los recursos durante el confinamiento. Pero, además, la digitalización también permitió hacer un seguimiento de la pandemia y compartir los datos de manera directa con los ciudadanos.
Por ejemplo, Chicago usó datos anónimos de teléfonos móviles para analizar patrones de movilidad y rastrear si las personas se aislaban como correspondía. En Helsinki, el ayuntamiento mantuvo un Grupo de Operaciones Especiales que utilizó datos de plataformas de tecnología digital y análisis de escenarios para informar su toma de decisiones a los ciudadanos de manera directa y sin intermediación. Mientras, en Seúl, la plataforma de datos encuadrada en su filosofía ‘citizens as mayors’, ciudadanos como alcaldes, los habitantes de la capital coreana podían acceder al panel de control municipal que ofrecía toda la información anonimizada desde la edad, el sexo y las fechas de contagio de pacientes confirmados, así como qué sitios visitaron y cuándo. Con ello brindaron a los ciudadanos la información necesaria para tomar medidas de precaución, control de la pandemia e información sobre focos de contagio.
Las necesidades sanitarias y sociales provocadas por el estallido de Covid-19, ¿ha supuesto un frenazo a las inversiones públicas en iniciativas dirigidas a convertir ciudades en smart cities, en detrimento de las destinadas a cuestiones sanitarias y sociales?
El estallido de la pandemia supuso un frenazo a infinidad de inversiones. Situó a las ciudades y los países en una dinámica en la que las prioridades cambiaron de la noche a la mañana por completo, y se tuvo que posponer la estrategia a medio y largo plazo para centrarse en el día a día y la gestión inmediata de una situación inaudita hasta entonces.
Creo que esto no es incompatible con el concepto de smart city si entendemos que el objetivo último de las ciudades inteligentes es crear entornos más habitables para sus ciudadanos. En el contexto pandémico las ciudades tuvieron que apostar por la resiliencia, el uso de tecnologías ‘contactless’ e incluso el comercio electrónico para gestionar una situación sin precedentes. Y creo que la conclusión es que se ha conseguido superar el momento más crítico de la pandemia. Los recursos públicos han tenido que comprometerse más con las cuestiones sociales, las ayudas directas a los ciudadanos, y la consolidación de aquellas tecnologías que debían ayudarnos a superar las fases más duras del confinamiento. Eso es en definitiva lo que entendemos por resiliencia y siempre ha sido uno de los elementos clave del concepto de smart city y uno de los ejes temáticos de Smart City Expo World Congress desde hace años.
Incluso a nivel presupuestario, a pesar de que los presupuestos municipales han sufrido tensiones, ha habido fuentes de financiación nuevas. La Unión Europea ha puesto en marcha un plan de recuperación de 750.000 millones de euros, conocido como NextGenerationEU. Entre las principales prioridades aprobadas por los países miembros están la digitalización de la administración pública y las empresas y las ciudades también son beneficiarias de esta financiación.
“El objetivo último de las ciudades inteligentes es crear entornos más habitables para sus ciudadanos”, subraya Valenti.
El teletrabajo que se ha ido implantado en muchas empresas, incluso después de que los índices de contagio del coronavirus hayan descendido a niveles muy bajos, ¿supondrá un freno al desarrollo de nuevos modos y modelos de negocio relacionados con la movilidad de bienes y personas?
Al contrario, las crisis son, como dice el tópico, oportunidades de cambio y ésta no es una excepción. La movilidad es una característica inherente de las conurbaciones urbanas. El ser humano necesita moverse tanto para trabajar como por motivos familiares o de ocio y esto no cambiará. La fuerte irrupción del teletrabajo en aquellas ciudades y países donde las infraestructuras TIC lo han permitido cambiará los patrones de movilidad, pero no los hará desaparecer.
Un ejemplo lo tenemos en la ciudad de Manchester, que desde el inicio de la pandemia ha registrado un incremento considerable del uso de la bicicleta. Este cambio a un modo de transporte más ecológico y saludable es el que llevan intentado implementar decenas de ciudades en el mundo a lo largo de los últimos años, quizás la pandemia ha dado el empujón final necesario. La logística de última milla de la mano del boom de las plataformas de comercio electrónico durante el confinamiento también modificará el escenario de la movilidad urbana, mientras que el incremento del teletrabajo puede contribuir a aliviar la congestión a determinadas horas.
Este año, además, celebraremos la primera edición de Tomorrow.Mobility, un nuevo evento para promover el diseño y adopción de nuevos modelos de movilidad urbana sostenible. Allí se abordarán temas como la micro movilidad, el transporte público, los proveedores de servicios de movilidad, la automoción, la logística de última milla, infraestructuras inteligentes, transición y eficiencia energética y la digitalización.
¿Cuáles son los principales guarismos de la próxima edición de SCEWC?
En esta próxima edición, Smart City Expo World Congress contará con 400 expositores y más de 300 ponentes. Son cifras que dado el contexto actual consideramos un éxito. Y lo hacemos sobre todo teniendo en cuenta la internacionalidad del evento. Prevemos reunir a más de 10.000 personas de hasta 100 países con un 60% de internacionalidad. Teniendo en cuenta que todavía hay restricciones de transporte en diferentes partes del mundo, creo que estamos ante uno de los mayores eventos internacionales del año.
¿Cuáles son los ponentes más destacados que participarán en SCEWC 2021? ¿Cuáles son los principales bloques temáticos sobre los que se debatirá en el salón?
Resulta francamente difícil escoger unos pocos ponentes destacados de entre los más de 300 que estarán en Barcelona en noviembre, pero creo que la presencia de representantes de administraciones locales, regionales y nacionales de todo el mundo resulta especialmente significativa este año. Por destacar algunos, podríamos hablar de María Fernanda Espinosa, expresidenta de la Asamblea general de Naciones Unidas; Thembisile Nkadimeng, viceministro de Asuntos Cooperativos de Sudáfrica; Jan Jambon, ministro-presidente del gobierno de Flandes; Ada Colau, alcaldesa de Barcelona; Jan van Zanen, alcalde de La Haya; y Carlos Moreno, comisionado especial para Smart Cities de la ciudad de París.
Además, también tendremos directivos de algunas de las mayores empresas del sector como Cassie Roach, vicepresidente de Global Public Sector de Cisco; Miguel Gamiño, vicepresidente ejecutivo y responsable de Global Cities en Mastercard; y futuristas y científicos como Ed Gillespie, autor del libro 'Only Planet’.
De entre los segmentos de actividad relacionados con las smart cities presentes en la inminente edición de SCEWC, ¿cuáles son los que cuentan con mayor presencia?
Creo que si alguna palabra define la incidencia de los diferentes ámbitos implicados en la transformación urbana en el salón es balance, equilibrio. Desde la tecnología a la gobernanza pasando por la inclusión, la movilidad, la energía y la resiliencia. Todos tienen espacio en Smart City Expo. Es cierto que hay una gran presencia de la administración pública, que aprovecha cada año la cita de Barcelona para presentar sus proyectos y buscar nuevas soluciones que implementar en sus territorios. Pero también lo es que habrá un alto número de empresas aportando soluciones innovadoras.
En este sentido, sí resulta particularmente destacable la primera edición de Tomorrow.Mobility. Se trata de una edición piloto, del gran evento de movilidad urbana sostenible que arrancaremos en 2022. Aun así, reuniremos a algunos de los mayores expertos en movilidad del mundo con la intención de plantear una hoja de ruta hacia la movilidad del mañana. Hablamos de poner en funcionamiento los esquemas de MaaS, Mobility as a Service, de lograr la neutralidad climática para 2030 e incluso de desplegar de forma segura la movilidad aérea urbana.
Estuvo presente en Greencities moderando una mesa redonda, ¿qué valoración hace del salón celebrado en Málaga? En este sentido, ¿se han podido ya percibir las primeras consecuencias del acuerdo alcanzado entre Fycma y Fira de Barcelona?
Una gran oportunidad para constatar y fomentar el auge de la implementación de la innovación urbana en España. Vimos un evento muy bien organizado, con una alta presencia de la administración pública local y, tras el contexto de pandemia, fue un gran momento para volver a encontrarse todos físicamente. Nuestra relación con Fycma es excelente, puesto que ambos estamos volcados en ayudar a las ciudades españolas a transformarse y en mejorar la vida de sus ciudadanos
¿Cuál es el estado de salud de los ‘spin off’ de SCEWC?
Los 'spinoffs' de Smart City Expo gozan de buena salud y de hecho ya han vuelto a celebrarse de manera presencial. Este mes de octubre ya se han llevado a cabo tanto Smart City Expo Latam Congress, celebrado en la ciudad mexicana de Mérida (México) entre el 5 y el 14 de octubre, como Smart City Expo Shanghái, celebrado en la megápolis china entre el 14 y el 16 de octubre.