El papel de los gemelos digitales en la creación de soluciones de movilidad urbana inteligente

Cuando se trata de evaluar la calidad de vida en una ciudad, la movilidad urbana es un factor clave. En el ‘Smart City Expo World Congress’ de 2018, en una encuesta realizada entre más de 20.000 participantes sobre qué elementos clasificarían como los más imprescindibles para que una ciudad fuera agradable para vivir, la gran mayoría respondió que la calidad del transporte/movilidad urbana era el factor principal. Aquel resultado corrobora cómo la movilidad inteligente puede permitir a un ayuntamiento mejorar el atractivo de una ciudad para sus residentes y visitantes.

Para entender la escala y la necesidad de soluciones de ‘Smart Mobility’, consideremos los siguientes puntos:

1.- En 2007, por primera vez en la historia, más del 50% de las personas del mundo habían elegido vivir en ciudades en lugar de zonas rurales.

2.- En 2020, esa cifra alcanzó el 56,2%.

3.- La ONU calcula que para el año 2030 más de 750 millones de personas vivirán en las llamadas mega-ciudades, concentraciones urbanas con al menos 10 millones de habitantes.

No obstante, en la actualidad no es solo el número de residentes en ciudades lo que está creciendo. Las nuevas tecnologías han aumentado la frecuencia y el alcance de los cambios que dan forma al carácter de las ciudades. Un par de ejemplos: el auge de los patinetes eléctricos y la creciente utilización vehículos de transporte con conductor (VTC).

Para abordar los desafíos que afectan a la movilidad urbana se requieren soluciones que combinen nuevas tecnologías digitales con los datos. Juntos pueden permitir a los responsables de los ayuntamientos planificar la escalabilidad y la transformación, haciendo que sus ciudades sean más atractivas.

Una ciudad debe realizar un inventario real de su infraestructura de transporte y los requisitos de movilidad de sus residentes y visitantes para, de esta manera, poder determinar cómo lograr el mayor retorno de sus inversiones en movilidad.

Por ejemplo, ¿mejorar la sincronización de los semáforos y añadir más carriles bici y autobuses reducirá los tiempos de desplazamiento al trabajo? Lo más probable es que sí. Pero si una ciudad no conoce detalles precisos, como exactamente cuántos semáforos o carriles bici hay, así como su ubicación, o cuántos peatones cruzan una intersección específica durante la hora punta de la mañana, ¿cómo puede un gerente de transporte municipal priorizar qué cambiar?

En el pasado, predecir el impacto de un proyecto de transporte podría necesitar semanas o meses de cálculos. Un equipo tenía que hacer observaciones in situ e introducir manualmente los datos antes de que pudiera comenzar con la evaluación y análisis.

Además, la falta de visión del impacto de un cambio aparentemente insignificante podría acarrear consecuencias impredecibles. Por ejemplo, permitir que un aparcamiento genere nuevos puntos de entrada y salida podría aumentar los atascos y los accidentes de tráfico en varias intersecciones alrededor.

Hoy en día la tecnología ha hecho posible digitalizar con precisión datos sobre las calzadas, aceras, pasos de peatones, rampas, carriles bici, farolas, áreas de estacionamiento, puntos de recogida de taxis y de coches compartidos de toda una ciudad, así como todos los semáforos, las señalizaciones y las marcas viales en las calzadas.

Una vez digitalizada la información, se puede usar un análisis topográfico para construir un gemelo digital de una ciudad. Esto permite al departamento de transporte municipal obtener visibilidad de la situación actual, así como realizar simulacros para evaluar los posibles efectos de los cambios realizados a cualquier aspecto de la ciudad relacionado con la movilidad.

Muchas ciudades comparten retos similares relacionados con la movilidad, a menudo como consecuencia de tener geografías e industrias locales similares. Mientras tanto, las ciudades industriales se enfrentan a problemas que no tienen las ciudades que dependen del turismo, y viceversa. Otro ejemplo son las ciudades costeras, que deben superar otra serie de retos sobre la movilidad urbana distintos a los que deben solucionar las que están en valles o en regiones montañosas debido a las diferencias climatológicas y sus características topográficas.

En ciertos casos, identificar los retos en diferentes tipos de ciudades es fácil porque son obvios. Por ejemplo, pocos negarán que la contaminación del aire no es un problema en una ciudad industrial. Asimismo, una necesidad que casi todas las ciudades tienen en común - la de concienciar a la población de utilizar menos el coche - puede parecer igualmente evidente.

Sin embargo, establecer un plan detallado sobre cómo resolver los retos y, más importante aún, cómo implementarlo, son motivos por los que la gente suele tener diferentes puntos de vista. Estas diferencias de opinión pueden ser debidos a las distintas partes implicadas utilizan diferentes conjuntos de datos. En cambio, al construir un gemelo digital de una ciudad con datos precisos se puede crear un modelo que permita a todo el mundo compartir la misma información y ver los mismos resultados de los simulacros. Al eliminar la subjetividad de la discusión, los gerentes municipales pueden ofrecer soluciones, así como educar a administradores, la comunidad empresarial, los medios de comunicación y al público en general sobre las acciones que se están tomando para mejorar la movilidad y la calidad de vida de una ciudad.

Hacer ensayos con el gemelo digital también permite calcular el retorno de inversión de los cambios en movilidad. Un ejemplo de esta característica es la posibilidad de evaluar el resultado de instalar semáforos inteligentes (una tecnología que se ha demostrado capaz de reducir los tiempos de viaje un 25%, los tiempos de espera en los semáforos un 40%, las paradas un 30% y las emisiones un 20%). Al evaluar estos tipos de ahorros, un gerente de transporte puede demostrar los potenciales resultados obtenidos en una gran variedad de escenarios de movilidad.

La pandemia ha obligado a los gestores municipales a responder rápidamente a cambios imposibles de predecir. Con la mayoría de la población obligada a trabajar desde casa y con las recomendaciones sanitarias de no compartir espacios cerrados con otras personas, muchos ciudadanos no usaron el transporte público. Quienes se vieron obligados a seguir acudiendo a sus centros de trabajo y disponían de vehículo particular dejaron de usar modos de transporte públicos para recurrir a su coche.

Dando forma a un mundo post COVID, y en un proceso que aún hoy se mantiene en varios casos, algunas grandes empresas facilitaron a sus empleados el teletrabajo, una opción que redujo drásticamente los desplazamientos a los centros de trabajo, tanto en vehículos particulares como en transporte público. El análisis y ensayo de los diferentes escenarios del futuro a través de un gemelo digital de la ciudad ayudará a las empresas públicas de transporte a revisar y redefinir sus estrategias de fijación de precios.

Una estrategia de movilidad urbana inteligente, por tanto, necesita soluciones tecnológicas inteligentes, y la creación de un gemelo digital de la ciudad es una valiosa herramienta para un ayuntamiento a la hora de analizar, evaluar y tomar decisiones sobre cambios en la movilidad urbana y los potenciales costes, impactos y ventajas que pueden tener esas modificaciones. Estas soluciones tecnológicas, además, juegan un papel fundamental en la comunicación de dichos cambios a las partes afectadas y, también, a la hora de convencerles de los beneficios que conllevan.