Carreteras inteligentes para ciudades inteligentes
David Gómez Business Development Director de Hikvision Iberia
26/02/2021La movilidad afecta a todos: a peatones, a usuarios del transporte público, a quienes conducen sus vehículos particulares e, indirectamente, a toda la población de las ciudades. Movilidad y calidad de vida son conceptos íntimamente relacionados.
Y una vez más, la tecnología se convierte en una solución muy eficaz, en una herramienta que nos ayuda a mejorar las condiciones. Las cámaras de tráfico son nuestro primer contacto con el terreno, pero en Hikvision sabemos que el valor añadido, el elemento diferencial, es la inteligencia que llevan en su interior. Una cámara tradicional se limita a captar imágenes, pero si está respaldada por inteligencia artificial y tecnología deep learning, se convierte en un sistema que aporta una información valiosísima con la que tomar decisiones para mejorar las condiciones del tráfico.
Con criterios de big data, podemos analizar lo que nos cuentan las cámaras para informar a los conductores del tiempo que tardarán en llegar a determinados lugares, para advertirles de incidentes y atascos, para ofrecer rutas alternativas… Además, los datos sobre número de vehículos que acceden a una ciudad, por qué puntos, en qué momentos del día, etcétera, permiten tomar decisiones relacionadas con la regulación del tráfico, como la duración de las luces de los semáforos. Y eso agiliza el tráfico en las zonas y momentos que más falta hace.
Estas cámaras pueden, incluso, detectar maniobras ilegales, como giros prohibidos, marcha en dirección contraria o aparcamientos no permitidos, que en un momento determinado entorpecen el tráfico. El sistema emite un aviso inmediato, y se puede actuar para eliminar la causa de un posible embotellamiento.
Esa gestión inteligente del tráfico, basada en tecnología, permite, en definitiva, agilizar los tránsitos, reducir los tiempos de los desplazamientos, evitar los atascos… y la consecuencia es un lugar más amable y con mejor calidad de vida.
Pero las aplicaciones de la tecnología van mucho más allá. Por ejemplo, los dispositivos de reconocimiento de matrículas permiten un control de determinados vehículos, la policía puede recibir un aviso inmediato de que un vehículo determinado ha entrado en una zona: puede ser un coche robado, que circula sin seguro, que no tiene acceso permitido por no ser residente, que pertenece a una persona con orden de alejamiento… Son muchas las circunstancias por las que es útil que las autoridades tengan control sobre determinados vehículos.
La gestión de los aparcamientos es otro ejemplo de cómo la tecnología aumenta la eficiencia de un espacio: si se agilizan las entradas y salidas de vehículos, y se dirige a cada usuario a una plaza libre, en lugar de dejar que dé vueltas y vueltas hasta encontrar un sitio, se reduce mucho el tiempo que permanece encendido el motor en el interior del parking. Los controles de aforo en determinados recintos, como centros comerciales o grandes eventos, son otra muestra más; o los dispositivos que controlan que un usuario que va a subir a un autobús o a un tren lleva mascarilla y confirman una temperatura corporal normal. Todas las mencionadas son soluciones que hacen la vida más ágil, más cómoda y más segura.
En definitiva, la aplicación de la tecnología contribuye a crear un mundo más amable, un entorno con mayor calidad de vida para las personas. Porque posiblemente ésa es la finalidad última de lo que hacemos las compañías tecnológicas: ayudar a la gente a vivir mejor.
En Hikvision vamos a seguir innovando, investigando y desarrollando nuevas soluciones, para mejorar las cámaras y sus algoritmos, para buscar nuevas aplicaciones. Seguiremos apostando por la I+D para que ese concepto que hemos escuchado tantas veces, SmartCities, se traduzca en hechos concretos que permitan que las personas vivamos mejor.