La pandemia impulsa la digitalización de los operadores de movilidad
El COVID-19 obliga a los operadores de movilidad a revisar sus estrategias y a acelerar sus procesos de transformación digital. Los ciudadanos continuarán moviéndose, pero combinando distintos medios, que deberán ser integrados y seguros. La tecnología es el resorte para conseguirlo. Estas son algunas de las principales conclusiones de la jornada de reflexión impulsada por Railgrup. Bajo el título ‘Quo Vadis Smart Mobility’ el evento reunió “a los mejores profesionales del sector de la movilidad de nuestro país”, describen fuentes de la organización de la cita.
El grupo de trabajo sobre Smart Mobility de Railgrup, presidido por Altran, organizó una sesión de reflexión sobre el futuro de la movilidad en la que se realizaron diversas aportaciones que permitieron visualizar “la sacudida que ha supuesto la pandemia en los comportamientos de los usuarios a nivel de movilidad”.
El presidente de Railgrup, Enric Ticó, apuntó en su presentación que “los cambios se han precipitado y han demostrado a empresas y administraciones que no estábamos preparados para reaccionar rápidamente”. Ticó añadió que “la solución pasa por las alianzas y la colaboración entre los agentes públicos y privados y diseñar soluciones de movilidad seguras y sostenibles”.
Alex Santos, presidente del grupo de trabajo de Railgrup, instó a “recuperar la confianza de los usuarios” y a tener en cuenta que el ‘boom’ del vehículo eléctrico “va a generar una demanda extra de energía del 30% en sólo quince años con las implicaciones de sostenibilidad que ello conlleva”.
La secretaria general de Transportes y Movilidad del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, María José Rallo, quien abrió el turno de las intervenciones de los invitados, subrayó con datos la importancia económica del sector de la movilidad en el país, y planteó los retos y los ejes estratégicos sobre los que trabaja el ministerio.
Desde la organización de la jornada se destacan sus apuntes sobre la futura Ley de movilidad sostenible y financiación del transporte, que, según Rallo, tendrá “un enfoque integrador, ofrecerá instrumentos para la planificación de la movilidad, fomentará la sensibilización y la movilidad inclusiva, e incluso prevé la creación de un ‘sandbox’ (campo de pruebas) de movilidad”. Rallo avanzó que se propondrá la creación de un Sistema Nacional de Movilidad digitalizado y con resultados en tiempo real. En cualquier caso, la clave del éxito será “invertir rápido y bien en proyectos transformadores de verdad”.
La segunda intervención corrió a cargo de Ángel López, director de Estrategias de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, quien presentó el Plan de Movilidad Urbana 2024 de la Ciudad Condal. Esta iniciativa persigue cuatro retos: garantizar el derecho a la movilidad; velar por la salud y la seguridad de las personas; contribuir a la recuperación económica y comercial; y, finalmente, combatir la crisis climática y la mejora de la calidad del aire.
El plan, según López, “tendrá que ser revisado dentro de un año, cuando la pandemia haya concluido definitivamente, porque ahora mismo el uso del transporte público solo se ha recuperado un 50%, mientras que el del vehículo propio lo ha hecho en un 90%”. López reclamó “el intercambio de datos abiertos entre operadores y la tarificación global para eliminar barreras al usuario”.
El tercer invitado fue Víctor León, consultor de movilidad de la Associació de Municipis per la Mobilitat i el Transport Urbà (AMTU), quien explicó qué es el urbanismo táctico. Se trata de un modelo que permite mejorar el espacio público, la seguridad vial, la movilidad activa y el transporte público mediante ejecuciones rápidas, de bajo coste y consensuadas con la ciudadanía. Después de mostrar varios ejemplos, Víctor León apuntó que “el urbanismo táctico puede ayudar a revertir nuestro actual modelo de movilidad, muy insostenible, regalando demasiado espacio al vehículo privado, y que ha impactado negativamente en la salud, la seguridad y la interacción social”.
La última intervención fue la de Manel Villalante, director general de Desarrollo y Estrategia digital de Renfe, quien dio algunas pinceladas del proyecto RaaS (Renfe as a Service). Además, avanzó que Renfe “va a pasar de ser un operador ferroviario a un operador integral de movilidad totalmente digitalizado” y a hacerlo “dotando de alma al sistema de movilidad”. Para conseguirlo, Renfe propone “conocer a los usuarios y ‘customizar’ los servicios para hacerlos a su medida” algo que permitirá generar 1,8 millones de nuevos viajes de tren en sólo cinco años.
El viajero en el centro
La segunda parte de la jornada se estructuró en un debate con los ponentes iniciales y con la incorporación de Joaquim Balsera, director de Marketing y Negocio Internacional de TMB; Carles Casas, director de Planificación Estratégica y Prospectiva de FGC; Humbert López, director general de TRAM, y Yoann Groleau, director de Automoción, Infraestructura y Transporte de ALTRAN.
La charla fue moderada por Carme Fàbregas, CTO de Autoritat del Transport Metropolità (ATM), quien señaló que, “a pesar de hablar mucho de tecnología, lo importante es que la transformación digital nos acerque al usuario”. Asimismo, llamó la atención sobre dos ideas clave: la primera es que “sin un claro objetivo la transformación acabará fragmentada y siendo ineficaz”, y la segunda, que “tenemos que empezar a pensar más en clave de sector y menos en clave de empresa”.
El debate pivotó sobre el ciudadano, que, según todos los participantes, debe estar en el centro de la estrategia y al que, según Humbert López, “hay que ver más como un cliente y menos como un usuario, porque el cliente es al que le convences de que tu servicio es el adecuado, mientras que el usuario utiliza el servicio que le das”. Joaquim Balsera insistió en la misma idea, pero añadió que “en ciudades como Barcelona, además de ciudadanos, también hay turistas con sus necesidades específicas”.
Carles Casas, de FGC, aportó el concepto de “viajero líquido”, un tipo de viajero que “se desplaza enlazando de forma natural diferentes modos de transporte, sin preocuparse del proveedor del servicio y sin ninguna barrera física o tecnológica”. Esta descripción fue confirmada por Yoan Groleau, de Altran España, quien aseguró que “estamos en un momento de revolución” y que “en poco tiempo pasaremos de vender coches a vender kilómetros”.