Decisiones inteligentes a través del big data y la telemedida
Sergio Ferrer, consejero delegado de Linkener
10/11/2020A día de hoy, las ciudades actúan como verdaderas plataformas. Por un lado, las personas viven y trabajan y las empresas desarrollan su actividad y numerosos servicios.
Por ello, el siglo XXI está llamado a ser el siglo de las ciudades. Según las Naciones Unidas, en julio de 2017, la población urbana sobrepasó a la población rural en el mundo. Y las previsiones son de un aumento exponencial en los próximos años, hasta tal punto que estos estudios ponen el foco en el año 2050, momento en el que aseguran que el 70% de las ciudades a nivel mundial contarán con más de 10 millones de habitantes.
En este sentido, las corporaciones locales de las ciudades deben poder garantizar la salubridad, la limpieza y la calidad del aire para su correcta gestión.
Es esencial, por tanto, aplicar las tecnologías emergentes para mejorar los datos en tiempo real y conocer el estado de las operaciones en el momento para que nos permitan tomar y anticipar decisiones que repercutan en una mayor optimización de los recursos y cuidado del medio ambiente.
Por ello, soluciones que garanticen el control de consumos de agua en tiempo real, que detecten las fugas para poder minimizar las pérdidas y sobre todo eviten daños importantes en las infraestructuras son de vital importancia para los ciudadanos y corporaciones.
Pero también todas aquellas soluciones que contribuyen al ahorro de la energía y la eficiencia energética ya que es uno de los puntos críticos por motivos medioambientales y de costes económicos. Aquí entran en juego los ayuntamientos, edificios públicos, polideportivos, así como las compañías. Pensemos que el alumbrado o los semáforos son grandes consumidores de energía que necesitan la implementación de herramientas que garanticen poder tomar decisiones para contribuir a los ahorros y la eficiencia energética.
En este sentido, la telemedida, la medición y el control de consumos energéticos en tiempo real y la actuación sobre consumos de forma remota y automática, junto con otras herramientas web desde donde se pueden detectar ineficiencias y calcular potenciales ahorros, así como simular facturas eléctricas, se muestran hoy en día como soluciones eficaces dentro de las ciudades inteligentes del presente y futuro más cercano.
Aprovechar los excedentes
Otro de los puntos importantes es el de intentar aprovechar los excedentes que se producen en las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo que tanto se promueven desde las ‘smart cities’.
Si buscamos, que entiendo que es importantísimo, reducir los costes de la energía eléctrica es importante disponer de sistemas para balancear las cargas con el objetivo de aplanar la curva de consumo y esto se puede conseguir con un mayor control de los consumos a través de la telemedida y la ‘teleactuación’.
Como ejemplo cabe citar a los vehículos eléctricos conectados a la red que podrían emplearse para atender demandas puntuales de la red. Esto, evidentemente, siempre con el permiso del titular y con su consecuente remuneración. Sin embargo, esto es imposible sin un sistema automático, interconectado y, en definitiva, ‘telemedido’.
La telemedida, la lectura del consumo eléctrico realizada a distancia, sin tener que pasar a leer el contador de forma física, como se realizaba con anterioridad y de forma tradicional, mediante ‘contadores inteligentes’, permite por ejemplo consumir en las horas más baratas de OMIE, lo que repercute en una toma de decisiones para el usuario. Se puede alternar el encendido y el apagado del alumbrado y de esta forma reducir el consumo y alargar la vida útil del mismo.
Y, por tanto, soluciones como la telemedida son una fuente de valor para las ‘smart cities’ ya que reducen el gasto público, relativo a la gestión y provisión de servicios públicos, incrementan la eficiencia y la calidad, con una gestión más eficiente de los recursos y mejoran la calidad de los servicios prestados.
La telemedida permite tomar decisiones con datos reales y favorece la innovación y el desarrollo social pues una empresa puede ser más competitiva si consigue reducir sus costes energéticos.
Entornos urbanos eficientes
Con herramientas IoT como la telemedida, y otras, logramos ciudades más participativas, agilidad y energías limpias, y entornos urbanos eficientes.
Ciudades más participativas porque los ciudadanos toman decisiones gracias a un nuevo modelo de gobernanza con una administración más ágil y accesible. Se aumenta la participación de los ciudadanos y se asegura el uso transparente y eficiente de los recursos.
Del mismo modo, se fomentan las energías limpias ya que se garantiza el conocimiento de datos a tiempo real y entornos urbanos más eficientes ya que se utilizan los recursos de forma eficiente mediante tecnologías y se implantan sistemas dirigidos al desarrollo sostenible y la eficiencia energética. En este ámbito se incluye la mejora de la calidad y del diseño de los edificios como los ‘smart buildings’.
Por tanto, implementar soluciones de Big Data y, en concreto de telemedida es un asunto crucial debido al crecimiento exponencial de la población urbana en los últimos años, la demanda de eficiencia, desarrollos sostenibles, calidad de vida y una responsable gestión de los recursos limitados.