‘Oslo Green Capital’ reconoce los esfuerzos de la capital noruega en la reducción de emisiones de CO2
La capital de Noruega ha sido galardonada con el título de ‘Oslo Green Capital’ gracias a sus iniciativas en innovación sostenible que le permitirán ser neutral en emisiones CO2 en 2050. Oslo, Capital Verde Europea 2019, está mostrando su liderazgo en innovación verde gracias, entre otros aspectos, al impulso del vehículo eléctrico e iniciativas de baja emisión.
Ayuntamiento de Oslo. Foto: Alexander Ottesen.
Fuentes de la Oficina Comercial y de Turismo de Noruega en España apuntaron en una nota de prensa que Oslo “lleva años trabajando en la reestructuración de su urbe para alcanzar un modelo de ciudad ecológica, sostenible, innovadora y con una alta actividad cultural. Para lograrlo, se ha propuesto ambiciosos planes que están transformando la ciudad en un lugar que proporcione calidad de vida a sus ciudadanos mediante la creación de espacios verdes, áreas para ocio, amplias oportunidades laborales, así como transporte verde para moverse por la ciudad.”
En palabras del comisario Europeo de Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, “la ciudad se enfoca en mejorar el transporte público, promover vehículos eléctricos, mejorar la circulación de los ciclistas y, entre otras muchas cosas, ha mejorado la gestión de residuos. Las acciones de Oslo no solo beneficiarán a Oslo, sino que tendrán un efecto global.”
La capital del país nórdico “es un ejemplo de que las soluciones ecológicas y sostenibles se adaptan a entornos urbanos habitables. En tamaño es lo suficientemente pequeña como para probar nuevas soluciones, pero también lo suficientemente grande como para que las soluciones se amplíen a urbes de mayores dimensiones, por lo que están dispuestos a compartir su saber hacer con todas aquellas ciudades que quieran adoptar su modelo.”
Actuaciones en múltiples ámbitos
Oslo determinó a comienzos de 2017 que los nuevos edificios construidos desde esa fecha y que sean propiedad de las autoridades locales sean eficientes energéticamente. Además, deben producir más energía de la que utilizan, y se construirán con materiales sostenibles y ecológicos. Todos los edificios estarán conectados a la red e intercambiarán energía mediante un sistema común.
“Para lograr un sistema de edificación que sea sostenible, también es necesario que lo sea el material y los recursos que utilizan para su construcción, por lo que los vehículos y la maquinaria utilizados por la ciudad deben ser, en general, cero emisiones o funcionar con biocombustibles sostenibles”, añadieron desde la Oficina Comercial y de Turismo de Noruega en España.
Oslo también estableció el programa ‘Business for Climate Network’ para fomentar la cooperación entre la comunidad empresarial, los ciudadanos y las ONGs para abordar el impacto que las operaciones comerciales tienen en el clima mediante el intercambio de ideas y esfuerzos.
Dotar a la ciudad de una infraestructura de 200 estaciones de bicicletas distribuidas por el centro de la ciudad es otro de los puntos clave que ofrecen a los ciudadanos alternativas al uso de vehículos contaminantes.
Oslo también gestionará la electrificación de ferrys locales y permitirá a los barcos de mayor tamaño utilizar el suministro de energía en tierra. Además, se reducirá el volumen de transporte de mercancías por carretera, transfiriéndolo al ferrocarril y al modo marítimo.
El aeropuerto de Oslo, ‘Breeam Excelent’
La forma de la nueva terminal se ha diseñado para aprovechar la luz solar y cuenta con tecnologías bajas en carbono en calefacción y energía térmica natural. El nuevo muelle está revestido en madera de roble para combinar las demandas funcionales, estéticas y ambientales. Además de contar con vidrio en las fachadas para aprovechar la luz del día y evitar así el uso de luz artificial. Los niveles mejorados de aislamiento y la baja infiltración de aire posibilitan estándares de rendimiento de energía.