Entrevista a Óscar Azorín, director de EnerTic
EnerTic es una plataforma de tecnológica para la mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad de la que actualmente forman parte más de 60 empresas asociadas. Una de las actividades de divulgación de la plataforma es la organización de eventos con los que pretende contribuir al desarrollo del potencial de transformación de las TIC en el ámbito de la eficiencia energética. El pasado 17 de octubre, en el marco de IoTSWC 2018, EnerTic organizó el Foro Eficiencia Energética y Sostenibilidad en la Industria 4.0. Interempresas tuvo ocasión de entrevistar a su director, Óscar Azorín.
El foro se centró principalmente en las empresas de la industria automovilística. ¿Están las compañías españolas preparadas para la Industria 4.0 en cuanto a conocimientos y capacidades?
La digitalización en un proceso productivo no es una tarea sencilla. El sector de la automoción es una industria muy avanzada en procesos de automatización y robótica, pero todavía tiene que dar un salto hacia una mayor innovación. Para ello, conocemos la importancia de los roadmap sobre las tecnologías más disruptivas, que actualmente le están aportando a este sector altos conocimientos que le facilitan una mejora significativa en la toma de decisiones y en la integración de todos los subsistemas en los procesos de producción.
¿Qué consejo les ofrecería?
Es importante impulsar el desarrollo de modelos colaborativos que ayuden a crear sinergias, aumentando conocimientos y capacidades. Una colaboración que, junto con la implicación de otras empresas del sector como las compañías energéticas (Energy Storage) o las administraciones públicas, gobiernos locales, nacionales y europeas, será muy beneficiosa a corto/medio plazo.
¿Algún otro?
Potenciar la formación técnica en todos los niveles, desde la alta dirección hasta las operaciones en plantas de producción, para extraer mayor beneficio a todas las tecnologías y soluciones que se pongan en marcha.
Y en cuanto al mercado, ¿está lo suficientemente maduro?
Cualquier organización demandante de innovación tecnológica debe concentrarse en definir una buena estrategia competitiva. Las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) serán un magnífico soporte y ayudarán a mejorar la posición, siempre y cuando se apliquen las acciones adecuadas.
¿Cómo trataría de convencer a una empresa de invertir en tecnología IoT?
El IoT representa una de las mayores disrupciones tecnológicas desde la Revolución Industrial por su capacidad de transformar completamente los modelos de negocio. La obtención datos y su análisis descriptivo, predictivo y prescriptivo permite una toma de decisiones más rápida y efectiva; simplifica y evita procesos que no ofrecen valor; aumenta la agilidad en los procesos mediante información disponible en tiempo real; mejora la autonomía, decisiones tomadas o accionadas por la propia infraestructura; previene o anticipa acciones futuras y ofrece una precisión en ciertas tareas que evita errores humanos.
¿Cuáles son los sectores más avanzados en la integración de tecnología IoT?
Los casos de uso más comunes en la industria los encontramos en las cadenas de suministro SCM, donde las trazabilidades de los materiales y la monitorización de los activos permiten detectar ineficiencias y trabajar en la optimización de costes y recursos. Estas optimizaciones impactarán positivamente en los consumos energéticos. Los sectores con mayor proyección, más inteligentes y conectados están liderados por el sector automoción, transporte, aeronáutico, marítimo, ferroviarios e infraestructuras.
Implementar tecnología 4.0 y no incrementar con ello el coste energético. ¿Es esto posible? ¿Cómo se afronta este reto? ¿Podría citar algún ejemplo?
La eficiencia energética es algo estratégico que debe empezar por mejorar los procesos ya existentes mediante tecnologías innovadoras. Citaría como ejemplo el aprovechamiento de la energía a través de implantaciones tecnologías avanzadas, que se obtiene con el frenado regenerativo (energía eléctrica de tracción) en los trenes de Cercanías y de Alta Velocidad.
En cuanto a los retos de 2020, ¿en qué punto nos encontramos?
Los avances tecnológicos exigen pasar de una economía transaccional, en la que los proveedores ofrecían un portafolio de productos y servicios a la demanda, a una economía colaborativa y conectada, en la que el cliente es el epicentro de todo modelo de negocio.
¿Estamos preparados?
La demanda de innovación tecnológica (doméstica, terciaria e industrial) está cada vez más concienciada de la importancia de la eficiencia energética y de la reducción del CO2 y cuenta con una creciente capacidad de elección en cuanto a innovaciones tecnológicas. Por lo tanto, es fundamental entender las necesidades tal y como realmente son y mantener una relación basada en ofrecer los productos y servicios que se adaptan a sus necesidades.
¿Cómo imagina nuestra industria en un plazo de 10 años?
La imagino cumpliendo con los objetivos de Cambio Climático y de Eficiencia Energética asumidos por la Unión Europea en 2020 e interiorizando el impulso de una economía baja en carbono.
Cómo actuar en la Industria 4.0
En primer lugar, es necesario obtener, analizar y tomar decisiones con la información más adecuada y útil en cada momento y para el conjunto de la empresa. Las grandes cantidades de datos deben ser analizables y fácilmente gestionables.
La industria 4.0 trata de modificar e incluso crear procesos desde cero, por lo que es imprescindible que cada solución tecnológica conlleve un análisis y revisión adecuados. A esto se une la necesidad de combinar la infraestructura o aplicaciones legacy con las nuevas tecnologías disruptivas.
El alto coste de las implantaciones tecnológicas repercute directamente en un ROI, que no siempre es fácil de analizar correctamente
Existe una rápida obsolescencia de las soluciones tecnológicas, que implica estar muy alerta de los nuevos desarrollos y de formas de implantación flexibles y escalables.
La transformación digital y la puesta en marcha de políticas de eficiencia energética no sólo suponen un cambio tecnológico, también cultural y organizativo.
La tecnología debe estar alineada con el negocio y debe ser una herramienta para la consecución de las medidas de eficiencia energética.