Vortex transforma unas piscinas en desuso en un parque acuático
La localidad valenciana de Paterna contaba con unas piscinas municipales que llevaban dos años cerradas. Ante esta situación, el ayuntamiento decidió abordar su renovación para ponerla de nuevo al servicio todos los ciudadanos. Parra llevar adelante este proyecto el arquitecto Jorge Barata recurrió a Vortex “para tener la seguridad de contar con un socio experimentado y fiable para su proyecto.”
El Ayuntamiento de Paterna, tras el correspondiente concurso, adjudicó la reforma de las viejas piscinas municipales al arquitecto Jorge Barata, quien contactó con Vortex puesto que el arquitecto necesitaba “un socio que le aconsejara y acompañara durante todas las fases de ejecución del proyecto, desde la concepción inicial, hasta su puesta en marcha e inauguración.”
El arquitecto gallego recurrió a la firma con sede en Silla, Valencia, “porque el nivel de exigencia de los responsables municipales del Ayuntamiento de Paterna implicaba crear un proyecto para todas las edades y para todas las capacidades.” Vortex aporta, a través de sus juegos de agua, la posibilidad de combinar éstos en configuraciones y espacios aptos para cualquier edad y condición física, destacan fuentes de la empresa.
Además, “en Vortex cuidamos mucho todos los aspectos referentes al mantenimiento de nuestros parques de agua sin profundidad gracias a nuestros exclusivos sistemas de gestión del agua inteligentes que garantizan el mínimo consumo energético y el máximo aprovechamiento del agua.”
“En Vortex cuidamos mucho todos los aspectos referentes al mantenimiento de nuestros parques de agua sin profundidad gracias a nuestros exclusivos sistemas de gestión del agua inteligentes que garantizan el mínimo consumo energético y el máximo aprovechamiento del agua”, remarcan fuentes de la compañía.
Un proyecto inclusivo
La transformación de las dos piscinas y del espacio circundante siguió varios pasos. En primer lugar, el antiguo “gran vaso” de la piscina se reconvirtió en una piscina de baño libre con jacuzzi.
Se trata de un espacio con una profundidad de tan solo 30 centímetros, en el que se instalaron juegos de Vortex, como una estructura ‘Elevation’ personalizada que se colocó dentro de un espacio “con un gran tobogán curvo, otro tobogán para niños más pequeños, un divertido cubo gigante que vuelca agua sobre los niños y tres plataformas con distintos juegos interactivos”. A todo ello se le sumaron dos cañones de agua para quienes quieran probar su puntería o, si son el objetivo, su agilidad a la hora de esquivar los chorros de agua, detallaron fuentes de Vortex.
Los más pequeños cuentan con un juego formado por una pequeña cascada de agua con la que pueden interactuar y aprender cómo se comporta este elemento subiendo y bajando compuertas para alterar su flujo.
El proyecto se completó con un solarium con hamacas, terraza con bar, nuevos vestuarios y un parque infantil.
La acogida de esta intervención ha sido tan positiva que ha sido necesario instalar un semáforo para controlar el aforo, que se suele estar completo, muestra del éxito cosechado por el estudio Jorge Barata y por los productos y soluciones suministrados por Vortex.