La Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón, Emulsa, fue la anfitriona del evento

La vigésimo sexta edición de las Jornadas Anepma -que tuvieron lugar en Gijón, Asturias, entre el 16 y el 18 de octubre- reafirmaron el cambio que está experimentando la gestión medioambiental de pueblos, ciudades y mancomunidades. Si la gestión de residuos, la limpieza viaria y el mantenimiento de las zonas verdes han sido las áreas de actividad que más atención han recibido por parte de las administraciones, la creciente orientación hacia la Economía Circular obliga a repensar los servicios que se prestan a los ciudadanos, cuya colaboración cobra aún más importancia.

Las Jornadas de la Asociación Nacional de Empresas Públicas de Medio Ambiente son un clásico en el calendario de actividades relacionadas con la gestión medioambiental más cercana a los ciudadanos. El evento logra conjugar de forma muy equilibrada el intercambio de experiencias, conocimientos y buenas prácticas con una actividad paralela que permite, en un ambiente distendido, estrechar relaciones que, en muchos casos, han traspasado el ámbito profesional para inscribirse en el personal.

La edición de este año, en el que se conmemora el cuadragésimo aniversario de la fundación de Anepma, se celebró en Gijón, la ciudad más poblada de Asturias y ámbito de actuación de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón, Emulsa, una de las empresas fundadoras del colectivo. A continuación, resumimos las intervenciones de los dos primeros días de actividad del evento a los que acudió Interempresas.

El denso programa diseñado por los organizadores dio comienzo el martes 16 de octubre con la inauguración de las jornadas. Los encargados de dar el pistoletazo de salida a tres días de gran actividad fueron el consejero de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno del Principado de Asturias, Fernando Lastra; la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón; y la presidenta de Anepma y directora gerente de Emulsa, Pilar Vázquez.

Lastra, el más prolífico en su intervención, remarcó que la gestión pública medioambiental genera en España 11.000 empleos públicos y atiende a alrededor de 11,3 millones de ciudadanos. De hecho, esos son los números de Anepma, que en la actualidad agrupa a 45 sociedades mercantiles de capital íntegramente público (municipal, mancomunado, de las diputaciones provinciales o comunidades autónomas) que gestionan servicios de limpieza, recogida, eliminación de residuos urbanos, reciclaje y medio ambiente en trece comunidades autónomas.

Excelente organización del evento. Los horarios se cumplieron y la información ofrecida a los asistentes fue completa y clara. Foto: Bittia.

La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, anunció que la ciudad asturiana ha dado los primeros pasos -junto a la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp)- para sumarse a la Declaración de Sevilla por la Economía Circular. En ella se subraya “la importancia de los gobiernos locales para llevar a la práctica el compromiso, la apuesta y la necesidad de implantar la Economía Circular”, lo que vino a reforzar uno de los mensajes transversales del evento, la necesidad de apostar de forma decidida por la Economía Circular.

“Desde Gijón deseamos proponer soluciones locales que se soporten en valores globales para la búsqueda de la eficiencia, la equidad y el bienestar a largo plazo”, declaró la regidora, quien citó la necesaria conexión de las iniciativas municipales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la ONU.

“Nos jugamos mucho”, continuó la alcaldesa, quien dijo que es necesario tomar “las decisiones adecuadas para construir un futuro ilusionante en clave de sostenibilidad que sirva para generar riqueza, equidad y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía de Gijón”. Asimismo, auguró que “los debates y las conclusiones que surjan estos días en estas jornadas van a ayudar a impulsarnos en este recorrido apasionante que requiere del esfuerzo y ejemplo de todos”.

En total, alrededor de 350 profesionales relacionados con la gestión municipal acudieron a las XXVI Jornadas de Anepma. Foto: Bittia.

La primera mesa redonda de las jornadas se celebró bajo el título de “Objetivos de Desarrollo Sostenible como herramientas de transformación de la gestión ambiental” en la que intervinieron Rafael Oliva López, Manager del Centro Internacional de Formación de Autoridades y Líderes (Cifal) de Málaga, que forma parte del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional e Investigaciones (Unitar); Marta Dopazo González, jefe de Área de Relaciones Multilaterales Medio Ambiente del actual Ministerio para la Transición Ecológica; Marcos González González, director de la Fundación Corresponsables, y Miguel Ángel Pérez Alonso, director de Planificación y Desarrollo Sostenible de Limasa (Málaga).

Oliva explicó que la correcta gestión ambiental consiste en lograr el equilibrio adecuado entre el desarrollo económico; el crecimiento de la población; el uso racional de los recursos y la protección y conservación del entorno. El resultado de esta conjugación, dijo, es la sostenibilidad.

El Manager del Centro Internacional de Formación de Autoridades y Líderes (Cifal) de Málaga alertó sobre la necesidad de eliminar ineficiencias en la protección medioambiental, tanto en términos de responsabilidad penal y administrativa, como en las lagunas de protección ambiental por cruce de competencias estatales autonómicas y locales.

Los objetivos tan ambiciosos marcados en los ODS hacen necesario establecer “alianzas sólidas, inclusivas e integradoras”. En este sentido, Naciones Unidas propone a las administraciones asociarse con las empresas para la aplicación de los ODS. De hecho, la ONU es partidaria de alcanzar alianzas transversales que permitirán cumplir con los retos del desarrollo sostenible.

En su intervención, Marta Dopazo repasó el papel del Mapama (ahora bajo su nueva denominación: Ministerio para la Transición Ecológica) y de la Administración General del Estado frente a los ODS. Así, desde septiembre de 2016 hasta febrero de 2017 se fijaron las metas más relacionadas con las competencias del Mapama, para a continuación dar respuesta activa a las mismas. En este sentido, se ha dado prioridad a los objetivos en función de su importancia, responsabilidad y relevancia. Así, tras diversas reuniones temáticas, se detectaron “acciones, barreras y desafíos y éxitos”. El resultado de este proceso es la participación de 96 funcionarios de 21 unidades distintas que, entre otros objetivos, han dado a conocer la Agenda 2030 tras haber identificado las principales líneas de acción vinculadas a los ODS centrales y haber realizado una valoración de la situación de cada uno de ellos.

Miguel Ángel Pérez Alonso, director de Planificación y Desarrollo Sostenible de Limasa, enumeró varias de las iniciativas desarrolladas por la empresa malagueña y el grado de cumplimiento de las mismas.

Galarraga enumeró las “Rs” de la Economía Circular, que se estructuran en tres áreas. Así, dentro del uso y manufactura inteligente de productos se engloban el repensar, rediseñar y reducir los productos y bienes. En el alargamiento de la vida útil de los productos y de sus componentes, entran la reutilización; reparación; restauración; refabricación y la “re-función”. La recuperación y el reciclado, por su parte, forman parte de la mejora en el uso práctico de los materiales.

El consejero delegado de Metroeconomica explicó cuáles son los principios básicos de la Economía Circular (que no es una nueva idea, “sino una suma de enfoques (una integración de conceptos) que implica un cambio de paradigma”, definió), que aboga por optimizar el valor de productos y bienes, “comprendiendo mejor el uso y fin de vida de los productos, creando nuevas líneas de negocio o tendiendo a la ‘servitización’ o digitalización de las relaciones con el cliente (y/o administrado)”.

Con el objetivo de facilitar la consecución de los objetivos, Galarraga remarcó que es necesario “integrar la innovación en la estrategia, considerándola un riesgo/oportunidad a asumir”. La prioridad, dijo, “no es innovar para un solo ciclo de vida, sino para todos los implicados en la cadena de valor”, un aspecto que permite incrementar la adhesión a la Economía Circular.

En el cambio cultural que conlleva la Economía Circular, el diseño cobra una especial relevancia, agregó Galarraga, puesto que “durante este proceso debe tenerse en cuenta la prevención de residuos, su posible ‘re-manufactura’ y la reparación, yendo hacia sistemas de producción y consumo regenerativos desde su diseño”.

Otro de los cambios que deben ser implementados es la integración de la dimensión ambiental en la estrategia, “considerándola como un ‘driver’ de eficiencia y diferenciación de productos/servicios, bajo perspectiva de análisis de ciclo de vida”. También es necesario introducir en la estrategia la transparencia, la colaboración (“competir cooperando, creando espacios de inteligencia compartida”) y la comunidad social “de referencia en la estrategia, considerando sus expectativas de desarrollo económico y progreso social”.

Las jornadas de Anepma contemplan momentos distendidos en los que se mezclan el ocio y el intercambio de ideas y proyectos. Foto: Bittia.

Yendo más allá de la definición de usos, prácticas y consejos de lo que es la Economía Circular, Anabel Rodríguez, directora ejecutiva de la Fundación para la Economía Circular, remarcó que ésta no avanzará si económicamente no es viable. Asimismo, dijo que esta forma de entender el consumo y la gestión de los recursos no debe limitarse a las materias primas secundarias, sino que debe tenerse en cuenta desde la misma concepción de los bienes y productos. Rodríguez también subrayó la necesidad de que las administraciones compartan los conocimientos y experiencias adquiridas en sus propios procesos de implantación de la Economía Circular.

En una intervención vehemente, casi crítica con el acercamiento mayoritario al concepto de Economía Circular, Rodríguez insistió en que la sostenibilidad en su triple vertiente (social, medioambiental y económica) debe ser el eje de las actuaciones que se lleven a cabo en este terreno. Asimismo, también señaló la necesidad de que los consumidores asuman su parte de responsabilidad a la hora de consumir, sumándose así a productores y distribuidores en la asunción de los principios sobre los que se sustenta esta forma de entender el consumo de bienes.

“Existe el riesgo de que el término se banalice, porque ahora todo el mundo dice que aplica criterios de Economía Circular en sus procesos”, alertó Rodríguez, quien indicó que los aspectos políticos, las decisiones que tomen las administraciones públicas, crean conciencia en la sociedad.

La necesidad de potenciar el comercio y las ventas de productos reconstruidos, de fomentar la reutilización (la segunda de las clásicas 3Rs, tras la reducción en origen y por delante del reciclado), debe ser promovida por todos los actores, que deben propiciar la creación de mercados para que estos bienes y productos tengan varias vidas, promulgó Rodríguez -quien realizó su exposición sin apoyarse en transparencias-, que se mostró partidaria de fijar indicadores armonizados con respecto a otros países y consensuados por el Gobierno central, las comunidades autónomas y las autoridades locales, teniendo siempre en cuenta las peculiaridades de cada territorio.

Un año más, Renault Trucks celebró el concurso de conducción eficiente Optiwaste. Foto: Bittia.

En sendas intervenciones grabadas en vídeo, María Inmaculada Rincón Liévana, Policy Officer in European Commission, y Christophe Debien, director general del Instituto Nacional de Economía Circular de Francia, explicaron, por un lado, las iniciativas puestas en marcha por la Comisión Europea y por otro el profundo cambio conceptual -y sus positivas consecuencias- que supone la Economía Circular.

Alberto Fernández Santamaria, gerente de zona centro, Murcia y Canarias en Ecoembes, fue otro de los ponentes que no recurrió a ningún material de apoyo para exponer su participación, en la que citó los que, en su opinión, son los tres cambios que determinan la situación actual que determinan la actuación de los distintos actores nacionales implicados en la lucha contra el cambio climático. En primer lugar, remarcó la evidencia de que el proceso de calentamiento global es una realidad creciente; en segundo, el cambio político originado tras el 15M, que ha propiciado una mayor y más rápida influencia de la sociedad en la actuación de los partidos políticas; y en tercero, la irrupción y creciente peso de las nuevas tecnologías de la información en la comunicación pública, un aspecto este último sobre el que se mostró muy crítico.

Fernández, quien señaló que “miles de año depredadores del ser humano no se pueden cambiar en quince años”, explicó que Ecoembes ha tardado dos décadas “en llegar a donde está”, para añadir que “hay que tener en cuenta la pluralidad de España y su organización administrativa”, una característica que obliga “a armonizar exigencias, por lo que hay que negociar”. El gerente de zona centro, Murcia y Canarias en Ecoembes subrayó que las entidades locales deben contar con financiación adecuada y admitió que no se puede ir en contra de las prácticas mayoritarias, sino que es necesario conocer cuáles son las necesidades de las administraciones locales mediante la colaboración política, la transparencia y el diálogo con todos los agentes implicados.

“La sociedad vive un cambio dirigido a convivir mejor con el entorno. Ahora es necesario insistir en la educación, dando ejemplo. Hay que empezar a caminar ese sendero para cambiar la percepción de la naturaleza, no como el medio del que nos nutríamos extrayendo recursos: ahora el objetivo es protegerla”, expuso Fernández, quien lamentó que se aplique una tarifa plana en la recogida de residuos y no se beneficie a quienes más colaboran en la separación de los desechos.

La cena del 16 de octubre se celebró en Casa Trabanco, en la localidad asturiana de Lavandera. Foto: Bittia.

La jornada del miércoles 17 desdoblaba los focos de atención para los visitantes, pues el salón de actos albergó un debate sobre la nueva ley de contratación pública, la compra pública de innovación y la gestión de compras, mientras que el anfiteatro del recinto ferial Luis Adaro acogió la presentación de diversas iniciativas internacionales en las que las Tecnologías de Información y Comunicación se han aplicado a la gestión de residuos.

Bilyana Spasova, Project Manager ACR+ del proyecto Winpol, en el que participa la ciudad de Gijón y que se inscribe en el Fondo Europeo para el Desarrollo Regional, y cuyo objetivo es compartir experiencias y conocimientos dirigidos a mejorar las políticas llevadas a cabo en el ámbito local y regional en el campo de la gestión de residuos, promoviendo el uso de las “tecnologías inteligentes” -principalmente el Big Data- para reducir la generación y mejorar la gestión de los desechos generados.

Tras repasar algunas de las buenas prácticas puestas en marcha en Sevilla dirigidas a optimizar las rutas de recogida de residuos por parte de los vehículos gestionados por Lipasam, Spasova expuso el caso práctico de la gestión de residuos voluminosos en el sudeste de Flandes, que entre otras novedades cuenta con un hangar en el cual se almacenan residuos para su venta a aquellas personas o empresas interesadas en darles un segundo uso, potenciando así la reutilización de recursos de una forma económica y sencilla.

Branko Kosi, asesor de Snaga, empresa encargada de la gestión de diversos servicios municipales de la ciudad eslovena de Maribor, empresa fundada en 1961 y que en la actualidad emplea a 250 trabajadores que se encargan de dar respuesta a las necesidades de 150.000 habitantes y 500 empresas de su zona de influencia. Necesidades entre las que se encuentran el mantenimiento de las zonas verdes, la limpieza de baños públicos o la gestión de los espacios publicitarios de titularidad local.

Kosi, quien recordó que un sistema es tan fuerte como el más débil de sus integrantes, apuntó que muchos procesos de producción no son reversibles, por lo que requieren de la búsqueda de nuevas soluciones de recuperación. El ponente subrayó que la inteligencia y conocimientos que se logran tras la obtención de datos reside en la forma en la que se utilizan y las conclusiones que se extraen de ellos, no en la mera acumulación de los mismos. El uso del Big Data, añadió, exige un periodo de aprendizaje para poder explotar todas sus posibilidades.

El asesor de Snaga afirmó que un sistema de gestión de residuos es, básicamente, un sistema logístico. En su opinión, si se analiza cada proceso de forma independiente pueden introducirse mejoras que redundan en una mejoría total del sistema.

Jan Frederix, gestor del sistema de contenedores soterrados de residuos de Amberes, Bélgica, glosó algunas de las principales magnitudes de la capital mundial del diamante. Entre ellas, que en la ciudad residen 174 nacionalidades, ocupando así el tercer puesto a nivel mundial, tras Nueva York y Amsterdam. Con una población de 522.000 habitantes y 240.000 hogares, cada uno de los residentes genera, de media, 551 kilos anuales de residuos, de los que el 39% no puede ser tratado (porcentaje su supone una cantidad de 146 kilos al año, cifra algo inferior a la media de Flandes, región de la cual es capital Amberes).

La ciudad cuenta con 4.050 contenedores inteligentes que incorporan sensores de llenado, cuyos datos se transmiten gracias a una red wifi. Esta información, entre otros parámetros, es la que configura las rutas de recogida que llevan a cabo los vehículos destinados a esa tarea, reduciendo así los trayectos ineficaces, optimizando las horas de trabajo de los empleados implicados y reduciendo las emisiones contaminantes gracias al menor uso de los medios móviles.

El nuevo sistema inteligente de gestión de residuos sólidos de la ciudad noruega de Bergen fue expuesto por Toralf Igesund, responsable de Desarrollo de BIR, compañía responsable de la gestión de residuos de más de 360.000 residentes en los nueve municipios (Askøy, Bergen, Fusa, Kvam, Os, Osterøy, Samnanger, Sund y Vaksdal) reunidos en la mancomunidad de Bergen.

La historia de BIR, que en la actualidad cuenta con una plantilla de más de 350 empleados, se remonta a 1881, cuando se convirtió en la primera empresa dedicada a la gestión de residuos. En aquellas fechas la generación anual de residuos por persona era de 15 kilos, cifra que en la actualidad es de 450 kilogramos, una diferencia que da la medida de cómo ha aumentado el consumo, que experimentó un punto de inflexión tras la finalización de la II Guerra Mundial.

Las intervenciones de la mañana del 17 de octubre dedicadas a la aplicación de las TICs en la gestión municipal permitieron conocer diversas iniciativas desarrolladas en varios países europeos. Foto: Bittia.

Desde 2008 el centro de la ciudad de Bergen ha sido el escenario de diversas obras destinadas a la implementación de un sistema soterrado de recogida de residuos, una tarea que no concluirá hasta 2022. El sistema está destinado tanto a los desechos generados en domicilios particulares como a los producidos en los comercios.

Por otra parte, el sistema de recogida de Bergen, cuya tarificación tiene en cuenta, entre otros factores, la tipología de las viviendas (no abonan la misma cantidad las casas unifamiliares que los pisos ubicados en bloques), penaliza con tres euros el vaciado extra de los contenedores, lo que ejerce de recordatorio sobre la necesidad de reutilizar los materiales o bien ajustar su depósito al flujo de recogida establecido.

El anfiteatro del recinto ferial Luis Adaro fue el escenario en el que se presentó el Observatorio de la huella de carbono de Anepma, una tarea que recayó en el secretario técnico de la asociación, Juan Manuel García, quien leyó la ponencia en la cual se destacó la labor desarrollada por el colectivo, que “juega un papel crucial en la consecución de los 17 ODS y de las 169 metas propuestas y aprobadas en la Agenda 2030 de Naciones Unidas para construir un futuro sostenible”. En concreto, se destacó la incidencia en el ODS 13 de Acción por el Clima, dedicado a la adopción de medidas urgentes para combatir los efectos del cambio climático.

El cálculo de la huella de carbono de Anepma se inscribe dentro de la estrategia de sostenibilidad del colectivo y servirá de estímulo a las empresas asociadas para lograr la certificación. Este es un “proyecto locomotor” que permitirá unificar las metodologías de cálculo de la huella de carbono y llevar a cabo el seguimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por las empresas integradas en Anepma, se recoge en el documento expuesto.

Este observatorio pretende ser una herramienta a través de la cual las asociadas a Anepma puedan encontrar el asesoramiento y los medios necesarios para conocer su contribución al calentamiento global, así como poner en valor las acciones llevadas a cabo para mitigar el cambio climático.

Tras explicar procedimiento de adhesión al observatorio de Anepma, su secretario técnico enumeró los datos recogidos en el informe: la cantidad total de emisiones de GEI; las fuentes de emisión; las fases y metodología de implantación; los límites del sistema; la recopilación de datos y el plan de actuaciones previstas.

Maravillas Albertos Rubio, jefa de División de Sistemas de Gestión de Limasa, fue la encargada de explicar a los asistentes la calculadora de huella de carbono (en el alcance 1 y 2) aplicada a la compañía andaluza. Foto: Bittia.

Por su parte, el director general de Ecoterrae, Daniel García Lázaro, explicó que además de permitir cuantificar las emisiones de GEI a la atmósfera, el cálculo de la huella de carbono reduce costes, mejora la imagen de las empresas, aumenta su eficiencia, permite el cumplimiento normativo y facilita la diferenciación frente a los competidores.

Maravillas Albertos Rubio, jefa de División de Sistemas de Gestión de Limasa, fue la encargada de explicar a los asistentes la calculadora de huella de carbono (en el alcance 1 y 2) aplicada a la compañía andaluza.

El primer nivel, explicó Albertos, se cuantifican las emisiones directas generadas por la empresa en su actividad, mientras que en el segundo se miden, entre otras, las propiciadas por la adquisición de energía de la compañía. El alcance 3 engloba todas aquellas actividades que no controla la organización, como las emisiones de GEI de sus proveedores o el gasto energético generado en los procesos logísticos necesarios para la comercialización de productos, entre otros. Este alcance 3 es el más complicado de medir, “pero si se trabaja de forma coordinada con los socios de la compañía es factible cuantificarlo”, señaló Albertos, quien dijo que Limasa ya ha solicitado a diversos proveedores que midan su impacto directo, logrando así extender este cálculo a otras empresas y sectores de actividad, uno de los objetivos del cálculo de la huella de carbono.

En una exposición que propició varias de las preguntas posteriores a la celebración de esta mesa de debate, Marvillas Albertos explicó que la calculadora de la huella de carbono, disponible en la web del actual Ministerio para la Transición Ecológica, es una herramienta sencilla y permite complementar esta acción con otras metodologías concretas. Es -además- un indicador del compromiso ambiental de una organización y permite establecer programas de reducción de emisiones, entre otras utilidades.

Fuentes de Aspapel remarcan que doce de los 36 ayuntamientos y agrupaciones de ayuntamientos galardonados en el Programa Pajaritas Azules en 2018 cuentan con empresas municipales de medioambiente. Foto: Aspapel.

Pajarita Azul anida en las XXVI Jornadas Técnicas de Anepma

La Pajarita Azul, mensajera del reciclaje, no se perdió la XXVI edición de las Jornadas Técnicas de Asociación Nacional de Empresas Públicas de Medioambiente (Anepma) para agradecer y poner en valor el trabajo de las empresas integradas en el colectivo y colaborar con ellas “como mascota de la calidad y la mejora continua de la recogida selectiva de papel y cartón”.

La Pajarita Azul asistió a las jornadas acompañada de una docena de empresas públicas de municipios y agrupaciones municipales galardonados en el programa Pajaritas Azules 2018 de Aspapel: Ayuntamientos de Gijón (Emulsa); Getafe (Lyma); Granadilla de Abona (Sermugran); Palma (Emaya); Sant Boi de Llobregat (Coressa); Terrassa (Ecoequip); Consorcio Agrupación nº 1 Huesca (Grhusa); Consorcio R.S.U. Ciudad Real (y R.S.U. Medio Ambiente); Diputación de Córdoba (y Epremasa) y Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.

Fuentes de Aspapel remarcan que doce de los 36 ayuntamientos y agrupaciones de ayuntamientos galardonados en el Programa Pajaritas Azules en 2018 cuentan con empresas municipales de medioambiente.

“Toda una familia de Pajaritas Azules levantó el vuelo” para destacar a los municipios y agrupaciones de municipios que destacan por su gestión del reciclaje de papel y cartón. Estos ayuntamientos, mancomunidades o consorcios reconocidos en 2018 con una, dos y tres pajaritas, en el programa Pajaritas Azules de Aspapel, constituyen “la élite del reciclaje de calidad”.

Contenur, fiel a la cita

Contenur, “empresa líder en soluciones integrales de contenerización de residuos para las ciudades”, no faltó a la cita de la 26ª edición de las Jornadas Técnicas Anepma. La compañía estuvo representada en el evento con un stand en el que se destacaban varias “de las numerosas implantaciones de carga lateral en España que llevadas a cabo por el grupo líder de mercado”.

La edición de este año, apuntaron fuentes de Contenur, coincidió con la celebración del?40 aniversario?de la constitución de Emulsa, que en la actualidad ostenta la Presidencia de la Asociación Nacional de Empresas Públicas de Medio Ambiente.

Las jornadas, “dirigidas a profesionales relacionados con el sector de la gestión de residuos urbanos y la limpieza viaria, son el evento anual más importante del sector y de referencia en nuestro país”.

La cita reunió a más de 250 congresistas, que pudieron conocer las tendencias dominantes en la actualidad en lo que respecta a la Economía Circular.

Durante los tres días de duración de las jornadas -además de la presentación de diversas ponencias y de la celebración de mesas redondas- se expusieron de productos relacionados con la gestión de residuos y la limpieza viaria.

La cena de gala de las Jornadas de Anepma y la entrega de premios 2018 tuvo lugar en la iglesia de la Universidad Laboral de Gijón. Foto: Bittia.

Granadilla de Abona, Tenerife, acogerá las Jornadas Anepma 2019

El municipio tinerfeño de Granadilla de Abona será el escenario de la vigesimoséptima edición de las Jornadas Técnicas de Anepma. Bajo la organización de la empresa SermuGran, el evento se celebrará en noviembre del próximo año

El evento prevé reunir a más de 250 técnicos de 42 ciudades españolas, que se dedican a la recogida de residuos, la limpieza viaria, la gestión del agua y el mantenimiento de jardines. SemurGran “comenzará a trabajar en la organización de este evento (…) que prevé que pueda mover en torno al medio millón de euros entre organización, pernoctaciones, actividades y consumo que se genere”.

Las jornadas, como es habitual, contarán con una zona de exposición para vehículos y productos dirigidos a empresas y administraciones públicas que gestionen servicios ambientales.

Uno de los objetivos de Sermugran, señalaron fuentes de Anepma, es la de impulsar la participación activa “de los ayuntamientos de toda Canarias, así como empresas adjudicatarias de servicios de recogida de residuos, limpieza viaria y demás servicios para favorecer el desarrollo de estas actividades”.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Granadilla de Abona, a través de la empresa pública Sermugran, fue el único lugar de Canarias distinguido este año, junto con 36 municipios de España, con una pajarita azul, que es una distinción a nivel nacional por su trabajo en pro del reciclaje de residuos, y que forma parte de un programa de excelencia de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel).