La AEC abordó las consecuencias de las nuevas tecnologías en la futura movilidad

Bajo el epígrafe ‘Thinking of mobility, thinking on the road’, la Asociación Española de la Carretera (AEC) organizó recientemente en Madrid una jornada en la cual se abordó el futuro de la movilidad en nuestro país desde diferentes perspectivas. El encuentro se estructuró en cinco bloques: cambio climático; sostenibilidad y políticas de gestión; innovación en el sector viario y las infraestructuras del futuro; investigación sobre conducción autónoma en España; el ‘Big Data’ y la movilidad como servicio (MaaS, en su acrónimo en inglés) y, por último, el pago por uso.

Como bien apuntó el director general de Infraestructura de Movilidad de la Generalitat de Catalunya, Xavier Flores García, “se avecinan muchos cambios tanto tecnológicos como de mentalidad y el sector de la movilidad es uno de los implicados en este proceso de transformación. En el futuro jugará un papel fundamental en cuanto a la lucha contra el cambio climático y la mejora de calidad de vida de los ciudadanos, por lo que se enfrenta a importantes retos”.

Durante la jornada se presentaron los resultados de los proyectos LifeWatch, ERIC y Life+Respira, centrados en evaluar cómo afecta el cambio climático a la biodiversidad y el ecosistema.

Tal y como se recordó en la cita, las políticas de crecimiento sostenible deben coordinarse, además de en el ámbito local, mediante estrategias de ámbito internacional. Este es el caso de LifeWatch, que estudia las sinergias entre ecosistema e infraestructuras viales, así como en el proyecto Life+Respira, desarrollado por la Universidad de Navarra, y en el cual se involucran, de forma voluntaria, usuarios habituales de la bicicleta de Pamplona, en cuyas bicicletas se instalan unos medidores de calidad de aire. Los datos obtenidos se utilizan para confeccionar mapas de contaminación. Hasta el momento se han recopilado tres millones de datos en toda la ciudad, ofreciendo un panorama bastante fidedigno de la situación ambiental en la misma.

El director del Servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valladolid, José Carlos García, explicó el Plan de Acción en situaciones de alerta por contaminación del aire urbano en su ciudad, aunque reconoció que las posibilidades de intervención de un ayuntamiento son limitadas.

Maria Assumpta Farran, directora del Instituto Catalán de la Energía (Icaen) fue tajante a la hora de hablar sobre el futuro: “La transición energética es inevitable”, aunque lamentó que en la actualidad gran parte de la sociedad aún no quiere posicionarse. “Tecnologías y soluciones existen, pero en España falta desbloquear una pieza fundamental: democratizar la energía. Estamos ante un reto impresionante. Si al final adoptamos el modelo de generación distribuida de la energía, esto permitirá jugar a todos”, auguró.

Desde WWF también se instó a afrontar un cambio de modelo de ciudad en el que deberán convivir diferentes políticas de transporte. Giorgio Tragopoulos, representante de esta asociación ecologista, aseguró que existen soluciones para avanzar en la transición energética, tanto en lo que respecta al modelo de viviendas como en los desplazamientos por la ciudad pero, advirtió, “hace falta voluntad política, de los ciudadanos y de las empresas privadas para cambiar el rumbo”.

Para dar respuesta a todas estas demandas, en el segundo bloque de la jornada se habló de la innovación que están protagonizando las actividades relacionadas con la movilidad y se ofreció una panorámica de lo que serán las infraestructuras y medios del futuro, como los vehículos autónomos y las carreteras conectadas, así como la tecnología LED sumada a sistemas inteligentes de iluminación. Otras posibilidades que cada vez están más cercanas son las plataformas digitales conectadas (que pondrán en contacto la información relacionada con el transporte (tanto público como privado), la seguridad y diversos parámetros medioambientales). Estas prestaciones se lograrán gracias a la captación y transmisión, en tiempo real, de datos relacionados con la movilidad.

Además, se desarrollarán nuevas técnicas y sistemas de información para la rehabilitación sostenible de pavimentos de carreteras (Proyecto Repara 2.0, ‘Desarrollo de nuevas técnicas y sistemas de información para la REhabilitación sostenible de PAvimentos de carreteRAs').

Otro asunto crucial en la innovación en movilidad es la conducción autónoma, tema que centró el tercer bloque de la jornada. Durante este panel se analizaron las líneas de investigación sobre conducción autónoma que se están llevando a cabo en nuestro país; cómo ha de adaptarse el entorno de la carretera a los nuevos retos en seguridad nacional; los desafíos tecnológicos a los que hay que enfrentarse ante el ya mencionado desarrollo e implantación del vehículo autónomo y conectado, o las implicaciones de la conducción autónoma para la infraestructura viaria.

El bloque se completó con la presentación de los resultados del Proyecto Autopía, desarrollado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que, gracias a un sistema de posicionamiento, ha logrado que un vehículo recorra unos 100 kilómetros sin necesidad de ser manejado por un conductor.

Finalmente, se debatió acerca de las nuevas opciones de movilidad que se podrán optimizar gracias al uso del ‘Big data’. También se habló sobre la movilidad entendida como servicio, un concepto bajo el que se encuadra el uso temporal y compartido de vehículos. En este campo se hizo referencia al servicio público de alquiler de bicicletas eléctricas en Madrid, BiciMAD, o nuevas fórmulas como el denominado ‘peer to peer’, basado en el alquiler de coches entre iguales, cuando es un particular quien alquila su propio vehículo a otro particular.

La jornada concluyó con el bloque dedicado al pago por uso de las carreteras, en el cual se analizaron los retos de las concesiones de autopistas para las próximas décadas, la política de pago por uso de infraestructuras en la Unión Europa, las modificaciones de la Euroviñeta, o el pago por uso en la red de carreteras de Guipúzcoa.