Un proceso interesante
Eso sí, no está siendo un proceso especialmente rápido. Las ciudades y todo el mundo de servicios y productos que las rodean son estructuras de gran inercia y, como es natural, requieren un tiempo considerable para incorporar las innovaciones propuestas y para adaptar sus procesos organizativos con el fin aprovechar las oportunidades que las nuevas herramientas tecnológicas les ofrecen para mejorar los servicios que prestan a los ciudadanos. Los diferentes agentes económicos que ya estaban presentes en el sector también necesitan su tiempo para adaptarse y posicionarse adecuadamente ante las nuevas oportunidades de negocio. Y, finalmente, las nuevas empresas que surgen al calor de las oportunidades que todo nuevo sector ofrece, han tenido que madurar adecuadamente su proyecto empresarial.
Como la mayoría de los procesos de innovación que experimentan nuestras sociedades altamente tecnificadas, tras ellos subyacen algunas transformaciones tecnológicas de gran calado. En el caso de las Smart Cities, un subsector del paradigma emergente de la Internet of Things, la revolución proviene básicamente de tres ramas de las nuevas tecnologías de la información: en primer lugar, la mejora en la electrónica integrada que permite diseñar dispositivos muy eficientes y de ultra bajo consumo, de tal manera que pueden funcionar de forma cuasi autónoma recogiendo y enviando información masiva sobre el entorno urbano. En segundo lugar, el desarrollo y la implantación de las redes de radiocomunicaciones digitales de alta capacidad, que nos permiten disponer de conectividad eficiente en casi cualquier rincón de nuestro mundo físico. En tercer lugar, la mejora en la capacidad de tratamiento de grandes volúmenes de datos gracias al cloud computing y a las técnicas de big data. Diez años atrás, sin estas tecnologías, no hubiera sido posible plantear los escenarios actuales de productos y servicios para las ciudades que constituyen el sector de las Smart Cities.
Así pues, en esta nueva edición del SCEWC, con la tecnología a punto y con el mercado madurando a buen ritmo, no podemos esperar otra cosa que la consolidación definitiva de este nuevo sector de actividad, que sin duda va a aportar abundantes beneficios a toda la sociedad, incluyendo un buen número de puestos de trabajo cualificados.