La tecnología motor-en-rueda permitirá ampliar el espacio interior del vehículo y facilitar la conducción
En la actualidad, los vehículos eléctricos aprovechan el mismo hueco del motor de combustión para instalar el accionamiento eléctrico, desaprovechando una de las mayores ventajas del motor eléctrico, su elevada densidad de potencia, o lo que es lo mismo “muchos caballos en muy poco espacio”. Por ello, AIC-Automotive Intelligence Center y Tecnalia, en el marco del proyecto europeo Eunice, han participado en el desarrollo una tecnología que permite aprovechar al máximo la capacidad de los motores eléctricos para suministrar gran potencia en un espacio muy reducido: el motor en rueda.
Así, el objetivo de este motor-en-rueda es conseguir un mayor espacio en el interior del vehículo, lo que permitiría rediseñar el concepto actual que tenemos del vehículo eléctrico, al mismo tiempo que facilita la conducción.
Este sistema, ofrece gran libertad de diseño al fabricante de vehículo, con un aprovechamiento óptimo del espacio. Esto se puede aplicar tanto a vehículos convencionales como a nuevos conceptos de vehículos más rupturistas y adaptados a las necesidades futuras de las Smart Cities. Con este concepto podemos tener un maletero delantero, otro trasero y además, espacio libre entre ambos para acomodar pasajeros o carga adicional.
Adicionalmente, se trata de un sistema muy eficiente en su funcionamiento, de cero emisiones, y que ofrece nuevas posibilidades de control en cada rueda de manera óptima para mejorar la conducción y seguridad del vehículo.
Esta tecnología es el resultado del proyecto europeo Eunice, que han desarrollado conjuntamente 13 socios durante los últimos cuatro años. Durante el proyecto se ha diseñado, desarrollado y validado un conjunto completo de motor-en-rueda que se ajusta a las necesidades de un vehículo eléctrico, superando con éxito todas las pruebas realizadas sobre estrés térmico en condiciones de operación extremas, paseo y comodidad, facilidad de conducción, seguridad y durabilidad para demostrar la alta modularización de la arquitectura del vehículo.
La movilidad europea mediante vehículos eléctricos se ha convertido en un factor clave para el desarrollo de la futura sociedad sostenible. Sin embargo, a pesar de la importancia que se prevé, existen todavía algunas dificultades tecnológicas en el almacenamiento energético y en la propia tracción de los vehículos. Las soluciones basadas en el motor-en-rueda suponen un gran avance en este sentido, hasta el punto de dar lugar a una nueva generación de coches eléctricos.