Nuevos modelos y nuevas tecnologías para la gestión integrada y la optimización del espacio urbano
El aparcamiento es un elemento clave, descuidado a menudo en España, de las políticas públicas de movilidad urbana. Su utilización como recurso de almacenamiento intermodal de vehículos y gestor de flujos vehiculares le sitúa en el corazón de la movilidad y, además, constituye un importante recurso financiero para las colectividades locales. El aparcamiento es un elemento fundamental de control del tráfico y un recurso imprescindible para implementar en nuestras ciudades modelos de transporte multimodales y acordes a los objetivos de desarrollo sostenible en todas las áreas metropolitanas. El aporte tecnológico al desarrollo de nuevos conceptos y aplicaciones de aparcamiento está enfocado a multiplicar su capacidad de servicio a la ciudad y a los ciudadanos y transformarlo en el instrumento que resuelve el equilibrio entre dos derechos fundamentales: el derecho individual a la movilidad y el derecho ciudadano a un espacio urbano de calidad.
Las nuevas tecnologías de compactación del aparcamiento están orientadas a multiplicar la eficiencia en el aprovechamiento del espacio, a mejorar la calidad, flexibilidad y variedad del servicio, y a reducir los impactos sobre el medioambiente, incorporando las últimas tecnologías de gestión de información, de comunicaciones y de compactación mecánica del espacio de almacenamiento de vehículos.
Como sucede en cualquier sistema eficiente, el sistema de movilidad y el subsistema de aparcamiento, se insertan en el supersistema de la ciudad inteligente, vinculados a todas las escalas con todos los agentes involucrados en la gestión integrada: usuarios, operadores, concesionarios, explotadores, gestores de la movilidad urbana y analistas.
Los sistemas de aparcamiento mecánico permiten crear recursos distribuidos de espacio fuera de la calle, replantear la jerarquía del uso del espacio público y la implementación de nuevos usos y modos de movilidad en áreas urbanas densas donde el espacio es escaso y costoso. Las autoridades públicas tarde o temprano se van planteando un cambio de paradigma que supone dar alternativas a la oferta clásica de movilidad vehicular, menos engorrosas, menos contaminantes y menos consumidoras de energía por persona transportada: transporte público, bicicletas y vehículos de dos ruedas motorizados, pequeños coches posiblemente eléctricos, etc.
Las autoridades y los ciudadanos tendrán instrumentos técnicos y de regulación necesarios para adaptar las calles y los espacios públicos para el uso que quieren incentivar: el uso de la bicicleta en la ciudad y en la zona periurbana, circulación a velocidades moderadas para garantizar la seguridad, y llevar a cabo una política reactiva e interactiva de aparcamiento con pertinentes y eficaces medios de incentivos y desincentivos.
El sistema general de aparcamiento (constituido por todos los agentes implicados y los recursos utilizados) debe ser capaz de discriminar entre las distintas clases de vehículos autorizados a circular o estacionar en espacios sensibles o codiciados (además de los servicios públicos de transporte, logística de distribución de mercancías y seguridad), dependiendo de su grado de impacto, contaminación, o del grado de congestión del sistema.
El aparcamiento inteligente debe ocupar su legítimo lugar en las políticas de movilidad y ser concebido en consonancia con las directrices para la planificación de la movilidad en equilibrio e integrado con las distintas opciones de transporte colectivo.
La información recogida, disponible y compartida, entre los operadores de aparcamiento, permite políticas tarifarias flexibles y en tiempo real para gestionar los flujos de movilidad, maximizar el rendimiento de los recursos de aparcamiento y el control de costos, así como la difusión de nuevas tecnologías para el pago. Es responsabilidad de los gestores públicos y de sus servicios técnicos instrumentalizar todas estas nuevas posibilidades desarrollando nuevos modelos y medidas adecuadas no sólo a las necesidades sino también a las potenciales aplicaciones de nuevos modos de aparcamiento en la ciudad, que son tan variados como emocionantes.
El aparcamiento es un eslabón crítico entre dos factores fundamentales para el equilibrio en la movilidad: la intermodalidad y la implementación de nuevas formas de uso eficientes.
Cuatro son los principales factores que determinan una buena complementariedad intermodal:
- Partir de la necesidad especifica de movilidad y no un enfoque modal preconcebido.
- Buscar la complementariedad entre modos sin oponerlos.
- Pensar en interfaces y medios de interacción entre los modos para facilitar la intermodalidad.
- La integración del aparcamiento en la en la política de transporte colectivo debe resolverse en una política tarifaria combinada, en acceso con tickets combinados, en calidad y facilidad de conexión con el transporte público (proximidad, información en los alrededores, clasificación y vías preferentes de acceso).
En cuanto a la implementación de nuevas formas de movilidad eficiente y de bajo impacto, la política de aparcamiento debe acompañar el desarrollo de patrones suaves alternativos y propuestas específicas e innovadoras para fomentar su uso. La conectividad inherente a los sistemas mecánicos de aparcamiento facilita enormemente la mecánica de información, intercambio, pago y monitorización que garantizan la calidad de servicio en estas nuevas formas de uso:
- Incorporación de los vehículos eléctricos. Instalaciones de recarga integradas en el aparcamiento.
- Espacios reservados para vehículos pequeños, lo que permite una mejor ocupación del espacio de estacionamiento a través de un incentivo de tarifa reducida.
- CarSharing: disponibilidad permanente en espacios permanentes o momentáneos para coches en régimen de uso compartido.
- Carpool: tarifas especiales para carpoolers. Reducciones de precio según un principio gradual basado en el número de viajes compartidos en el vehículo.
El acercamiento a la movilidad y los problemas de transporte en la ciudad se ha abierto, desde una visión muy técnica y sectorial, a un enfoque transdisciplinar que supone la emergencia de un nuevo concepto: la movilidad urbana. Este concepto se basa en la idea de que el transporte en la ciudad no es sólo una cuestión técnica, sino también un problema social que tiene que lidiar con nuevas prácticas y soluciones e invita a las ciudades a ampliar su visión del transporte urbano a un enfoque más sistémico y global. Más que un concepto la movilidad urbana es un marco conceptual, lo que significa que es una base para construir recurriendo a las más adecuadas y contextuales herramientas técnicas nuevos conceptos y nuevas ideas. Como muy brevemente hemos apuntado, el aparcamiento es un recurso fundamental en la gestión de la movilidad, las nuevas tecnologías de sistemas de aparcamiento son un instrumento muy poderoso al servicio de los nuevos modelos.
Herramientas, técnica y tecnología para la eficiencia en la ocupación y la gestión del espacio de estacionamiento. Sistemas mecánicos de estacionamiento
Conectividad y capacidad embebida de integración en las redes inteligentes de gestión de recursos urbanos son dos requisitos básicos que hoy tiene que incorporar cualquier herramienta de gestión de recursos en la ciudad. Las nuevas infraestructuras de movilidad y transporte que se están implementando en las ciudades latinoamericanas están privilegiadas por esta conectividad estrictamente contemporánea que dota a la ciudad de un enorme potencial de eficiencia a través de la gestión.
En el campo del estacionamiento hay tecnologías con ya más de 100 años de recorrido aplicadas a la optimización del uso del espacio y la compactación del almacenamiento de vehículos en estacionamientos urbanos. Tecnologías que surgieron como sistemas mecánicos de apilamiento y movimiento de vehículos en el contexto de la dinámica de transformación de las ciudades norteamericanas desde principios hasta mediados del siglo XX, y que a partir de entonces se extendieron a nivel mundial acompañando las necesidades de contextos urbanos en desarrollo, cambio y densificación.
Las tecnologías mecánicas de estacionamiento, en las que se puede resolver la integración, imprescindible para que sean las herramientas de gestión efectivas que pretendemos, de sistemas de información embebidos para la conectividad en red de gestores, operadores, usuarios, a todas las escalas, son hoy sistemas más simples, flexibles, ligeros, versátiles y manejables de lo que lo han sido a lo largo de su larga trayectoria. La incorporación de las Tecnologías de Información y Comunicaciones, TICs, es un hecho que ha multiplicado la versatilidad y, exponencialmente, la interactividad de los sistemas, que son hoy una herramienta capaz de multiplicar, en los términos que hemos explicado, el rendimiento del espacio urbano y a reducir en la misma proporción el impacto y consumo de recursos energéticos, materiales y medioambientales, que las ciudades modernas necesitan invertir en el progreso social.
Las posibilidades de multiplicar la eficiencia del sistema general de movilidad mediante su aplicación son aún mayores porque es un contexto que requiere una enorme y rica variedad de soluciones. Dynamic Park Systems, DPS, incorpora en los últimos 5 años la experiencia de 50 años de desarrollo tecnológico y de 15 años de aplicaciones a la rehabilitación y al desarrollo urbano, de las herramientas mecánicas para el estacionamiento. Cinco años de estudio y reconocimiento de la específica naturaleza y riqueza contextual de las ciudades latinoamericanas: Panamá, Lima, Bogotá, Tegucigalpa o Quito, han puesto a prueba la capacidad de nuestro equipo multidisciplinar para el desarrollo de nuevos modelos de tecnología adecuados al contexto, y nuevos tipos de implantación, de explotación y operación.
Aumento de la eficiencia por compactación
El instrumento de eficiencia que subyace en los sistemas de estacionamiento mecánico es la compactación. La capacidad de integración geométrica, en las tres dimensiones del espacio, de mecanismos sencillos para el movimiento, permite compactar los vehículos en el espacio útil, reducir exponencialmente la superficie y el volumen agotados por cada vehículo, reducir muy significativamente la carga proporcional de espacio dedicado a accesos y circulaciones, y garantizar la facilidad y rapidez de uso mediante sistemas embebidos de gestión de información e interacción con gestores, usuarios, operadores y mantenedores.
Las posibilidades operativas incluyen además nuevos modelos de gestión ultra eficiente, mediante la incorporación del hombre a la operación (un factor que, por ejemplo, no es accesible en el contexto europeo) y que permite resolver implantaciones de estacionamiento público ultracompacto, en zonas urbanas consolidadas o estacionamiento logístico para camiones o autobuses al servicio del comercio, o de infraestructuras e industrias que han quedado integradas en la ciudad en su proceso de crecimiento. La solución a este tipo de necesidades queda fuera del alcance de la técnica y tecnología tradicional de estacionamiento y sus procedimientos operativos. La interacción hombre máquina, que se puede incorporar en este tipo de sistemas aporta una capacidad importante de adecuación a la demanda, eficiencia en la aplicación de recursos y una concepción cibernética que implica sistemas mecánicos dotados de tecnología para su gestión y medios de gobierno para ser gobernados por el hombre. Respecto a una máquina automática, la incorporación del hombre al gobierno del sistema supone la multiplicación de sus prestaciones en la interacción entre la inteligencia artificial y la humana.
Aumento de la eficiencia por flexibilidad, proximidad y escalabilidad
La capacidad de dar el mejor servicio en la justa medida de la demanda, y la de crecer de manera adaptativa a lo largo del tiempo; la posibilidad de fragmentar el espacio de estacionamiento en unidades de mucha capacidad y poco volumen, que puedan crecer según una lógica modular; la versatilidad en la implantación que favorece un importante factor de eficiencia que es la proximidad de los estacionamientos a sus usuarios; y la capacidad de conciliar las escalas micro de cada unidad con la escala macro del conjunto a través de tecnología de información para una gestión integrada, son cualidades de los sistemas mecánicos que se manifiestan con más intensidad cuanto más intensos son los requerimientos y la intensidad de uso de los edificios y los usuarios a los que dan servicio.
Cualquier contexto con alta intensidad de uso es un contexto de oportunidad para la recuperación de recursos desperdiciados. Es exactamente lo que pasa en centros comerciales y hospitales con el espacio dedicado al estacionamiento, cuando optimizamos y liberamos espacio para los usos principales, y a la vez multiplicamos la flexibilidad y la capacidad de los estacionamientos con sencillas tecnologías mecánicas.
Multimodalidad
En la ciudad contemporánea, la multimodalidad es un poderoso factor de eficiencia. Todas las escalas y modos de transporte individual y colectivo están vinculadas en el sistema general de movilidad, y la casuística de transferencia de recursos de transporte y movilidad individual vinculadas a distintos tipos de uso, contexto urbano o papel articulador en las redes de transporte es también muy amplia y variada.
La multimodalidad en los estacionamientos se materializa en la integración del espacio y de la información, de los diferentes modos de transporte como recurso multiplicador de la gestión de la adaptabilidad de los sistemas al medio y a los usuarios. En Latinoamérica las variantes multimodales de estacionamientos mecánicos se multiplican para dar soluciones integrales al desarrollo, urbanístico, y económico, de las áreas de expansión y para resolver con efectividad las distintas necesidades de amplias áreas de ciudad consolidada, donde las soluciones tradicionales no podían resolver ni el encaje en el espacio ni la conectividad necesaria para una gestión eficiente.
Adecuación al contexto
Muchas de las oportunidades de eficiencia en las actuaciones de estacionamiento urbano están directamente relacionadas con la contextualidad. La morfología de los espacios y los edificios, la intensidad de uso de los estacionamientos, la interacción o el potencial de interacción con otros usos es objeto en cada contexto urbano de modelos de implantación particulares fruto de la versatilidad y flexibilidad del repertorio de soluciones abiertas de los sistemas mecánicos de estacionamiento.
Como decíamos al principio de este artículo, la variedad y diversidad de contextos urbanos es un rasgo característico de la ciudad contemporánea latinoamericana al que se agrega la dinámica de transformación de densidades y usos que hemos descrito. Las tres figuras que presentamos a continuación presentan algunos de los muchos desarrollos conceptuales que DPS ha desarrollado en sus proyectos latinoamericanos. En todos ellos la compactación y eficiencia en el uso del espacio y la optimización de la gestión han determinado la mejora del rendimiento y la rentabilidad de la operación, y en otros la viabilidad.
Fig. 6. La rehabilitación de áreas urbanas homogéneas, centrales y consolidadas, como es el caso del Casco viejo de Cuidad de Panamá, activada por la conexión a las nuevas infraestructuras de transporte público, tiene un importante componente social y económico que sólo se resuelve si los residentes y comerciantes tienen acceso a dotación de estacionamiento en un contexto de movilidad regulada y restringida. La red de estacionamientos para residentes debe integrar recursos para la gestión de la carga y descarga y del transporte colectivo, dos vectores de movilidad fundamentales para el desarrollo turístico. Fuente. Dynamic Park Systems, DPS Panamá.
Sistemas integrados de gestión y control
El crecimiento de las ciudades plantea enormes retos y oportunidades a los sistemas integrados de gestión y control. La posibilidad de que las ciudades sean más eficientes en la gestión de la movilidad y el estacionamiento empleando tecnologías avanzadas para recopilar más datos y de mayor calidad, analizarlos de forma inteligente y conectarlos mediante redes más eficaces es una oportunidad común. Esto se traduce en servicios más eficientes y orientados a las necesidades específicas de los ciudadanos.
Las ciudades comienzan a utilizar soluciones más inteligentes en el suministro de agua, tratamiento de aguas residuales, suministro de electricidad y seguridad pública. Sin embargo, el área en el que la adopción de esta clase de soluciones ha avanzado más es posiblemente el transporte, ya que muchas ciudades han desplegado sistemas de transporte inteligentes y otras tantas planean utilizarlos como parte de sus estrategias de movilidad. La integración plena de los sistemas de estacionamiento en los sistemas generales de movilidad pasa por la integración de la gestión de la información.
Prácticamente todas las ciudades están desarrollando estrategias para superar sus dificultades e incrementar la disponibilidad de estacionamiento, normalmente modificando la cuota correspondiente a cada medio de transporte y mejorando los servicios en general. En este sentido, casi todos los responsables de movilidad señalan la importancia de implantar sistemas de estacionamiento inteligente:
- Gestión integrada de tarifas
- Mejora de la gestión de la relación transporte/ estacionamiento / usuario
- Predicción de flujo vehicular y disponibilidad de estacionamiento
- Mejora de la gestión del transporte y del tráfico en relación al estacionamiento
- Información al viajero y servicios de asesoramiento
- Cobro por uso de los recursos de estacionamiento integrados
- Tarifas de estacionamiento variables como recurso de actuación sobre el flujo de movilidad.
Las estrategias de los diferentes modos de estacionamiento de la ciudad deben integrarse como parte de una estrategia de transporte urbano coherente y estar alineadas con las estrategias del gobierno municipal en otros ámbitos (la planificación territorial, por ejemplo) e incluso coordinadas con los planes del gobierno regional y nacional.
Conocer las pautas de demanda y utilización del usuario es muy útil para desarrollar las estrategias de estacionamiento adecuadas. Las ciudades más importantes están empleando estos datos para clasificar a los usuarios por grupos, de forma que sea posible optimizar los horarios, así como comunicarse de modo transparente y específico con grupos concretos (enviando, por ejemplo, avisos de texto sobre disponibilidad variable de estacionamiento y tarifas, y aconsejando alternativas para el desplazamiento y el estacionamiento al lugar de trabajo o de actividad comercial o de ocio). Veremos cómo con un sistema integrado se formulan ofertas al viajero que no solamente constituyen una mejor propuesta de valor para éste, sino también para la ciudad.
Para aprovechar en su máxima extensión estas capacidades, los gestores del sistema de estacionamiento deben aproximarse mucho más a los usuarios. Paulatinamente tendrán que emplear técnicas utilizadas en el comercio, como sistemas de gestión de la relación con el cliente, que sustenten y refuercen la relación con los usuarios y analicen sus datos. Se recogerá información sobre los trayectos del usuario, sus preferencias en servicios de estacionamiento y pautas de compra, igual que se hace actualmente en el comercio minorista.
Una vez que conozcan las pautas de estacionamiento de los usuarios, las autoridades municipales podrán influir en su comportamiento con mayor facilidad mediante incentivos y prescripciones.
La integración de servicios también ayuda a los gestores del sistema de movilidad a prestar un servicio más eficaz. Al compartir información de diferentes fuentes, pueden construir una panorámica holística de la demanda y suministro de estacionamiento y adoptar decisiones destinadas a optimizar el comportamiento en red.
Desde el punto de vista organizativo, el modelo ideal es una gestión integrada que algunas ciudades ya han establecido y otras esperan establecer. Con independencia de su estructura organizativa, es importante que todos los que trabajen en la planificación y suministro del estacionamiento de la ciudad puedan trabajar de forma colaborativa con apoyos políticos reales. Esto conlleva la coordinación entre las soluciones tecnológicas de gestión de información y comunicaciones, que pueden mejorar la experiencia del usuario e integrar los modos de estacionamiento, mejorar la calidad y fiabilidad de los modos preferidos, y sistemas de tarificación dinámicos (precios de los billetes, tarifas de estacionamiento más elevadas en el centro urbano, tarificación basada en emisiones, tarifas variables según calendario, horarios, ocupación, etc.). En la mayoría de los casos, será necesaria una combinación de mejoras en el servicio e incentivos, con prescripciones restrictivas para modificar las pautas de comportamiento del usuario.
Otras preocupaciones relativas a la implantación incluyen la necesidad de gestionar adecuadamente los cambios y anticiparse a la posible resistencia del personal y los usuarios a las nuevas configuraciones de estacionamiento con nuevas tecnologías. Por ejemplo la necesidad de responder a la resistencia de los usuarios con respecto al uso de tecnologías que pueden amenazar su privacidad, como el reconocimiento de placas de matrícula. Podemos aprender de aquellos que han implantado con éxito sistemas de información complejos, tanto en el estacionamiento como en otros sectores. Varias ciudades destacan la importancia de contar con equipos de proyecto eficaces, con el equilibrio adecuado entre cualificación técnica y capacidad de gestión de proyectos complejos.
Parte de la gestión de la implantación implica medir el progreso obtenido en relación con la estrategia de movilidad de la ciudad empleando parámetros de medición claramente definidos. Compartir más información relacionada con la interacción tráfico – estacionamiento, de forma transparente y comunicar los objetivos y progresos también ayuda a incrementar el respaldo público. Cada vez más, las ciudades comparten sus progresos con el ciudadano empleando sitios web y medios directos y personales de intercambio de información. Los indicadores de rendimiento también están cambiando y, además de los parámetros tradicionales, como porcentajes modales, duración de trayectos, etc., en la actualidad muchas ciudades recogen otros parámetros más orientados al usuario, especialmente en lo referido a su satisfacción, muy vinculados al uso de estacionamientos.