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La necesidad de conciliar necesidades divergentes

Salva Bravo Nebot

12/06/2024

El pasado 21 de mayo la Fundación Alternativas, en colaboración con Acciona, celebró el webinar ‘El reto del agua en España’ en el que se confirmó a necesidad de encajar la actividad creciente del regadío en una gestión del agua más responsable, eficiente y sostenible. Un concepto, el de la sostenibilidad, que —no podemos olvidarlo— tiene tres vertientes: medioambiental, social y económica. El diálogo que se establece entre el cuidado de un bien tan escaso e irregular como el agua y su principal demandante, la agricultura, fue el eje sobre el que gravitó el interesante debate del que realizamos un breve resumen.

Imagen de los participantes en el debate
Imagen de los participantes en el debate.

Los participantes en la charla fueron Francisca Baraza, comisionada del Ciclo del Agua y Restauración de Ecosistemas del Miteco; Sofía Tirado, investigadora en el Programa de Energía y Clima del Real Instituto Elcano, y Gabriel Sevillano, gerente de Agua para Agricultura en Acciona. Todos ellos fueron moderados por Sara Acosta, directora de la revista ‘Ballena Blanca’.

El webinar, ‘palabro’ que quizá deberíamos sustituir por otro más amable, fue presentado por el director del Área de Sostenibilidad de la Fundación Alternativas, José Luis de la Cruz Leiva, quien expuso los objetivos del debate, en el que abordaron los retos a los que debe hacer frente España, que cuenta con recursos hídricos limitados y es, en gran parte de su geografía, un país semiárido. Además, prosiguió De la Cruz, nuestro país se enfrenta a un creciente estrés hídrico debido a la desertificación y a una demanda de agua cada vez mayor que a menudo supera la disponibilidad natural. Las anticuadas infraestructuras, con un alto índice de pérdidas de alrededor del 30% en la distribución del agua, complican aún más la situación, lamentó.

Los efectos del cambio climático, incluido el aumento de la temperatura y fenómenos meteorológicos extremos como sequías prolongadas, agravan la situación de emergencia en varias regiones españolas. Las consecuencias son graves y afectan al medio ambiente por la degradación de los ecosistemas hídricos, la pérdida de biodiversidad y la desertificación. Esta realidad tiene consecuencias sociales, puesto que existen conflictos y tensiones por el acceso al agua entre distintos territorios y sectores. Desde el punto de vista económico, sectores como la agricultura, la energía y el turismo se ven afectados por la escasez e irregularidad de los recursos hídricos.

El difícil equilibrio

En su primera intervención Acosta hizo referencia al hecho de que sectores económicos demandantes de agua ejercen una presión sobre este recurso en zonas de alto valor ecológico como humedales y ecosistemas acuáticos, entre las que citó las Tablas de Daimiel, el Parque Nacional de Doñana y el Mar Menor. Baraza, quien también citó al Delta del Ebro y a la Albufera de Valencia, se refirió a la importancia de abordar la gestión del agua desde una perspectiva tanto ambiental como socioeconómica, puesto que su disponibilidad y calidad afecta a la sostenibilidad presente y futura de la vida en el planeta y de las generaciones futuras, pero también tiene consecuencias directas sobre la actividad económica predominante en crecientes zonas de la geografía española.

La comisionada del Ciclo del Agua y Restauración de Ecosistemas del Miteco —quien remarcó en varias ocasiones la menor disposición de recursos hídricos, que son cada vez más irregulares— subrayó la importancia de los humedales y su integración con su entorno físico, y alertó sobre los importantes problemas causados por el incremento en el uso del agua en las últimas décadas, que amenazan su supervivencia.

Ante la crisis vivida en 2021 en el Mar Menor, agregó Baraza, el Gobierno central, a través del Miteco, estableció una hoja de ruta muy ambiciosa denominada ‘Marco de Actuaciones Prioritarias’, destinado a revertir los daños ambientales de la laguna murciana. El programa, dirigido por el citado ministerio, lleva dos años en marcha y se centra en abordar el uso ilegal del agua, sobre todo en la agricultura, y la necesidad de considerar como protegido todo el territorio que rodea a los humedales para así atajar eficazmente “las causas profundas del problema”. Baraza llamó la atención sobre el reparto competencial del agua y abogó por abordar las cuestiones estructurales en lugar de limitarse a aplicar soluciones a corto plazo. En este sentido, dijo que no es adecuado aplicar medidas paliativas, que no resuelven los problemas, sino ir a las causas que provocan esas situaciones de precariedad.

La comisionada del Ciclo del Agua y Restauración de Ecosistemas del Miteco dijo que es importante evaluar el uso del agua que se hace en las zonas colindantes a estos humedales, que están imbricados en sus territorios más cercanos.

En el caso concreto del Mar Menor, la principal causa de la contaminación que sufre la laguna es, principalmente, el uso excesivo de nitratos procedentes de las prácticas agrícolas, señaló Baraza, quien agregó que para hacer frente a estos problemas medioambientales “es esencial comprender las causas profundas e implementar acciones prioritarias, incluyendo la vigilancia y el control de las administraciones públicas para establecer el equilibrio necesario entre la explotación y la capacidad de los recursos. Descuidar este equilibrio puede acarrear consecuencias medioambientales y socioeconómicas indeseables”.

Ahondando en esa línea argumentativa, Baraza señaló que en el Mar Menor la contaminación ha provocado una disminución del 40% del valor de las propiedades urbanísticas debido al impacto negativo sobre el turismo de ese deterioro medioambiental de la laguna. Esta situación, poliédrica, requiere una intervención integrada, con diferentes administraciones que deben coordinar las acciones, concluyó la comisionada.

El rendimiento de los cultivos de secano es mucho menor y más irregular que el de los de regadío
El rendimiento de los cultivos de secano es mucho menor y más irregular que el de los de regadío.

La sostenibilidad en su triple vertiente

“En España, paradójicamente, el regadío no deja de aumentar”, afirmó Acosta, que dio paso a Sevillano, a quien le preguntó si tiene sentido seguir ampliando las hectáreas de cultivos de regadío en un país con los problemas hídricos que sufre España. El gerente de Agua para Agricultura en Acciona, respondió con otra pregunta: ¿Está preparada España a renunciar a su soberanía alimentaria? Y a continuación dijo que el regadío supone el 15% de la superficie de cultivo nacional, de la que se obtiene el 60% de la producción total española. El reto, apuntó el gerente de Agua para Agricultura en Acciona, es producir más con menos agua, haciendo hincapié en la eficiencia como solución clave.

Sevillano —quien destacó el papel que juegan los sistemas de regulación para almacenar el agua de las lluvias torrenciales— dijo que siempre que el regadío no comprometa la sostenibilidad en su triple vertiente: medioambiental, económica y social, “será necesario más regadío”. El representante de Acciona ofreció datos del Instituto Nacional de Estadística, según los cuales en 2023 se consumieron en España 22.000 hectómetros cúbicos de agua, aunque otras fuentes elevaron esa cifra, por lo que propuso como cantidad de agua consumida en nuestro país a lo largo del pasado año de 25.000 hectómetros cúbicos, de los que el 80% se destinó al regadío. El peso del destino agrícola del agua hace, prosiguió Sevillano, que alcanzar un ahorro en este consumo propicie un retorno muy elevado.

Acosta dio paso de nuevo a Baraza, quien argumentó que, en su opinión, no es posible incrementar la superficie de regadío. Sí coincidió con Sevillano en la necesidad de optimizar el uso del agua, en reducir las pérdidas que se siguen produciendo en las conducciones e infraestructuras, también en el ámbito urbano. La comisionada se mostró partidaria de ir hacia una agricultura “más sostenible y adaptativa, teniendo en cuenta las condiciones específicas de cada territorio y los recursos disponibles”. También mencionó el uso “de recursos hídricos no convencionales, como la desalinización y la reutilización de aguas depuradas, para complementar las necesidades de agua de la agricultura”. Baraza, quien también se refirió a la necesidad de realizar un uso más sostenible del suelo, señaló que la tasa de reposición de agua en muchas zonas no se alcanza; es decir, se extrae más agua de la que la naturaleza reintegra a humedales y acuíferos, algunos de los cuales están muy contaminados.

La comisionada del Ciclo del Agua y Restauración de Ecosistemas del Miteco dijo que es importante evaluar el uso del agua que se hace en las zonas...
La comisionada del Ciclo del Agua y Restauración de Ecosistemas del Miteco dijo que es importante evaluar el uso del agua que se hace en las zonas colindantes a estos humedales, que están imbricados en sus territorios más cercanos.

La tecnología, una aliada ineludible

Por su parte, Sofía Tirado, del Real Instituto Elcano, puso el foco de la importancia de la reutilización del agua, de la utilización en aquellos usos que lo admitan legalmente del agua regenerada. España, dijo Tirado, necesita mejorar la integración de todos los recursos disponibles. En este punto recordó que el marco normativo nacional permite el uso de agua reutilizada en la agricultura, pero no para consumo de boca; mientras que, en países como Estados Unidos, Singapur o Israel, el uso de agua regenerada para el consumo humano “ha demostrado su eficacia durante periodos de fuerte escasez agua”.

España lleva décadas utilizando este recurso, pero en opinión de Tirado su aprovechamiento no está evolucionando lo suficientemente rápido. En España se reutiliza aproximadamente el 10% del agua depurada, con variaciones entre las distintas comunidades autónomas. Murcia, por ejemplo, alcanza hasta el 98% de reutilización. “España tiene una gran oportunidad de aprovechar mejor este recurso no convencional”, instó Tirado, quien aportó datos de una encuesta sobre la percepción de la población española sobre el cambio climático en la que se preguntó si las personas consultadas estarían dispuestas a consumir agua regenerada, a lo que el 20% respondió afirmativamente.

Sevillano apuntó que los agricultores de zonas en las que los recursos hídricos sufren sobreexplotación ya utilizan una mezcla de fuentes de agua convencionales y no convencionales (como agua desalinizada y depurada) para continuar con su actividad. Se trata de una solución necesaria, ya que las fuentes de agua convencionales son cada vez más escasas e irregulares, afirmó el gerente de Agua para Agricultura en Acciona.

Sevillano —quien destacó el papel que juegan los sistemas de regulación para almacenar el agua de las lluvias torrenciales— dijo que siempre que el...
Sevillano —quien destacó el papel que juegan los sistemas de regulación para almacenar el agua de las lluvias torrenciales— dijo que siempre que el regadío no comprometa la sostenibilidad en su triple vertiente: medioambiental, económica y social, “será necesario más regadío”.

La distancia entre precio y coste

Baraza hizo referencia a la necesidad de incorporar la internalización de los costes ambientales y aplicar un enfoque integrado respecto al uso agrícola del agua. Admitió que cada proyecto y cada región deben analizarse individualmente, pero subrayó la necesidad de encontrar un punto de encuentro para que, frente al cambio climático, se pueda conjugar la escasez de recursos hídricos y la soberanía alimentaria. La comisionada dijo que las cuestiones macroeconómicas son importantes, pero las locales —relacionadas con la microeconomía— son las que de forma más cercana afectan a la vida de las personas. En este turno de palabra, Baraza apuntó que es necesario evitar episodios de sobreproducción como el vivido recientemente con las 400.000 toneladas de limones no recogidas en diversas zonas agrarias nacionales. En este punto también se hizo referencia a la necesidad de asegurar la pervivencia del suelo, tan exigido.

“La demanda de agua debe ser atendida por las tecnologías que aseguran la producción de aguas no convencionales, teniendo en cuenta que la demanda no puede crecer mucho más”, alertó Sofía Tirado. La cercanía de las elecciones al Parlamento Europeo, añadió, ha puesto en el centro del debate público la protección del entorno natural. Y la reciente aprobación del reglamento de reutilización de agua confirma que las autoridades comunitarias consideran esta técnica una medida necesaria para asegurar el suficiente suministro de este bien.

En este sentido, Tirado se mostró partidaria de aplicar medidas a largo plazo y dejar de legislar y decidir inversiones con una mirada cortoplacista. Fue en este punto en el que Tirado hizo referencia al Pacto Azul (equivalente al Pacto Verde) que aboga por realizar un uso más eficiente del agua. Además, la investigadora del Instituto Real Elcano señaló el retraso en la aprobación de la Iniciativa Europea de Resiliencia Hídrica, que pretende aplicar medidas para gestionar de forma más adecuada situaciones de sequía, pero también las inundaciones.

Tirado se mostró partidaria de aplicar medidas a largo plazo y dejar de legislar y decidir inversiones con una mirada cortoplacista...
Tirado se mostró partidaria de aplicar medidas a largo plazo y dejar de legislar y decidir inversiones con una mirada cortoplacista.

Una visión holística y más amplia

Tanto Tirado como Baraza y Sevillano se mostraron partidarios de la creación de un órgano regulador que gestione de forma más general los costes reales y las cifras de la demanda y, también y entre otras, de las pérdidas que se producen en las redes de distribución secundarias. “Se necesita un Observatorio del Agua, una posibilidad sobre la que ya se ha debatido en el seno de Miteco. De hecho, durante la pandemia se creó una mesa de trabajo para evaluar el consumo en el ciclo urbano del agua”, relató Baraza, quien añadió que durante ese proceso se hizo evidente la inexistencia de datos fidedignos que permitan tomar una fotografía real y unificada del ciclo integral del agua del consumo humano en España. Baraza hizo referencia al PERTE de Digitalización del Agua y de las inversiones que se están derivando a los ayuntamientos, otras administraciones y empresas para modernizar la gestión del agua. A pesar de los avances, la comisionada lamentó que “queda mucho trabajo por hacer para alcanzar una situación óptima”.

Sevillano —quien destacó la labor que desarrollan las comunidades de regantes, un modelo de gestión copiado en otros países— subrayó la colaboración existente en el ámbito agrícola a la hora de afrontar las cuestiones relacionadas con el uso del agua gracias a la figura y el papel que juegan las comunidades de regantes. El gerente Agua para Agricultura en Acciona lamentó que excesiva burocratización para cumplir asuntos como la trazabilidad de productos dificulta esa tarea por parte de los agricultores de mayor edad. Además, remarcó que ante problemas complejos no se pueden aplicar soluciones sencillas.

En la parte final del debate los participantes coincidieron en la necesidad de concienciar a la juventud sobre los problemas medioambientales y en concreto acerca de la escasez de agua. Baraza, dijo que “no hay economía sin ecología”, un punto en el que incidieron Tirado y Sevillano, quienes remarcaron la necesidad de incluir la vertiente económica y transmitirla a la sociedad.

Los ponentes debatieron acerca del impacto ambiental que generan las presiones económicas sobre los sistemas hídricos
En el debate se hizo referencia al elefante en la habitación (ineludible en estas charlas): el precio que se paga por el agua en España no cubre los costes ambientales, económicos y sociales de su ciclo integral

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