¿Qué es la movilidad sostenible?
Matias Esoin. Responsable de Carga Eléctrica y Producción de Alvic
03/11/2023La necesidad de cambiar nuestro modelo de desarrollo hacia uno más sostenible (debido a los efectos negativos del crecimiento económico, medio ambiente o bienestar social) es real y necesario. El desarrollo sostenible se presenta como un nuevo paradigma que busca mejorar la calidad de vida de las personas en la actualidad y en un futuro mediante la gestión responsable de los recursos naturales. De este modo, la movilidad sostenible, surge como una alternativa al modelo actual de movilidad que engloba el transporte como única solución a los problemas. Asimismo, la movilidad sostenible, abarca un nuevo modelo de transporte acorde con las distintas exigencias ambientales del desarrollo sostenible.
Del desarrollo sostenible a la movilidad sostenible
El desarrollo sostenible es un concepto que se refiere a satisfacer las necesidades presentes (sin comprometer a las futuras). Básicamente, el concepto es el de equilibrar aspectos económicos, ambientales y sociales para lograr un progreso alcanzable sostenible a largo plazo.
De hecho, la movilidad sostenible dentro del concepto del desarrollo sostenible siempre ha sido un asunto crucial para lograr un desarrollo sostenible más amplio.
Efectivamente, al adoptar puntos de vista más sostenibles en el ámbito de la movilidad, se puede reducir rápidamente el impacto negativo del transporte y promover un futuro sostenible y equilibrado.
Movilidad sostenible
La movilidad sostenible es un concepto ‘dinámico’. Es posible encontrar variabilidad en su definición y enfoque específico en distintos contextos. De hecho, su propio significado ha evolucionado con el tiempo y se ha adaptado a las realidades actuales con sus necesidades cambiantes.
Entendemos como movilidad sostenible, a todo aquello que hace referencia a un enfoque de transporte que busca minimizar el impacto negativo en el medio ambiente, la economía y la sociedad.
A lo largo de la historia el concepto ha evolucionado mucho más allá de la simple comprensión de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, hoy por hoy, su significado de alguna manera es capaz de englobar aspectos fundamentales tales como:
- Equidad del acceso al transporte.
- Seguridad vial.
- Calidad del aire.
- Salud pública.
- Movilidad urbana sostenible.
- Multimodalidad.
- Planificación urbana integrada.
- Promoción del transporte público eficiente.
- Fomento del transporte no motorizado (caminar, bicicleta, patinetes, etc.).
- Implementación de tecnologías limpias en los vehículos.
- Mejora de las infraestructuras para una movilidad eficiente y segura.
La energía
La energía siempre ha sido esencial para todas nuestras actividades como individuos y como sociedad moderna. Existen varias definiciones donde se explica que la energía es un atributo físico y presente en cualquier sistema físico que puede manifestarse en forma de trabajo útil o de calor.
La energía que requieren los seres humanos debería de ser absolutamente esencial, segura y limpia. La energía no solo es fundamental, sino que es una necesidad diaria en todas nuestras interacciones con lo que nos rodea: la utilizamos a diario en forma de combustibles fósiles, electricidad, calor y hasta para cocinar o mantener nuestra comida fresca.
A partir del año 2018 las principales fuentes de energía primaria del mundo consistieron en petróleo (34%), carbón (27%) y gas natural (24%). Estas estadísticas representan una participación del 85% de los combustibles fósiles en el consumo de energía primaria mundial (Imagen 1).
Lo que nos lleva a un punto como sociedad en donde nos encontramos de frente con un desafío pivotante, dado que el consumo actual de energía que estamos generando no solo es degenerativo, sino que también es mayormente finito. Este consumo desmedido y la búsqueda de confort constante seguirá incrementando y es nuestra responsabilidad encontrar maneras “regenerativas” de apaciguar un impacto de esta magnitud.
Fuentes de energía primaria y secundaria
Los consumidores de energía primaria más destacados son la industria, el transporte y el sector residencial. Estos tres sectores son los principales consumidores de recursos primarios en forma de electricidad. De hecho, estos sectores consumen aproximadamente dos tercios de los recursos fósiles (Nuclear power for everybody - What is nuclear power, 2023).
Las principales fuentes de energía primarias del mundo se encuentran en forma de petróleo (34%), carbón (27%) y gas natural (24%), que representan cerca de un 85% del consumo total de energía primaria mundial.
Esta energía primaria (EP) es un recurso energético que se encuentra directamente en la naturaleza sin haberse sometido a ningún proceso de transformación. Y como es de imaginar, estas son capaces de tomar diversas formas, como, por ejemplo, energía solar, energía fósil, energía nuclear, energía geotérmica o energía mareomotriz.
Por otro lado, las fuentes de energía secundarias deben producirse a partir de fuentes de energía primaria mediante consumo directo de energía primaria o transformándolas.
Estas conversiones nunca llegan al 100% del rendimiento teórico debido a las leyes de la termodinámica, pero son de alguna manera las que nos permiten “mover” la energía de forma útil de un lugar a otro (considerémoslas como portadoras de energía): electricidad, gasolina, hidrógeno, e-combustibles.
Las fuentes de energía secundaria, al derivarse de fuentes de energía primaria, pueden sin lugar a duda presentar diferentes desafíos: como puede ser la dependencia de estos recursos, los problemas de suministro, la volatilidad de precios, las emisiones de gases de efecto invernadero o la dificultad de almacenamientos efectivos.
Lo que nos obliga a ser capaces de aportar un enfoque integral cuando hablamos de movilidad, que considere todos estos aspectos técnicos, no deje de lado la viabilidad económica de estos proyectos, tenga siempre presente el impacto directo e indirecto que ejercen sobre el medio ambiente o sus recursos y contemple la aplicación social de una plataforma de promoción sostenible y acceso pleno.
Eficiencia de conversión y almacenamiento de energía
La energía la podemos interpretar de diferentes maneras, pero en todas las transformaciones que ésta experimenta existe un factor común y ese es el de “pérdidas”.
No obstante, el ser humano a lo largo de la historia ha sido capaz de idear diferentes métodos de conversión de energía con el fin de almacenarla o convertirla/transferirla de un objeto a otro:
- Energía térmica →Energía mecánica: motores, vapor o combustión.
- Energía cinética → Energía eléctrica: generador eléctrico.
- Energía química →Energía eléctrica: batería.
- Energía eléctrica → Calor: calentador eléctrico
- Energía química → Calor y luz: fuego
Eficiencia energética
El concepto que persigue la eficiencia energética en todos los procesos en donde se aplique es sencillo a primera vista: se trata de optimizar la cantidad de energía utilizada para lograr un objetivo determinado, reduciendo de esta manera la demanda de recursos necesarios, y mejorando el rendimiento de proceso. Por ende, reduciendo el consumo de energía y sus emisiones asociadas.
Con un enfoque así, lo que se busca conseguir es minimizar el impacto ambiental de cualquier proceso, mejorar su viabilidad económica a nivel de negocio y como subproducto también liberar recursos para su reaprovechamiento en otros procesos.
Según la AIE (Agencia Internacional de Energía), la eficiencia energética mejoró un promedio de un 1,8% anual entre 2015 y 2019 pero aún es insuficiente para alcanzar los objetivos a largo plazo. Además, en el informe Energy Efficency 2020 de la AIE, se estima que se implementarán medidas adicionales mundiales para reducir las emisiones de CO2 en un 40% para el año 2040.
Asimismo, la Unión Europea (UE), ha sido líder en eficiencia energética los últimos años y ha marcado unos objetivos futuros para mejorarla aproximadamente en un 32,5% para el 2030.
El consumo de la energía
A nivel mundial, según las tendencias y desarrollos recientes los sectores que tienen mayores consumos de energía son:
- Industria: fabricación, minería, producción de bienes y procesos industriales.
- Transporte: aviones, automóviles, camiones, trenes y barcos.
- Comercial y residencial: edificios residenciales y comerciales con su calefacción, refrigeración, iluminación, etc.
- Agricultura: maquinaria agrícola, riego, procesado de alimentos, transporte de productos, etc.
Las políticas energéticas, la eficiencia energética y la adopción de tecnologías más limpias, influyen directamente en los patrones de consumo de energía en cada sector mencionado.
Soluciones para un desarrollo sostenible
Actualmente, existen distintas soluciones y enfoques para promover el desarrollo sostenible.
Este desafío no solo busca mitigar aspectos propios del cambio climático, sino que también fomenta una mejora de la equidad social. No nos olvidemos de que la movilidad es un derecho social, y todos deberían de tener acceso a un transporte digno.
La colaboración a nivel global, la participación de gobiernos, empresas del sector privado y la sociedad son una pieza clave en la adopción de políticas y medidas correctivas que busquen el bien mayor.
Algunas de propuestas que estamos acostumbrados a oír son las energías renovables, la eficiencia energética, los transportes sostenibles, la economía circular, la conservación y sostenibilidad de la tierra y océanos, la educación ambiental, la reducción de residuos plásticos, la acción climática, el acceso de agua potable, la innovación tecnológica, los derechos humanos y equidad social, el desarrollo urbano sostenible y la educación y capacitación.
Y el mismo ejercicio, en el ámbito de España, se ve de la siguiente manera:
Cada peldaño de la pirámide sea cual sea la que tengamos suerte de atestiguar en nuestro camino, es una pieza fundamental del rompecabezas. Pero no nos olvidemos de que todos estamos conectados y ninguna decisión se lleva adelante sin un coste.
La energía que consumimos, la infraestructura de recarga, los diversos métodos de almacenamiento, los vehículos que utilicemos, la salud de las personas, las ciudades y su urbanismo, el cobro de operaciones bancarias, la seguridad de la información... son todo factores que no existen uno sin el otro. Por lo que cuando hablemos de movilidad sostenible, no nos olvidemos de lo que realmente significa movernos y ser sostenibles.