Noticia publicada en la revista Potencia en 1995

A principios del mes de octubre tiene lugar la tercera edición de Ficop, en el madrileño recinto ferial de Juan Carlos I. Además de volver a poner sobre la mesa la clara influencia de la coyuntura económica sobre los certámenes del sector de la construcción y las obras públicas, planteó una serie de cuestiones que deben plantearse con frialdad tanto el comité organizador como el técnico. Y es que este certamen, pese al encomiable esfuerzo de sus organizadores sólo convence a unos pocos. Las cifras hablan por sí mismas: si en 1991 hubo 247 expositores directos, en 1993 pasaron a ser 120. En esta edición de 1995 sólo se han dado cita 87. A esto se le añade el hecho de que en ninguna de las tres ediciones se han encontrado stands de prensa técnica, solamente se exhibían maquinaria, componentes o productos para el sector. Por otro lado, las cifras de visitantes tampoco arrojan mucho optimismo: si en 1991 ésta fue de 17.544, en 1993 se bajó a 7.545. La subida registrada en esta edición no es suficiente, ya que ésta ha alcanzado los 12.308. Una razón para que se de esta situación es la peculiar situación económica por la que pasa el sector. Si bien la situación no es, en absoluto, peor que hace dos años, tenemos que, por un cúmulo de circunstancias ajenas al sector, no hay seguridad y certidumbre en los compradores y vendedores.