Noticia publicada en la revista Potencia en 1993

La edición del presente año de Conexpo celebrada en Las Vegas, no ha sido ni mejor ni peor que las anteriormente celebradas, sino que ha sido simplemente distinta. Y lo ha sido por diferentes motivos. Por una parte, había un gran número de expositores de compañías medianas y pequeñas y una absoluta ausencia de grandes compañías y, por otra parte, y por primera vez, participaron muchas compañías no norteamericanas y no asociadas a CIMA:

Tan radicales cambios y el no buen momento del negocio de la construcción en la casi totalidad de los países más industrializados, llenaba de dudas a los organizadores respecto a la asistencia de visitantes. Este tan importante capítulo para el éxito de un certamen se saldó con la cifra de 97.000 visitantes profesionales, la tercera mayor, en los 84 años de historia, del certamen norteamericano por «excelencia maquinaria para construcción obras públicas. De dicho total, el 25% fueron visitantes extranjeros. Hasta esta edición del 93 la tónica general de Conexpo, respecto a los expositores, se caracterizaba por la asistencia de grandes fabricantes ocupando enormes stands en los que el atractivo diseño, el despliegue de medios y las espectaculares azafatas e incluso las atracciones profesionales que se realizaban conferían al conjunto la categoría de espectáculo de comedia musical. Con toda esa atrayente envoltura se concitaba una continuada presencia de visitantes a los que mostrar los más recientes modelos, prototipos en su mayoría, próximos a ser comercializados.

Todo ha cambiado en estos últimos años de Conexpo. Las grandes compañías hacen desde los pasados seis años auténticos equilibrios para salir o en el mejor de los casos para no caer en números rojos