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“Hay que elegir sistemas de bombeo múltiples siempre que sea posible”

Entrevista a Lidia Carpi, responsable de Desarrollo de Negocio de Edificación de Xylem en Iberia

Redacción Interempresas22/06/2021

Según datos del INE a finales de noviembre de 2020, el consumo medio de agua en los hogares españoles en 2018 fue de 133 litros por habitante y día, un 2,2% menos que en 2016. El coste unitario del agua bajó un 2,0%, hasta 1,91 euros por metro cúbico. Se calcula que cualquier alteración realizada en el ciclo natural del agua por el hombre necesita entre 0,37 y 8,5 kWh dependiendo de la fuente de agua para obtener 1 metro cúbico de agua potable. Analizando estos datos, parecería que España no sufre escasez o estrés hídrico, pero en realidad no es así. Tuvimos la oportunidad de hablar de ello con Lidia Carpi, responsable de Desarrollo de Negocio de Edificación de Xylem en Iberia para que nos explicara lo que realmente significan estas cifras.

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Los factores humanos que afectan el déficit hídrico son el crecimiento de la población, la urbanización, crecimiento de la renta que comporta mayor consumo de agua, e intrusión salina por la sobreexplotación de los acuíferos costeros, y los factores climáticos como el aumento de la desertización, inundaciones, incremento de la temperatura que produce la evaporación de las aguas superficiales y disminución de precipitaciones. La contaminación y los efectos del cambio climático están empezando a poner a prueba el suministro de agua. A ello hay que añadir el enorme gasto energético y el consiguiente impacto medioambiental y económico, debido al funcionamiento especialmente intensivo en energía de las plantas de tratamiento y de las bombas centrífugas utilizadas para distribuir el agua potable. Precisamente el transporte de agua identifica uno de los procesos que más energía consumen.

¿Son alarmantes estas cifras?

Las cifras están disminuyendo en comparación con los años 90, tanto en términos de energía como de consumo. Es una señal positiva, pero tenemos que acelerar el proceso. La cantidad de energía utilizada para la distribución del agua, desde el agua potable hasta el usuario final, sigue siendo demasiado elevada. Es necesario aumentar la eficiencia energética de los sistemas.

Si tenemos en cuenta que el 71,2% corresponde al gasto de agua en los hogares, y que los edificios de viviendas en España consumen tanta o más energía como otros sectores como el transporte o la industria debe hacerse especial hincapié en el aislamiento del edificio frente a frío y calor y a sistemas de climatización eficientes, pese a que las nuevas construcciones se están adaptando cada vez más a las nuevas estrategias divulgadas por la Unión Europea aún queda un largo camino por recorrer.

Cada vez se habla más de la eficiencia energética. ¿Por qué es tan importante?

Los edificios en España suponen el 36% del consumo total de energía y son los responsables de un tercio de las emisiones totales de CO2. Por esa razón, es muy importante que los edificios sean eficientes porque no solamente se ahorra energía y, consecuentemente, se protege el planeta de emisiones contaminantes, sino que también supone un gran ahorro económico para el hogar.

Si hablamos de normativa, la sostenibilidad en la construcción en este 2021 ya no será una opción, sino una obligación. Desde el 1 de enero de 2021 entra en vigor la Directiva Europea 2010/31/UE (vigente desde 2018 para edificios públicos), que obliga a que las nuevas viviendas y rehabilitaciones sean Edificios de Consumo Casi Nulo (EECN). Se trata de minimizar así el consumo de recursos, energía y CO2, manteniendo los niveles de confort necesarios.

Entonces, ¿los beneficios también serían importantes para los ciudadanos?

Claramente; si una casa es eficiente energéticamente reduce las emisiones contaminantes y, por tanto, protege el planeta. Asimismo, gracias a una casa eficiente donde hay un correcto aislamiento, no se necesita aire acondicionado ni calefacción, lo que supone un ahorro en la factura de la luz.

Una vivienda aislada correctamente mantendrá una temperatura adecuada. Por tanto, las personas vivirán en un ambiente confortable. Además, un mayor aislamiento térmico contribuye a un buen aislamiento acústico: los hogares son mucho más silenciosos.

Los edificios construidos de manera eficiente pueden verse beneficiados con reducciones fiscales e incluso con subvenciones públicas. Aunque se necesite una inversión inicial, en poco tiempo será rentable gracias al gran ahorro energético.

En el último año se ha hecho gran hincapié en la importancia de una buena calidad del aire: gracias a los sistemas de ventilación eficientes, se regenera el aire y se consigue una perfecta calidad del mismo.

Está demostrado que una vivienda eficiente energéticamente, durará en mejores condiciones mucho más tiempo.

Como se ha mencionado, los sistemas de climatización eficientes son clave para la reducción del gasto de energía en los edificios. Desde el punto de vista operativo, ¿cómo se puede ahorrar energía?¿Cómo pueden contribuir las bombas a lograr una mayor eficiencia en la instalación?

El primer paso es realizar auditorías energéticas, con el fin de identificar las áreas de intervención. Las bombas sobredimensionadas y los componentes desgastados son dos de las principales causas de ineficacia. La sustitución de bombas o piezas, así como la elaboración de planes de control y mantenimiento, suelen suponer un gran ahorro.

El segundo paso es la elección correcta de las bombas para sustituir las dañadas o las que no funcionan. Estas deben ser las más eficientes para la aplicación y deben ser dimensionadas para proporcionar el caudal requerido, trabajando en su punto más eficiente, así como un buen dimensionamiento de la instalación. Por ello, es necesario trabajar en sinergia entre los proveedores de equipos y máquinas, como Xylem, y los distribuidores, empresas de mantenimiento e instaladoras.

El tercer paso sería minimizar las caídas de presión. El correcto dimensionamiento de las tuberías y una adecuada elección del material de las mismas y de las válvulas de control permiten minimizar la energía disipada a lo largo del recorrido del agua.

El cuarto paso pasaría por utilizar accionamientos de frecuencia variable (VSD) siempre que sea posible. Estos controladores permiten modular la velocidad de la bomba según sea necesario y regular el encendido y apagado de las máquinas mediante rampas de aceleración y desaceleración, protegiendo el motor eléctrico. Esto supone una importante reducción del consumo de energía y del mantenimiento.

El quinto paso es garantizar que el rendimiento de los sistemas de bombeo siga siendo eficiente a lo largo del tiempo mediante planes de mantenimiento ordinario y preventivo; además, es útil implantar sistemas de monitorización a distancia, gracias a los cuales es posible ver cualquier alarma o mal funcionamiento en tiempo real.

También hay que prestar atención a las piezas de recambio, como las juntas y los casquillos, que deben elegirse en función de su calidad y durabilidad.

Finalmente, hay que elegir sistemas de bombeo múltiples siempre que sea posible. Un sistema paralelo, con funcionamiento alternativo de las máquinas, reduce el número de arranques a los que se somete cada motor.

Está demostrado que una vivienda eficiente energéticamente, durará en mejores condiciones mucho más tiempo

Está demostrado que una vivienda eficiente energéticamente, durará en mejores condiciones mucho más tiempo.

¿Garantizan estos seis puntos el ahorro de energía?

Este es el punto de partida, del que ya no podemos escapar, necesario para dar un salto a sistemas inteligentes y eficientes. Cada día nos comprometemos a lograr este objetivo.
El correcto dimensionamiento de las tuberías y una adecuada elección del material de las mismas y de las válvulas de control permiten minimizar la energía disipada a lo largo del recorrido del agua.

Empresas o entidades relacionadas

Xylem Water Solutions España, S.A.

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