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Inteplast: internacionalización por la tecnología

01/03/1995
70 empleados y 35 máquinas en 3.200 m2

Alta tecnología de inyección, elevado grado de automatización y riguroso control de calidad (ISO 9002), activos de la firma

Ninguna empresa que desee asegurar su expansión y competitividad en el futuro puede dejar de lado el gran mercado europeo. Pero los caminos para ello son diversos. Presentamos aquí el caso de la firma catalana Inteplast, que ha optado por el avance tecnológico que le permite ofrecer precios competitivos en el mercado europeo.

Un fabricante de plásticos que ha asumido desde hace tiempo el reto europeo, la firma gerundense Industria Técnica del Plástico - de acrónimo Inteplast- es una empresa de alta tecnología. Inteplast es un fabricante conocido y con actividades mucho más allá de nuestras fronteras, fabricante de componentes técnicos plásticos de alta calidad (ruedas dentadas, enchufes, piezas de motor, accesorios para telefonía, módulos electromecánicos, etc) para la industria electrónica y automovilística, entre otras. Sus clientes, que encargan exclusivamente plásticos técnicos (PA, PETP, PBTP, POM, ABS, PPO) son firmas del prestigio de Siemens, Hewlett-Packard, AMP, Bosch, Panasonic y VDO.
La empresa, fundada en 1972, cuenta actualmente con 70 empleados. En los últimos 10 años ha conseguido sextuplicar su volumen de ventas. Esta evolución se basa en la alta calidad y los elevados estándares (no sólo en España) del desarrollo tecnológico de la empresa. En los campos de informática/comunicaciones y aseguramiento de calidad, Inteplast compite ventajosamente con muchos transformadores europeos.
Su filosofía empieza por el asesoramiento del cliente en cuanto a la construcción de piezas adecuadas al material plástico empleado, como condición fundamental para la fabricación con moldes económicamente interesantes y técnicamente optimizados.


Figura 1 Un camión a punto para descargar máquinas de inyección





Los propios clientes desarrollan las piezas y, en el caso ideal, envían datos y documentación detallada a Inteplast vía modem. Mediante CAD/CAE (Computer Aided Design/Computer Aided Engineering) se dimensionan y posicionan los bebederos y mazarotas, puntos de inyección, canales calientes, la refrigeración y calefacción, se analiza la pieza bajo esfuerzos simulados y se calculan de antemano los procesos reológico-dinámicos mediante análisis moldflow. De esta forma es posible conocer con rapidez el proceso de llenado, resistencias de flujo o posibles deformaciones en la pieza. Para poder eliminar en grado máximo posibles puntos débiles, se analiza de antemano, sistemáticamente, todo el proceso de fabricación de moldes y piezas mediante AMFE (análisis modal de fallos y efectos) Así, bajo los auspicios de Inteplast, se crean moldes óptimos en un 95-97% con costes notablemente reducidos, y en muy poco tiempo.
Tras determinar la muestra, sigue la planificación del proceso de producción y la determinación de los parámetros relevantes para el control estadístico del proceso (SPC).

Tecnología de inyección alemana

Una de las claves para el empleo de estas tecnologías modernas es, según el gerente de Inteplast, Joan Carré, la buena formación y calificación del personal, procedente de la empresa misma o de escuelas técnicas (a las que apoya Inteplast); este personal se sigue formando continuamente en la empresa. A fin de que todos estos esfuerzos rindan de antemano, una condición fundamental es el empleo de inyectoras que sepan traducir estos parámetros determinados en el producto, o sea, que aseguren la reproducción de la calidad durante mucho tiempo.
Inteplast opta sobre todo por tecnología de inyección hecha en Alemania, en particular con Arburg, Engel, y Demag. Dada la experiencia obtenidas con la primera máquina Demag, suministrada en octubre de 1993, una máquina ERGOtech 250 de cierre por rodillera, se decidió emplear más máquinas del mismo suministrador a pesar del escepticismo inicial debido a que jamás se había trabajado con la regulación presión-caudal de las máquinas pequeñas, completamente automatizadas. Mientras tanto, ya están funcionando 12 máquinas ERGOtech en total (3 de 2.500 kN, 3 de 1.000 kN, 2 de 1.500 kN y una de 500 kN de fuerza de cierre). Todas estas máquinas, en versión System, están equipadas con control CN4, ampliado en una diversidad de funciones.


Figura 2 Algunas de las piezas técnicas producidas por la firma. Puede observarse la dificultad de realizarlas dentro de los estrictos límites de calidad exigidos por los clientes.


En particular, las máquinas de 250 T, con unidad de inyección de control digital, satisfacen sus exigencias en cuanto a calidad y reproductibilidad, y cumplen lo especificado en cuanto a funcionamiento y construcción. Determinadas piezas en el futuro se fabricarán exclusivamente con estas máquinas pues cualquier parámetro, una vez optimizado, se trasmite fácilmente a cualquier otra máquina del mismo tamaño, lo cual permite la reproducción de piezas de idéntica calidad. Este hecho proporciona flexibilidad en la ocupación de las máquinas.
Las máquinas hidráulicas están funcionando desde hace poco, pero también a ellas Inteplast les asigna una buena relación precio/calidad; cumplen además los requerimientos de calidad las máquinas con regulación DFE.
La menor longitud de estas máquinas proporciona una ventaja adicional, pues se reduce el volumen de inversiones al poder colocar más máquinas en menos superficie. Tampoco es muy común que una máquina, pocas horas después de suministrada, esté lista para producir.

Control de calidad altamente automatizado

La producción, totalmente automatizada, comprende también un sistema centralizado de secado de materiales, un sistema automático de transporte de materiales (equipos de transporte por aspiración), un horno grande para recocido de las piezas acabadas, además de una sala para humedecer piezas de PA.
El sistema de control de calidad cumple las exigencias de la norma DIN/ISO 9002. Para control de dimensiones de moldes y piezas, por ejemplo al encontrar diferencias con los datos calculados en análisis moldflow y los datos del producto final, Inteplast emplea, entre otras, una máquina CNC tridimensional de tecnología reciente.
Un sistema SPC (Statistical Process Control) permite el control estadístico del proceso. Para ello registran continuamente parámetros relevantes del proceso (presión, temperatura, etc), y se comparan con los datos de calidad (medidas, peso, etc). Así, el operador puede intervenir rápidamente en el proceso para corregir las divergencias. Además, este sistema sirve de base para la documentación de los datos de calidad, exigida por muchos clientes.
El control de entrada de materiales incluye también la medida de la viscosidad de los distintos plásticos técnicos, de los cuales se precisan más de 1.200 T anuales de granulado. Con estos equipos, Inteplast manifiesta satisfacer las altas exigencias de calidad de sus clientes internacionales que -con excepción de unos pocos- le otorgan la calificación de proveedor A.
Las inversiones en sistemas de calidad rinden: "la calidad no es cara, lo que es caro es la falta de calidad", afirma Joan Carré.

Futuro: más tecnología

En cuanto al futuro, Inteplast prevé ampliar la superficie construida, actualmente de 3.200 m2, por otros 3.500 m2 dentro de pocos meses. Más de la mitad de esta superficie construida se dedicará a la producción. El parque de máquinas, actualmente de 35, se irá ampliando paulatinamente.


Figura 3 De izquierda a derecha: Joan Viana, director técnico de Inteplast; Gherard Kütsing, director de la división Demag de Mannesmann; Josef Regenhardt, director del servicio postventa de Mannesmann; y Joan Carré, director general de Inteplast.

Esta expansión es ciertamente plausible pues Inteplast, según Joan Carré, se fortaleció durante la última recesión, debido a que la empresa ha buscado contactos con potenciales clientes nuevos no sólo en sus respectivas sedes en España, sino a las casas matrices de las empresas en toda Europa. La firma ha logrado un elevado nivel de internacionalización por iniciativa propia, encontrándose ya en condiciones de producir a precios competitivos, debido no a los habituales bajos costes laborales sino a su apuesta por el avance tecnológico.
Con vistas a la cada vez mayor internacionalización de los mercados, a la creciente subcontratación por parte de los grandes consorcios europeos y a la concentración continuada en la producción de piezas de precisión pequeñas y de alta calidad técnica, Joan Carré estima del todo positivas las perspectivas de éxito de su empresa en el empeño por su búsqueda de nuevos socios comerciales en el gran mercado europeo.

Redacción de PU

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