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Pirobloc y sus nuevos compromisos

Los fluidos térmicos y su sostenibilidad en el medio ambiente

Núria Parra Méndez.
Departamento de Márketing. Pirobloc, S.A.
29/11/2007
De todos es sabido que el sur de Europa viene acusando en las últimas décadas un aumento paulatino de la temperatura y un proceso de desertización. Dichos cambios se deben en parte a la actividad humana, que en su continuo afán por desarrollarse y globalizar el planeta, ha repercutido directamente en la aparición del agujero de ozono, cambios climáticos, progresiva desertización concentrada en áreas específicas, etc.
En su treinta aniversario, Pirobloc, una empresa dinámica y comprometida, con gran experiencia a sus espaldas en todos los sectores industriales, da un gran paso adelante iniciando una campaña de acciones en pro de la sostenibilidad del territorio en relación al agua y a las emisiones de NoX en el ambiente.

El aprovechamiento y uso correcto del agua, principio de la vida y recurso natural cada vez más escaso, así como su estado al devolverla al medio natural una vez usada, es actualmente objeto de estudio y experimentación en toda la cuenca mediterránea, siendo España el referente en el sector de la desalinización de agua marina en todo el mundo, tal y como se pondrá de nuevo de manifiesto en la próxima Exposición Universal de Zaragoza en el año 2008.

Así pues, Pirobloc sigue apostando por el uso de los fluidos térmicos como la mejor alternativa en muchos procesos productivos que usan vapor en sus diferentes etapas, aportando su “grano de arena” a la sostenibilidad, con la promoción de sus productos, que como ya muchos saben, usan aceites térmicos minerales o sintéticos como medio caloportador indirecto en los procesos que lo requieren, y no agua.

La tradición lleva a muchas empresas a seguir usando vapor en aquellos procesos en los que podría usarse aceite térmico, con el consiguiente ahorro en consumo de agua y todo lo que de ello se deriva: mayor consumo de combustible, tratamientos de sales, purgas, depuraciones antes de ser revertidas al ciclo hídrico, etc.,… Por poner un ejemplo, nuestros abuelos solían regar sus campos por el sistema de inundación, sistema que en los últimos quince años ha sido substituido por el riego por goteo: la adopción de nuevos hábitos se hace necesaria y una vez los asumimos, dejan de parecernos extraños.

Debido a todo ello, Pirobloc apuesta por el ahorro de agua en los procesos productivos en los que el aceite térmico sea susceptible de uso, ya que además, sea mineral o sintético, al final de su vida útil puede regenerarse para su uso en otros campos como si fuera un primer refinado, según consulta realizada a la empresa CATOR, S.A., especialistas en este tipo de procesos. Contrariamente a la idea clásica que asociaba el agua a la limpieza y al medio natural, hoy en día, muchas de las aguas ya utilizadas, vertidas a los cursos hídricos, han dejado de ser todo lo naturales que eran en origen. Su contrapunto en las últimas décadas es la utilización de los aceites térmicos, no sólo como medio igualmente limpio de transmitir calor en un proceso productivo, sino también porque una vez utilizado, se regenera para la producción de aceites lubricantes de motores de vehículos, etc…

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Pirobloc sigue apostando por el uso de los fluidos térmicos como la mejor alternativa en muchos procesos productivos que usan vapor en sus diferentes etapas, aportando su “grano de arena” a la sostenibilidad, con la promoción de sus productos
Por lo tanto y, ante la creciente preocupación social e industrial sobre el consumo de agua, de combustibles líquidos o gaseosos, etc…, a continuación les presentamos una comparativa en la que se relacionan el consumo de gas natural y el rendimiento en kW, realizada entre una caldera de aceite térmico y una caldera de vapor de la misma potencia (2.000.000 kcal/h), para igual temperatura de utilización.

Como puede apreciarse en el diagrama, para obtener la misma potencia de trabajo, el consumo de combustible y, por tanto, de emisiones a la atmósfera de NoX, en una caldera de vapor es siempre netamente superior al de una caldera de aceite térmico, con el consiguiente ahorro de energía por parte de ésta última: la misma masa del aceite favorece su alta temperatura residual respecto al agua, consumiendo menor cantidad de combustible en su recirculación.

Esa diferencia se debe también a una serie de actuaciones inherentes a la producción y uso de vapor, tales como la necesidad de una temperatura constante para que el agua cambie de estado, las purgas de sales y lodos que se realizan habitualmente, etc., lo que nos lleva a su vez, a una pérdida de agua del orden de 300-350 litros/hora sólo en purgas de fondos, aún teniendo en cuenta un aprovechamiento del 100% de los condensados y suponiendo una calidad del agua de 0.25 gr. / litro de impurezas (más un tratamiento de sales correcto), para una producción de alrededor de 4.000 kg/h de vapor. En las calderas de aceite térmico no existe consumo de agua.

Como decíamos, la emisión de NoX en el ambiente es otro segmento de actuación medioambiental no menos importante, la cual no sólo depende del tipo de combustible que se esté usando, sino también de la correcta elección y ajuste que se haga del quemador, de un correcto diseño de la cámara de combustión de las calderas, … Por eso, hace años Pirobloc se adelantó en el tiempo y rediseñó sus cámaras de combustión. A partir del próximo año, además, se compromete a reducir aún más las emisiones NoX de sus calderas de aceite térmico a gas, asumiendo la diferencia de precio existente entre el quemador convencional que ofrecía hasta ahora a sus clientes y el modelo de bajas emisiones NoX.

Pirobloc ha adoptado y añadido una política fresca y nueva a su actual andadura, que espera redunde en una mayor concienciación interna sobre la preservación del entorno en el que vivimos y trabajamos, esperando contagiar a nuestros amigos, clientes y proveedores.

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