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Dürr vende el robot de sellado número 2.000

26/07/2016

Dürr ha suministrado este mes de julio la unidad 2.000 de sus robots para aplicación de sellado para el sector del automóvil. Con su brazo 1 acortado el modelo EcoRS 30L16S sellará las soldaduras del interior de las carrocerías en la planta de Skoda en Kvasiny (República Checa). Con este fin se está ampliando en estos momentos la instalación de sellado ya existente.

El EcoRS 30L16S cuenta con la última tecnología de la aplicación...
El EcoRS 30L16S cuenta con la última tecnología de la aplicación. Con su esbelto diseño el aplicador EcoGun2 3D no tiene contornos sobresalientes y puede introducirse dentro de la carrocería y, especialmente, en zonas especialmente estrechas, con una longitud de lanza de 350 mm.

En los últimos años se ha impuesto definitivamente en el mercado el sellado totalmente automático. Cada vez más fabricantes de automóviles reequipan sus estaciones manuales de sellado. “Ello se debe entre otras razones a que los robots pueden aplicar las costuras y recubrimientos de forma claramente más precisa y uniforme que las aplicaciones manuales”, señala el Dr. Hans Schumacher, director de la Division Application Technology, de Dürr.

Al mismo tiempo Dürr ha adaptado de forma simultánea los robots a un número creciente de aplicaciones. Junto a la protección de bajos y recubrimiento de taloneras (PVC y pintura), también se utilizan en la aplicación de aislantes (LASD). Los robots demuestran asimismo su potencial en el sellado grueso o de precisión de costuras con total exactitud, y con las costuras estéticas en puertas y cubiertas.

Dürr presenta un nuevo modelo para las exigencias especiales del interior de las carrocerías. El brazo 1 del EcoRS 30L16S tiene tan solo 800 mm de largo. De esta forma el robot puede moverse mucho más fácilmente hacia dentro de la carrocería. Al mismo tiempo en el reequipamiento de instalaciones ya existentes puede aprovecharse el espacio disponible de forma más eficaz. En la planta de Skoda en Kvasiny se ha podido evitar, gracias al tamaño más reducido de los robots, la inclinación del terreno que en caso contrario hubiera sido necesaria. Esto ahorra costes de reequipamiento y reduce el plazo del proyecto Brownfield a tres semanas.

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