Recubrimientos endurecidos y de mayor espesor para cargas extremas
Los recubrimientos de PVD que reducen el desgaste han sido exitosamente aplicados durante décadas en los sectores de mecanizado, conformación e ingeniería de plásticos. Muchas aplicaciones no requieren espesores superiores a los 3-5 µm. Los recubrimientos de protección antidesgaste endurecidos y de mayor espesor, sin embargo, ofrecen una mejor protección que los recubrimientos más delgados. Por otro lado, la fabricación de los primeros es considerablemente más complicada.
Expertos de Fraunhofer IWS Dresden han desarrollado un enfoque innovador que permite la fabricación de recubrimientos duros de un grosor superior a los 100 µm. El enfoque IWS ofrece diversas perspectivas, en particular en la industria de la fabricación de herramientas.
Los recubrimientos endurecidos y de mayor espesor pueden fabricarse de forma fiable en caso de que se elimine el aumento de defectos en términos de recubrimiento y se controlen las condiciones de estrés. Los científicos de Fraunhofer IWS están aplicando con éxito el sistema AlCrSiN/TiN para cumplir con estos requisitos. Con la ayuda de una estructura de nanocapas, los recubrimientos de más de 100 µm pueden fabricarse de manera fiable y económica. La estructura es homogénea y adecuada para las aplicaciones de herramientas. La distribución de las propiedades mecánicas en la estructura, como la dureza de la película, es uniforme. Por lo tanto, en caso necesario, es posible la posterior estructuración de superficie o el proceso de pulido.
Los recubrimientos IWS son los más adecuados para las herramientas con mayor calidad de superficie como los insertos indexables, los cortadores de fresado o las matrices de conformado. Además, los recubrimientos son perfectos para procesos de revestimiento de superficies de componentes muy cargados como las herramientas de conformado sólido. Varias pruebas de laboratorio y aplicación han demostrado que los recubrimientos duros de IWS muestran una gran estabilidad de dureza y abrasión en presiones elevadas de superficie. En tribosistemas lubricados muestran una baja fricción a las superficies de acero y una adhesión excelente; además, no suelen tener tendencia a la formación de fisuras ni rozamientos.