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Entrevista a W.B. Kim, Director General de la División

15/08/2005
La visita de MetalUnivers a la fábrica de Doosan Infracore en Corea permitió un hueco en la agenda para entrevistar al máximo responsable de máquinas-herramienta de este gigante coreano. W.B. Kim, explica a MetalUnivers los detalles de la empresa, su filosofía y un objetivo relevante: el incremento de la fabricación de máquinas de gama media y alta en detrimento de las de bajas prestaciones.

"En Europa aspiramos a hacernos con un 10 por ciento del mercado"

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Hasta donde sabemos, el grupo Doosan cuenta también con una división de máquina-herramienta. ¿Es así?

Sí, Doosan Mechatec fabrica una pequeña cantidad de máquinas-herramientas que se comercializan en el mercado coreano con la marca Doosan Mechatec.

Con la adquisición de la división de máquina-herramienta de Daewoo por parte de Doosan las máquinas ya se están comercializando con la marca Doosan Daewoo. ¿Es una marca que perdurará?

Sí, de hecho es la marca para las máquinas destinadas a la exportación. En Corea vendemos las máquinas ya con la marca Doosan Infracore.

¿Puede darnos algún detalle sobre la fábrica de Changwon?

La fábrica de Changwon es la única en la que fabricamos máquina-herramienta, es decir no tenemos ninguna otra, aunque bien es cierto que subcontratamos una parte de la producción. Con un total de 145.000 metros cuadrados brutos, de los cuales un tercio están edificados, hemos estado fabricando un total de 620 máquinas mensuales, una cantidad que ya en el mes de junio se aumentó a 700 mensuales.

¿Qué acciones llevarán a cabo para aumentar la capacidad de producción?

Por un lado, nos hemos dotado de más capacidad para el mecanizado de piezas para nuestras máquinas, pero también hemos aumentado nuestra capacidad de montaje. Además, hemos incrementado el número de horas trabajadas, sacando un mayor provecho de nuestras actuales instalaciones, que lógicamente también hemos tenido que aumentar para lograr nuestros objetivos de 700 máquinas mensuales.

¿Dónde pretenden registrar un incremento suficiente como para justificar un aumento de la capacidad productiva?

Nuestro principal mercado es Corea, y aquí queremos ganar más cuota de mercado todavía. También queremos vender más en América, donde estamos creciendo continuamente. En Europa aspiramos a hacernos con un 10 por ciento del mercado, lo que representa unas 3.000 máquinas anuales, pero este año nos tenemos que conformar con unas 1.500. Quiero subrayar que estamos inmersos en un crecimiento continuado y creo que alcanzaremos nuestros objetivos.

De todas formas, tenemos que tener en cuenta las diferencias entre mercados. Por ejemplo en América demandan máquinas de bajo coste, con funciones sencillas, mientras que en Europa la tendencia apunta más a las altas prestaciones. Corea, simplificando, sigue más la tendencia americana, al igual que China.

¿Fabrican ustedes todas sus máquinas en la fábrica de Changwon o también subcontratan?

Algunas de nuestras máquinas pequeñas de bajo coste y bajas prestaciones las subcontratamos, aunque controlamos todo el proceso de producción. Les suministramos el control, cartuchos de cojinetes, algunos husillos a bolas, en definitiva los componentes más críticos.

De hecho, nosotros fabricamos todos los componentes críticos y compramos algunos componentes sencillos y no fundamentales.

Desde junio, la capacidad de producción es de 700 máquinas mensuales
Desde junio, la capacidad de producción es de 700 máquinas mensuales.

¿Qué porcentaje de su producción se subcontrata?

Aproximadamente el 40 por ciento de las máquinas las subcontratamos y unas 450 máquinas las hacemos en nuestras propias instalaciones. Contamos para ello con todo tipo de equipamiento para el mecanizado, hasta un total de 60 máquinas-herramientas, entre las cuales muchas son de nuestra propia producción.

Las máquinas Daewoo, ahora Doosan Daewoo, son conocidas por su óptima relación calidad-precio. Buenas máquinas a precios asequibles. ¿Cómo se logran bajos precios sin perjudicar a la calidad?

Creo que la respuesta puede ir en dos direcciones: por un lado nos preocupamos mucho por mejorar nuestra productividad y por otro nos dedicamos muy en serio a aumentar nuestra calidad. Hacemos lo máximo en los dos aspectos. Desde luego, el diseño modular de las máquinas, el desarrollo de la mayor parte posible de componentes intercambiables entre modelos, la subcontratación flexible y la gestión adecuada de la compra de electricidad son elementos importantes, pero nosotros vamos un poco más lejos.

Hay una clara tendencia a fabricar y a comprar máquinas de más prestaciones, lo cual también para nosotros es más satisfactorio, porque en las máquinas de bajas prestaciones el margen es mucho menor y tenemos menos qué ganar.

Ahora mismo, nuestras máquinas de alta calidad representan aproximadamente el 30 por ciento de la producción y las de gama media el 40 por ciento. Pero estamos ya preparándonos para cambiar estas proporciones, de forma que las máquinas de gama alta suban hasta el 40 por ciento de nuestra oferta y las de gama media se mantengan en el 40 por ciento, quedando el 20 por ciento restante para las máquinas para aplicaciones sencillas.

Hay una tendencia clara hacia la gama alta en Europa. Creo que los fabricantes locales europeos, y en España sucede lo mismo, sólo podrán salir adelante si se dedican a las máquinas de gama alta, porque la competencia de máquinas chinas por ejemplo impide competir en ese segmento de mercado.

¿Cuántas máquinas esperan vender este año y cómo se reparten las ventas geográficamente hablando?

Este año venderemos 2.200 máquinas en Corea, 1.500 en América, 1.500 en Europa y en China, entre 1.000 y 1.100. En Corea somos los primeros, tenemos una cuota de mercado del 34 por ciento y desde luego, nuestra presencia en los mercados internacionales es una clara muestra de lo que somos capaces de hacer. Ofrecemos buena tecnología, a buen precio y con una red de suministradores muy extensa que nos mantienen cerca de todos los mercados locales.

¿Cómo aseguran la calidad?

Tenemos nuestro propios sistema de control de calidad. En la fábrica contamos con una zona para pruebas y lo que llamamos un centro de fiabilidad, donde comprobamos la calidad de todas las funciones de las máquinas que desarrollamos nosotros mismos y de todos los componentes. De esta forma, asegurando las precisiones máximas de nuestras máquinas, accedemos por ejemplo a los fabricantes de automóviles, que son muy exigentes. Tenemos ejemplos muy llamativos, como el grupo alemán Ronal, que cuenta con más de 300 máquinas nuestras.

Ustedes compiten también en el mercado chino. ¿Acceden allí con máquinas de bajas prestaciones?

No, en esa disputa tenemos que enfrentarnos tanto a los fabricantes chinos como a los taiwaneses, con unos precios que nos dejan muy pocos márgenes. No podemos alcanzar sus precios y por eso nos estamos haciendo un hueco en China con máquinas de gama media y alta, destinadas por ejemplo a la industria aerospacial.

Desde un país lejano para los europeos, como Corea ¿cómo perciben las necesidades de los clientes, por ejemplo españoles?

Visitamos, personalmente, todos los años, a todos los distribuidores de todos los países europeos. Lo mismo con España, por supuesto. Mi relación con Comher no es esporádica sino muy frecuente. Escuchamos y tratamos de comprender qué quieren los clientes. Este es uno de los motivos por los cuales tenemos una gama tan amplia de máquinas, precisamente para poder responder a tantas exigencias diferentes. Nuestro objetivo es tener una gama de máquinas estándar muy amplia, que responda al mayor número posible de necesidades.

Por otro lado, el hecho de que nuestros distribuidores, como Comher, tengan un stock amplio y variado, asegura unos plazos de entrega que nos acercan de alguna manera a las empresas europeas.

¿Cuáles son a su juicio las principales tendencias tecnológicas que afronta el sector?

Yo lo resumiría en cuatro: alta velocidad, multifunciones, alta precisión y automatización (ausencia de operarios).
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