La tecnología de recuento de personas como herramienta para mejorar el transporte en las ciudades

Es importante tener esto en cuenta a la hora de planificar y coordinar el transporte en las ciudades para asegurarse de que cualquier cambio e iniciativa se ajuste a la forma en la que la gente utiliza los servicios y las carreteras. Por ello, la recopilación de información será fundamental y es ahí donde la tecnología de conteo de personas puede ayudar a aumentar la concienciación, intercambiar conocimientos y mejorar la sostenibilidad en las zonas urbanas.

Antes de realizar cualquier cambio, es fundamental conocer exactamente cómo utiliza la gente los distintos medios de transporte. Por ejemplo, los jóvenes suelen utilizar más la bicicleta, mientras que los jubilados y las amas de casa eligen con mayor frecuencia el coche por su comodidad y conveniencia. Esta información se puede utilizar para elaborar un perfil completo de transporte de la ciudad, que sirva de base para futuros objetivos y para la planificación urbana. También ayudará a solucionar los comportamientos que puedan estar afectando negativamente a los objetivos de la ciudad.

Si la reducción de la congestión y la mejora de la calidad del aire son objetivos clave de sostenibilidad, la información del perfil de transporte puede ayudar a detectar los factores que contribuyen a ello. Por ejemplo, los ciudadanos que se preocupan por la seguridad o que tienen acceso limitado al transporte público pueden utilizar más sus vehículos, contribuyendo a la congestión, a la disminución de la calidad del aire y al aumento de la contaminación acústica. Aunque es posible que utilicen los coches por la falta de disponibilidad de aparcamientos en una zona con un alto volumen de tráfico o porque las opciones de transporte público son incómodas. Conocer bien todos estos factores ayudará a realizar cambios con un impacto positivo general.

El primer paso para crear un perfil de transporte es recopilar los datos adecuados. Para ello, se pueden utilizar cámaras equipadas con software de conteo de personas para recoger información sobre el número de individuos y el tipo de vehículos que se utilizan en determinadas zonas. La colocación de estas cámaras en puntos estratégicos permitirá conocer mejor los diferentes métodos de transporte, para poder extrapolar y combinar datos de otras fuentes y comparar patrones con perfiles demográficos. Esta información permitirá, así, explicar y predecir el comportamiento que deberían seguir los ciudadanos en cuanto a las opciones de movilidad existentes.

Una vez completado el análisis de esta información, se pueden implementar mejoras en los distintos medios de transporte en el área urbana y desarrollar iniciativas para fomentar el uso de alternativas más sostenibles. Por ejemplo, en las zonas en las que se detecte un alto nivel de tráfico, se podría introducir una Zona de Tráfico Limitado (ZTL) en la que el tránsito y el aparcamiento estén restringidos durante el día para dar prioridad al flujo de peatones y bicicletas (excepto para los vehículos autorizados). Si el tráfico de bicicletas está aumentando, se pueden evaluar los trazados de las calles para ver cuáles zonas pueden adecuarse para vehículos y aparcamientos o convertirse en carriles para bicicletas con sus correspondientes sistemas para compartirlas.

El primer paso para crear un perfil de transporte es recopilar los datos adecuados. Para ello, se pueden utilizar cámaras equipadas con software de conteo de personas para recoger información sobre el número de individuos y el tipo de vehículos que se utilizan en determinadas zonas.

La recopilación de datos no es una tarea sencilla, pero puede ser fundamental a la hora de planificar nuevos desarrollos. Cuando se planificó el barrio de Brunnshög, en Lund, el impacto ambiental de la zona era lo más importante. Para lograr los objetivos sostenibles que se habían propuesto, los planificadores de la ciudad decidieron que los desplazamientos hacia y desde la zona debían consistir en, al menos, un tercio a pie o en bicicleta, un tercio en transporte público y el tercio restante en coche. Esta era una intención ambiciosa y la clave del éxito sería medir cómo los residentes utilizaban los diferentes medios de transporte durante un periodo de tiempo definido.

El proyecto, bautizado bajo el nombre de FLOW, supone una colaboración interurbana de varias organizaciones que utilizan sensores para recopilar datos sobre el transporte en una plataforma digital en la que se pueden analizar para obtener información. Los planificadores de la ciudad utilizarán la información para basar en ella futuras decisiones que apoyen los objetivos originales y medir la actividad de los habitantes para comprender su respuesta a los cambios. El proyecto se desarrollará hasta junio de 2024 y el resultado, se estima, será un lugar seguro, accesible y en el que se desee vivir, y en el que los principales puntos de interés estén al alcance de la mano.

Las cámaras de vigilancia también pueden utilizarse para conocer mejor el flujo de personas en las horas punta y permitir una mejor gestión de las multitudes. Muchos turistas acuden a las ciudades europeas durante los meses de verano para visitar los lugares de interés, probar la cocina local y disfrutar de la vida nocturna. Por ejemplo, Florencia (Italia) suele recibir 16 millones de turistas al año, y los responsables de la ciudad querían hacerse una idea de cómo la gente atravesaba la popular Piazza Della Signora.

Así, se utilizaron cámaras térmicas colocadas en puntos estratégicos para recopilar datos que luego se cargaron en la plataforma Snap4City IoT, que recoge y agrega datos de todos los servicios de la ciudad. Esto ayudó a los funcionarios de la ciudad a reunir información sobre el tráfico peatonal y a planificar futuros cambios para mejorar la eficiencia.

También se pueden utilizar los aprendizajes clave de un análisis de datos para dar forma a la actividad de la ciudad, de manera que favorezca un alto nivel de vida y aporte bienestar para los habitantes. Como resultado, se pueden introducir varias iniciativas, como promover el uso de la bicicleta en los institutos, colegios, universidades y zonas de negocios, o incentivar el uso de motos como otra opción para aquellos que necesitan viajar rápidamente.

También se pueden planificar obras viales para mejorar la accesibilidad y la fluidez del tráfico, como la construcción de pasos subterráneos y elevados que ayuden a reducir los tiempos de viaje. Para aquellos ciudadanos que estén pensando en utilizar vehículos eléctricos para reducir su impacto medioambiental individual, se pueden instalar más puntos de recarga y otra infraestructura necesaria.

Este enfoque cambiaría la dinámica de la ciudad con un impacto positivo para toda la comunidad, afectando a factores como la experiencia de los desplazamientos y la eficiencia del tiempo, especialmente durante las horas punta. Esto, sin duda, contribuye a crear comunidades con más tiempo para actividades de ocio y culturales, mejorando su calidad de vida.