‘Seguridad y sistemas antidron, salvamento y protección contra incendios’

Los pasados 24 y 25 de enero, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales acogió la IV edición del Congreso sobre las Aplicaciones de los drones en la Ingeniería Civil -CivilDron2018-, un evento organizado por la Dirección General de Industria, Energía y Minas y la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid, en el que los asistentes pudieron conocer de primera mano las principales novedades del sector de los drones y su evolución en el último año. ‘La seguridad y sistemas antidron, salvamento y protección contra incendios’ fue una de las interesantes temáticas que se abordaron en esta edición del Congreso.

Miguel Ángel de Villota, de Cegadrone, fue el primero en intervenir en esta interesante Área Temática sobre las aplicaciones de los drones para hablar de ‘SMS, Security y Safety en Operaciones de RPAs’. De Villota abordó la gestión de riesgos de seguridad operacional, esto es, la prevención de los riesgos derivados de la prestación del servicio, de las operaciones mediante la identificación de peligros y la adopción de las medidas adecuadas para sus solución; el aseguramiento de la seguridad operacional, es decir, la gestión del cambio que puede afectar al nivel de riesgo asociado a los servicios y el control de los riesgos que pueden originarse a partir de esos cambios en las operaciones; así como de la promoción de la seguridad operacional: identificar los peligros y gestionar los riesgos asociados, los requisitos como la reglamentación y políticas de implantación, los cuales se deben revisar periódicamente para garantizar su utilidad.

¿Safety o Security? Para abordar las diferencias, el representante de Cegadrone definió ambos conceptos asegurando que la Sección de Seguridad Operacional (Safety OPS) es aquella responsable del desarrollo de Estándares, prácticas recomendadas, procedimientos y material de orientación relacionado con la operación, certificación y aeronavegabilidad de la aeronave, incluido el diseño de procedimientos de instrumentos, la autorización y capacitación del personal y el transporte seguro de mercancías peligrosas por aire. Además, “la sección es responsable del Programa de seguridad de vuelo y factores humanos, el Programa de vuelo controlado en el terreno, el Programa de instrucción aeronáutica y las actividades relacionadas con la implementación y el funcionamiento de un Sistema de gestión de la seguridad operacional en los Estados contratantes y la OACI y los aspectos de seguridad de globalización del transporte aéreo y seguridad de la aviación”, afirmó.

En esta línea, De Villota señaló que cuando la seguridad de la aviación surgió como un problema grave a finales de la década de 1960, era necesario adoptar un marco internacional para abordar los actos de interferencia ilícita. La OACI asumió un papel de liderazgo en el desarrollo de políticas y medidas de seguridad de la aviación a nivel internacional y hoy la mejora de la seguridad de la aviación mundial es un objeto clave de la Organización (Security OPS).

Para concluir, Miguel Ángel de Villota hizo alusión a un caso de hacking a un Dron profesional por Nils Rodday, quien, a raíz de esto, descubrió vulnerabilidades de seguridad críticas en el vehículo aéreo no tripulado como las conexiones Wi-Fi mal cifradas que pueden dejar expuesto el vehículo a ciberataque y lo hace “hackeable en cuestión de segundos”. Por ello, tal y como manifestó el representante de Cegadrone, “la ciberseguridad va a ser nuestra gran apuesta a corto y medio plazo”.

Bajo este título se desarrolló la siguiente ponencia de la mano de César Ortega Chíes, de Aeromedia, quien expuso las ventajas del sistema Safedron, una plataforma de rescate y vigilancia en playas. Ortega quiso comenzar su intervención destacando el elevado número de ahogamientos que se producen en España, al ser uno de los países que más kilómetros de costa tiene. “Hay unos 8.000 kilómetros de costa, donde se encuentran 475 municipios y un total de 3.514 playas, en las cuales sólo existe vigilancia en el 40%, es decir, solo hay 1.391 playas con vigilancia”, reivindicó Ortega asegurando que, según la OMS, los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional y suponen un 7% de todas las muertes traumáticas: entre 2013 y 2015 hubo 1.600 víctimas de accidente acuático en España, según AETSAS.

Ante estos reveladores datos, se hace más que necesaria la toma de medidas para establecer vigilancia en las playas españolas, aunque en la actualidad, tal y como indicó, la normativa de vigilancia en playas es una competencia municipal, de las administraciones locales. En esta línea, Ortega hizo referencia a la normativa actual en relación a las operaciones con RPAs en playas haciendo un repaso por las posibilidades actuales y destacando la importancia que cobra hoy en día conocer dicha normativa para evitar posibles sanciones.

Para finalizar, el represenrante de Aeromedia explicó las principales características de Safedron, un salvavidas homologado de 150 metros, muy ligero, que se lanza desde un dron y que dispone de un sistema electrónico de autoinflado que permite a la víctima alcanzarlo fácilmente. El piloto posiciona el Safedron sobre la víctima, le lanza el salvavidas y éste se instala en dos segundos junto a ella. César Ortega Chíes no quiso concluir sin recordar que “Safedron es un sistema que tiene que trabajar siempre en coordinación y en mando con los profesionales de emergencias” y no suplir su labor.

Por su parte, Pablo Flores Peña, de Drone Hopper, explicó el proyecto que están desarrollando en su compañía desde hace un año y medio, el Proyecto Urban Hopper, mediante una ponencia titulada ‘Drones de alta capacidad de carga para la extinción de incendios forestales, urbanos y tratamientos agrícolas’.

“Nuestra misión principal comienza con incendios forestales”, comenzó asegurando Flores Peña, pero “no para sustituir a los helicópteros sino para complementarlos”. Según admitió, otra oportunidad para su compañía fue el tema de incendios urbanos, a raíz de la cual surgió el Proyecto Urban Hopper.

“Se trata de un proyecto financiado por el CDTI, que cuenta con un presupuesto total de 760.000 euros y que tiene una duración de dos años. El proyecto consta de un Dron Multirrotor de 150 litros para incendios urbanos que cuenta con un Partner Industrial en la India (Castcraft) y con un Partner Académico en España (LSI-UC3M)”, comentó Flores Peña asegurando que “la base del proyecto es pasar del prototipo eléctrico a un motor externo (motores térmicos)” ya que “nosotros apostamos claramente por los motores térmicos”.

El representante de Drone Hopper señaló a la Agricultura como el tercer eje de la compañía y, para finalizar, habló de varios modelos de drones que tienen destinados para incendios forestales.

Sobre esta materia se encargó de hablar Iago Gómez Alonso, de Gradiant -Fundación Centro Tecnológico de Telecomunicaciones de Galicia-, quien comenzó mostrando a los presentes varias portadas de periódicos con noticias peligrosas sobre drones y aseguró, además, que se producen tres avistamientos al día de drones cerca de aeropuertos, un hecho que puede suponer una amenaza para la seguridad.

A continuación, habló sobre las tecnologías de detección (radar, acústica, vídeo visible, vídeo térmico, lidar…) y las estrategias de mitigación (misiles guiados, armas y munición, sistemas láser…) y expuso como principales conclusiones las siguientes:

• No hay ningún sensor mágico.
• No hay ningún sistema universal.
• Es muy importante actualizarse porque cada día aparecen nuevos drones.
• Necesidad de supervisión por un operador.
• Es importante pensar en las evidencias.
• Las técnicas de jamming y GPS son ilegales.

Al igual que el representante de Gradiant, Gonzalo Aréchaga Tarruell, de Thales, abrió su ponencia -con la que se puso fin al bloque de intervenciones de este Área Temática sobre ‘Seguridad y sistemas antidron, salvamento y protección contra incendios’- con varios ejemplos de portadas de prensa de amenazas con drones. “Hoy en día todo el mundo puede adquirir un dron, pues no requieren de licencia y hasta se pueden fabricar en casa, lo que supone una verdadera amenaza”, admitió Aréchaga Tarruell señalando como algunas de las principales amenazas a los micro y mini drones -pues son muy difíciles de detectar y pueden volar muy rápido-, y a la proliferación de drones en el mercado de consumo electrónico, los cuales son muy fáciles de operar, no requieren de licencia, son muy baratos y no es necesario registrarlos.

Para evitar estas amenazas hay que utilizar equipos y tecnología totalmente probada. “El primer paso es la legislación (saber si se puede, o no, utilizar el dron), pero el problema es que mucha gente se la salta”, admitió el experto. A continuación, Aréchaga Tarruell hizo un repaso por los elementos del sistema:

• Selección de diferentes equipos para:

1. Detectar, clasificar, identificar y neutralizar micro drones y mini drones.
2. En cualquier espacio aéreo a ser protegido, militar o civil.

• Solución basada en sensores y neutralizadores:

1. Equipos probados y en operaciones.
2. La integración de sensores y el alcance son los elementos clave.

• Para cubrir todo el ciclo desde la detección hasta la neutralización:

1. Para las necesidades específicas y restricciones legales del entorno.
2. Adaptado a los diferentes casos de uso.

Para finalizar, el representante de Thales habló de Horus, una solución de altas prestaciones (4 km) y con un alcance medio de 2 km. “El software fusiona información de los sensores y ayuda a analizar la amenaza”, explicó Aréchaga Tarruell asegurando que cuentan con varias alternativas para detectar y clasificar como el radar Squire, radar Elvira y el radiogoniómetro Black-Finder, así como para neutralizar -inhibidor Eclipse, inhibidor Black-Jammer o lanzadores de redes-, porque cómo bien decía Iago Gómez Alonso “no existe una única solución”.