La asignatura pendiente es estudiar y conocer a la persona hasta llegar no sólo a detectar, sino también a prever, sus conductas delictivas, según José Cabrera
No hay delito sin motivo
La personalidad es la suma del carácter y el temperamento. Y es esta personalidad, en la que no existe la igualdad absoluta entre dos personas, la que provoca una conducta distinta en cada individuo. Es decir, todos tenemos unas conductas determinadas en función de nuestra personalidad. Esta es la base de la ponencia que el reconocido psiquiatra forense José Cabrera pronunció el pasado 25 de mayo en Security Forum. Una ponencia sobre psicología delincuencial en la que el experto analizó el perfil del delincuente de este siglo XXI.
Los ciberdelitos son, acorde a la realidad de hoy en día, los nuevos delitos del siglo XXI. Así, el uso criminal de la web es fundamental para una gran parte de los delitos que se producen actualmente, los cuales van desde el fraude fiscal hasta la trata de blancas o el narcotráfico, pasando incluso por el terrorismo. En definitiva, la facilidad que aporta Internet para la comunicación permite también, por contra, este nuevo tipo de delincuencia, basada en el uso de un instrumento positivo para un uso criminal, y todo ello desde el anonimato.
En este sentido, todo y ser cierto –siempre según el propio Cabrera– que hay personas que tienen determinadas personalidades que son más proclives a cometer un delito, respecto a los perfiles del delincuente –sin embargo–, afirma que no existen dos iguales. No obstante, el profesional en medicina legal sí reconoce una base común radicada en el dinero, puesto que “la conducta nace de la ambición y la codicia”. No hay delito sin motivo, nadie actúa de un modo determinado porque sí. Y este motivo –considera el doctor– se ve estudiando y conociendo a la persona, su día a día, sus vínculos, … Únicamente así se pueden llegar a prever conductas. Y es por esto que, durante la conferencia, el psiquiatra forense puso el foco en la prevención y no en el castigo.
En esta línea, el experto no dudó en afirmar que “hay que distinguir a la persona de la conducta delictiva”. La asignatura pendiente en este mundo de la seguridad es, por consiguiente y de manera urgente, estudiar a la persona, al individuo.
En esta tarea, José Cabrera hizo un llamamiento a los medios de comunicación puesto que éstos juegan un papel esencial en la concienciación de la sociedad.