Formación práctica en riesgos laborales, ¿alternativa a la crisis?
Los últimos datos publicados en Euskadi sobre el empleo no son positivos. Tampoco lo son los datos sobre accidentes laborales. Euskadi registró en los siete primeros meses del año 18.802 accidentes laborales con baja, un 7,8% más que en el mismo periodo del pasado año. Los accidentes de trabajo con resultado mortal han sido de 18 en ese mismo periodo, según recoge la estadística de Osalan. El 96% de los contratos realizados en Euskadi fueron temporales en junio, y en muchas ocasiones, los trabajadores que se contratan para periodos cortos no están lo suficientemente formados en materia de seguridad para ciertos empleos.
La Ley obliga a las empresas a facilitar esta formación, pero en bastantes ocasiones “se da de manera muy genérica”, asegura Asier Eguren, gerente de Teknodidaktika, empresa dedicada a la formación en riesgos laborales. “No es suficiente con tener los papeles en regla”, atestigua. Tal y como apunta el especialista, “el trabajador debe estar capacitado para reaccionar antes de que ocurra cualquier percance y conocer cuáles son las medidas de seguridad que hay que cumplir en cada puesto para evitar un número tan alto de siniestralidad”.
Esa necesidad se apoya en una herramienta crucial: la formación práctica. “Las empresas son conscientes de esa importancia y han comenzado a buscar personas formadas y certificadas en los propios centros de formación especializada. De esa manera ya tienen al operario formado en este campo, se aseguran cumplir los requisitos legales y reducen el riesgo de accidentes en el futuro”. Las empresas cada vez están más concienciadas en este aspecto, ya que un accidente mortal, “además de ser un trauma para la empresa y el entorno de las persona afectada, puede ser su ruina”, explica Eguren. Esto hace que se incrementen las contrataciones de personal cualificado, lo que provoca que “crezca el número de personas que opte por el reciclaje profesional”. A los cursos de formación acuden, entre otros muchos, trabajadores de larga duración en alguna empresa y que de pronto se ven en el paro con 45 años. Temen que nadie les contrate”, afirma. Teknodidaktika por ejemplo forma a más de 600 personas al mes en este tipo de empleos.