La viceconsejera de Ordenación Sanitaria e Infraestructuras, Belén Prado, visitó el Laboratorio de Aenor donde se analizan alérgenos
17 de julio de 2014
La Comunidad de Madrid a través de la Dirección General de Ordenación e Inspección de la Consejería de Sanidad, está desarrollando una serie de actuaciones para minimizar el riesgo de reacciones alérgicas en ciudadanos sensibles a algún tipo de alimento. Se estima que cerca de medio millón de madrileños, en torno al 7,4% de la población, sufren alergia a algún alimento. Los alimentos que producir reacciones alérgicas graves con más frecuencia son la leche, el huevo, el cacahuete, los frutos secos, las frutas de la familia rosáceas -albaricoque, cereza, ciruela, etc.- y algunas verduras.
Una de las principales medidas para minimizar el riesgo de reacciones alérgicas es garantizar que el etiquetado de los alimentos declare la presencia de alérgenos. Para ello, la Dirección General de Ordenación e Inspección se facilita guías de apoyo para que las empresas puedan verificar que sus productos están controlados y etiquetados adecuadamente. Estas medidas se comprueban mediante las inspecciones que se realizan sin previo aviso por los inspectores a toda la cadena de alimentación.
La viceconsejera de Ordenación Sanitaria e Infraestructuras, Belén Prado, visitó ayer el Laboratorio de Aenor en la capital madrileña. Durante su visita estuvo acompañada por el director general de Ordenación e Inspección, Manuel Molina, el director general de Aenor, Avelino Brito, y Violeta Jáuregui, directora de la Asociación Madrileña de Alergias Alimentarias (Histasan), donde pudieron comprobar el proceso que siguen las muestras de alimentos en el laboratorio hasta determinar su composición. Aenor, en virtud de un acuerdo de colaboración con la Comunidad de Madrid y la Asociación Madrileña de Alergias Alimentarias, analiza diferentes alimentos comercializados para determinar la ausencia de alérgenos no identificados en el etiquetado de los productos.
A lo largo del pasado año, el laboratorio de Aenor realizó 102 análisis específicos para la detección de alérgenos en productos remitidos por la Asociación Madrileña de Alergias Alimentarias. Cuando se detecta algún alérgeno no especificado en el etiquetado, la Consejería de Sanidad emite una alerta para paralizar la comercialización de ese producto y realiza una inspección para determinar el origen del alérgeno y, en su caso, la responsabilidad de alguno de los participantes en el procesado y manipulación del alimento.
De estas medidas no sólo se benefician los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, ya que la alerta puede servir para que se actúe en el resto de Comunidades Autónomas y otros países. Junto a las medidas para evitar que el producto llegue al mercado, se incoa un expediente sancionador a la empresa responsable del producto. Expediente que puede concluir con la propuesta de suspensión de actividad de la empresa. En los primeros meses de 2014 se han cursado tres propuestas de sanción por este motivo.
La Dirección General de Ordenación e Inspección tiene como labor y objetivo fundamental general garantizar en la Comunidad de Madrid que los recursos y servicios sanitarios, así como productos alimentarios,
cosméticos, farmacéuticos y, en general, toda actividad que pueda afectar o se relacione con la salud humana, se adecúe a la normativa vigente. Así, tiene la competencia para autorizar la actividad de centros y servicios sanitarios y de otra naturaleza, realiza inspecciones, auditorías y, en su caso, incoa expedientes sancionadores. Todo ello para garantizar la máxima seguridad de estas actividades para la salud de los ciudadanos.