Los sofisticados robots industriales actuales encarnan milenios de imaginación y décadas de esfuerzos de ingeniería
De la imaginación a la planta de producción

Industrialización temprana
Durante esta época, Yamaha había desarrollado su propio equipo de fabricación asistida por ordenador (Came) para apoyar la producción de motocicletas. En contraste con aquellos grandes robots de soldadura, las máquinas eran pequeñas, muy funcionales y de diseño elegante. En 1981, percibiendo un papel más amplio en la industria para este concepto Came, Yamaha formó la primera encarnación de su división Intelligent Machines (IM). El equipo fundador de unos 50 empleados incluía ingenieros del grupo de tecnología de producción, así como especialistas recién contratados. Sin embargo, el mercado para este tipo de equipos no estaba probado en ese momento y las condiciones eran difíciles.
Durante un tiempo, las actividades cesaron hasta la llegada de Katsuhiko Tsuchiya, que regresaba a Japón de un puesto como director del Centro de I+D de Yamaha en California. Reformó la división de IM y el equipo siguió trabajando en un rincón de la fábrica de motocicletas. El interés del mercado general por los robots industriales seguía creciendo, por lo que el equipo aprovechó la oportunidad para mostrar cómo sus tecnologías podían transformar los procesos de producción y aumentar la productividad de la fabricación en la Exposición Internacional de Robots de Tokio de septiembre de 1983.
En este evento, los visitantes de un importante fabricante de equipos electrónicos presenciaron las demostraciones presentadas en el stand de Yamaha IM. Se pusieron en contacto para preguntar si los conocimientos expuestos podían utilizarse para fabricar un pequeño montador de chips para fijar componentes electrónicos a placas de circuitos impresos. Esta pequeña máquina programable de alta precisión se convirtió en la precursora de las actuales máquinas de colocación de montaje superficial. Incluso ahora, las montadoras de superficie en línea de alta velocidad son los artículos más vendidos de la cartera de Yamaha Robotics. Infundidas con la tecnología robótica de Yamaha, ofrecen alta velocidad, precisión, repetibilidad y flexibilidad, con muchas capacidades automatizadas innovadoras que permiten tiempos de ciclo rápidos sostenidos con errores mínimos; dos de los principales beneficios que los fabricantes pueden obtener introduciendo robots en sus actividades.
La división de IM siguió presentando conceptos nuevos y más avanzados en exposiciones de todo el mundo. A medida que avanzaba el desarrollo tecnológico, los pedidos recibidos en estos eventos eran cada vez más frecuentes y de mayor envergadura. Entre los primeros proyectos figuraban una cadena de montaje de frenos y un sistema de fabricación de fotocopiadoras. Desde entonces, la división ha suministrado cada vez más robots para apoyar actividades de producción en una selección cada vez más diversa de industrias, como el montaje de electrodomésticos de consumo, el transporte de componentes de automoción y la producción de grandes paneles de cristal líquido.

Robots industriales en la actualidad
Partiendo de los conocimientos y tecnologías desarrollados para aquellas primeras máquinas CAME, los robots industriales han evolucionado hasta convertirse en sofisticados y muy desarrollados robots cartesianos, Scara, articulados y colaborativos. Además, los módulos LCMR200 de Yamaha incorporan tecnología robótica para ofrecer un transporte de piezas programable y de alta velocidad como alternativa más silenciosa, robusta, fiable y flexible a los transportadores convencionales.
La tendencia hacia una mayor automatización sigue creciendo en las fábricas de todo el mundo, ya que las empresas tratan de aumentar su productividad en todos los aspectos de la fabricación, el embalaje y la manipulación de diversos tipos de productos. Los robots se han generalizado para acelerar los tiempos de ciclo de los procesos y minimizar los errores, mientras que la automatización integral de secuencias de montaje completas puede mejorar el flujo de trabajo al aumentar la sincronización entre los distintos procesos.
Además, han surgido nuevos mercados y aplicaciones, como la producción de baterías para vehículos eléctricos, para la que resultan ideales los robots Scara de gran tamaño. En 2023, Yamaha Robotics demostró una solución de ensamblaje y prueba final de baterías capaz de levantar y colocar repetidamente módulos de 35 kg con extrema precisión posicional para pruebas eléctricas y ensamblaje final.
Yamaha también está ampliando la adopción de robots industriales para incluir a las empresas más pequeñas mediante el diseño de nuevos productos con una alta relación rendimiento-coste. La serie YK-XE Scara es un ejemplo. Yamaha amplió la cartera en 2024 con la introducción de la serie YK-XEC para salas blancas. Cumplen las normas de limpieza ISO Clase 4 (ISO 14644-1) y se utilizan en la fabricación de semiconductores, el montaje de discos duros, el montaje de dispositivos médicos y la producción de alimentos.

Los robots han recorrido un largo camino desde que los entusiastas ingenieros de la división IM de Yamaha iniciaron su búsqueda en 1981. Su trabajo ha contribuido al desarrollo de una tecnología de influencia mundial, desarrollada y adoptada por empresas e investigadores líderes. Según Fortune Business Insights, el mercado mundial de robots industriales se estima en 18.000 millones de dólares en 2023 y se espera que supere los 41.000 millones de dólares en 2030 (*).
* https://www.fortunebusinessinsights.com/industry-reports/industrial-robots-market-100360