Entrevista a Luís Pía, Netstal Máquinas
Muchos volvieron de la K con la idea de que fue una buena feria. Se respiraba cierto optimismo en el sector, pasillos llenos, muchos contactos e incluso ventas, ¿cree que el sector en España se recuperará próximamente? ¿Cree que el problema de la financiación es uno de los principales ahora mismo o el problema es otro?
Que muchos hablen de que la K fuera una buena feria sólo quiere decir que había muchos visitantes alemanes –ahora con un gran crecimiento–, de otros países del centro y norte de Europa –que crecen a buen ritmo después de la crisis–, de China y países asiáticos o emergentes en general, que vuelven a desmadrarse (o casi) en sus PIB..., pero este no es nuestro caso.
En nuestro país de momento ni hay demanda ni hay, –ni a corto plazo lo va a haber– crédito fácil, barato, ni abundante.
¿Cree que hay algún segmento industrial que será el que lidere la mejora del sector de la inyección en España?
Todos están tocados, pero si alguno debe ser motor de un cierto resurgir, serán los de: alimentación, médico/ farmacéutico y envase/embalaje, y aun así al haber exceso de capacidad productiva instalada, las inversiones que se hagan serán en líneas de gran producción para nuevos productos o modelos, muy automatizadas, con alta tecnología (incluyendo si es preciso el control de calidad en línea) e inversión muy elevada.
Fuera de esto sólo se salvará quien esté anclado en algún nicho de mercado atípico, produciendo para un cliente singular al que en medio de la crisis algo le funcione muy bien en mercados más boyantes que el nuestro, que también los hay.
Si en piezas fáciles ya no se puede competir con países más baratos, ¿qué debe hacer el inyectador español? ¿Más automatización de procesos? ¿Más integración de funciones?
Por plazo de entrega/coste de transporte, nuestros clientes aún pueden competir (aunque duro), en sectores que requieran grandes piezas no apilables.
Si no es así, ambas opciones pueden ser buenas pero sólo para algún cliente receptor de la pieza transformada –que sea muy bueno y de fiar–, con contratos de suministro muy trabados, que hoy ya no se dan en el mundo de la transformación a terceros, puesto que hacer esto requiere una mayor estructura e inversión. Por tanto en estos casos: ¡¡atención al riesgo!!