Los sistemas de videovigilancia, motor de la Transformación Digital del Retail

A pesar de la tendencia a la digitalización, el retail apuesta por adoptar una estrategia omnicanal, donde los establecimientos se transformen en espacios donde ofrecer experiencias únicas para sus clientes.

La tecnología está redefiniendo esta experiencia de compra y permite a las marcas conocer a sus clientes, sus patrones de consumo, incluso predecir sus intenciones de compra.

Concretamente, la Inteligencia Artificial, la recolección e interpretación de los datos (Big Data) son la base para ofrecer experiencias al usuario cada vez más personalizadas y únicas.

Gracias al reconocimiento facial, los sistemas de CCTV clasifican a los clientes a través de variables demográficas (sexo, edad, etc.) en tiempo real, ‘anonimizando’ cualquier dato, cumpliendo así con el marco regulatorio de Protección de Datos.

Conocer el número exacto de personas que se encuentran en un establecimiento y realizar un seguimiento de la ocupación de forma automática.

Los sistemas de vídeo detectan si una fila rebasa el número de personas deseado o el tiempo máximo de espera y envían una alarma para que el establecimiento reaccione y minimice los tiempos de espera abriendo, por ejemplo, una caja de cobro de forma automática.

Localizar imágenes de videovigilancia asociadas a cualquier operación realizada en su red de TPV en tan sólo segundos para lograr una respuesta ágil a operaciones sospechosas es vital para eliminar el riesgo de fraude.

Pero ¿Cómo podemos recoger esa información sin condicionar el comportamiento de nuestros clientes?

La tecnología de vídeo se está postulando como una de las tecnologías más adecuadas, ya que recogen las imágenes y por tanto datos asociadas a las mismas (metadatos) sin interferir en el proceso de compra.