Las compañías fabricantes cada vez invierten más recursos en redes IP
Según AES, la videovigilancia IP destaca en el mercado de la seguridad electrónica con mayor crecimiento
Redacción Interempresas07/03/2010
8 de marzo de 2010
Según AES, en el marco de Sicur 2010, la videovigilancia IP destaca en el mercado de la seguridad electrónica como el segmento de producto de mayor crecimiento. La evolución ha sido clara durante los últimos años, ya que, si bien siguen siendo los equipos analógicos los que prevalecen si analizamos el parque instalado, el mayor crecimiento se produce en equipos con tecnología IP, especialmente presentes en el mercado de nuevas instalaciones, pero también en la actualización de las instalaciones existentes. Esto es debido a que los equipos IP son capaces de adaptar la señal analógica para su almacenamiento y tratamiento en IP. Las compañías fabricantes cada vez invierten más recursos en redes IP, bien con sistemas especializados en una partida del portafolio (cámaras, grabadores, switchers) o completos (cámaras, grabación, conmutación, monitorización, gestión central y análisis).
Asimismo, el análisis de contenido de imágenes está ganando interés entre integradores y usuarios, debido a sus altas capacidades para la asistencia en la toma de decisiones por parte de operadores y cuerpos de seguridad públicos, tanto en tiempo real como con imágenes grabadas, y los nuevos estándares de compresión como el H.264, utilizado ya por los fabricantes más innovadores.
Es en los usuarios, concretamente en los departamentos de TI de las organizaciones, donde mejor ven la productividad de elementos de seguridad conectados a redes IP. La existencia previa de estas redes para otros usos (comunicación empresarial, correo electrónico, Internet) ofrece una reducción de costes y creación de sinergias empresariales sin precedentes.
Otros segmentos de la actividad de seguridad también están girando hacia la conectividad IP como son los sistemas de intrusión y la megafonía, con conceptos como comunicaciones de alarma por IP o voz IP.
Esto empuja a los fabricantes de tecnologías de seguridad a adaptar sus equipos a todo tipo de estándares de comunicaciones, o a crear nuevos interfaces abiertos, como la plataforma recién creada en 2008 ONVIF.
En cuanto a detección de intrusión, se recurre a la inversión en la fiabilidad de los dispositivos frente a las falsas alarmas De este modo, se desarrollan detectores que analizan los datos recibidos de los diferentes sensores que los componen, para tomar decisiones de alarma de alta fiabilidad. También la seguridad de la comunicación ante posibles sabotajes facilita la evolución de las comunicaciones de alarma a receptoras por IP.
En sistemas de incendio, se tiende a la conexión de los dispositivos en su totalidad en un lazo analógico, la posibilidad de intercambio de elementos de un sistema “en caliente” sin la necesidad de desconexión del mismo o dispositivos muy sofisticados como detectores de incendio que se camuflan dentro del techo, sin sobresalir a la superficie, y con un nivel de detección comparable a los mejores detectores de la industria. Y es que los fabricantes también se preocupan del aspecto arquitectónico y de diseño, cuando el elemento de seguridad está a la vista del usuario. Esta también es una tendencia, abandonando los colores y materiales menos favorecedores, o contaminantes.
En estos momentos, en que los grandes proyectos de infraestructuras se realizan en su mayoría por compañías de Project Management, la tendencia más habitual es la integración de sistemas de seguridad bajo un controlador común (software de gestión), que no sólo gestiona la seguridad de acceso a un espacio, o la videovigilancia, sino también la productividad o la seguridad informática en algunos casos.
Otros equipos innovadores siguen siendo la biometría en reconocimiento de huella o facial, o equipos para aplicaciones especiales como antivandálicos, antideflagrantes o subacuáticos o para condiciones de temperatura extrema, falta de luminosidad o ambientes industriales.