Ir de la mano de proveedores que aporten valor añadido ofrece un mayor retorno de la inversión
Antonio García, CEO de Bossard Spain S.A.
16/01/2020El sector industrial manufacturero muestra poco interés en la innovación y mantiene sus procesos tradicionales muy arraigados, egún un estudio encargado recientemente por Bossard Spain a la consultora Search Value. De hecho, el 78,7% de las empresas tiene en cuenta en primer lugar el precio como factor principal para trabajar con nuevos proveedores, y en segundo lugar la calidad de los productos (55,7%).
Sin embargo, entre los aspectos que los industriales tienen en cuenta a la hora de seleccionar un proveedor llama la atención que, en plena era de la Industria 4.0 y la automatización de procesos, la “innovación” sea demandada por debajo del 1% de los encuestados.
Este dato evidencia que la innovación se sigue percibiendo como un aumento de los costes y no como un ahorro y optimización de recursos. Y yendo un poco más allá, esta infografía refleja la visión de los responsables de departamento y CEOs de nuestra industria manufacturera española, anclada en el espectro conservador de “si algo funciona por qué cambiarlo” sin tener en cuenta que la asimilación y generación de innovaciones es uno de los factores que más significativamente contribuye al mantenimiento de su competitividad.
Está demostrado que nuevos productos y soluciones ayudan tanto a mantener la cuota de mercado de la empresa como a incrementar los beneficios en esos mismos mercados. Incluso en los mercados más maduros y estables, el crecimiento en ventas no proviene sólo del mantenimiento de unos precios bajos, sino también de factores tan variados como diseño, calidad o adaptación del producto a características específicas de los clientes.
En este sentido, ir de la mano de proveedores con experiencia, que puedan ofrecer un valor añadido real, supone un mayor retorno de la inversión, una oportunidad de crecimiento y una vía para diferenciarse y desmarcarse de la competencia.
Hace falta instalar en responsables de área, equipos, procesos y, sobre todo, propietarios y gerentes, la visión de “innovación continua” que implica que, las organizaciones quieran emprender este camino donde la innovación no tiene un punto final, no se formula para alcanzar una meta concreta, sino que se incorpora en el ADN de la propia estrategia de la empresa de forma natural. Tal vez este podría ser el gran propósito para la prosperidad de la industria manufacturera española para 2020.