Control de piezas de estampación con precisión de micras
El negocio principal de Possehl France es el diseño y la fabricación de piezas de metal de muy alta precisión. El proceso consiste en la conformación continua de un fleje, a menudo de cobre, a través de una prensa. Las láminas tienen un grosor de 75 micras a 1,5 mm y las bobinas pesan entre 110 y 800 kg. La prensa está protegida con una carcasa para limitar el ruido y el polvo.
Las inspecciones en línea se realizan con una tolerancia de ± 0,005 mm a una velocidad mínima de 15 metros por minuto. Las prensas tienen una capacidad máxima de 1.600 golpes por minuto. “Nunca pudimos implementar un proceso de inspección que detectara todos los defectos directamente en nuestras líneas de producción. Los errores de estampado a menudo son causados tanto por problemas en el troquel y el punzón, como la extracción del material perforado. Pero la eliminación del material perforado es el problema más difícil. Para hacer frente a esto, utilizamos un sistema diseñado internamente que detecta exceso de espesores. Funciona bastante bien, excepto cuando el material perforado se atasca en los agujeros, ya que entonces no se detectan diferencias en el grosor”, explica Fabien Maturier, director de calidad y mantenimiento.
Detectar estas diferencias es esencial porque el coste generado por estas no conformidades es muy alto, representando del 3 al 4% de la facturación de la empresa. “Nuestros clientes pueden rechazar una entrega completa, es decir, varios millones de piezas, si se encuentra un solo defecto”, apunta Maturier. “Luego probamos un sistema de visión, pero, por razones de precisión o debido a un tiempo de respuesta demasiado alto, solo pudimos inspeccionar el 75% de nuestras piezas. Además, había problemas de espacio y el software era complicado. Finalmente, decidimos probar una tecnología diferente e instalamos un micrómetro TM-3000, de Keyence, en una de nuestras líneas de estampado. No lleva tiempo programar: define una máscara (patrón) y el sensor comprueba la conformidad. Nuestra línea se puso en funcionamiento en menos de una hora después de instalar el micrómetro por primera vez”, añade Maturier.
El micrómetro se encuentra inmediatamente después de la prensa. La chatarra interna y las quejas de los clientes se reducen al mínimo por el sistema, que apaga la prensa en un milisegundo cuando detecta un defecto en el producto. “Ahora podemos detener inmediatamente el proceso y recuperar las tiras que son útiles, pero que exceden los requisitos mínimos de nuestros clientes. Lo que es más, hemos eliminado el riesgo de quejas de los clientes, que, además de impactar negativamente nuestra imagen de marca, son muy costosas. También hemos incrementado nuestra productividad. Antes, la detección era imposible a tasas de más de 200 golpes por minuto. Inmediatamente después de instalar el TM-3000, esto aumentó a 400 golpes por minuto y sé que podemos ir aún a más”, dice Maturier.
“La estabilidad de la medición es perfecta. Cada día, nos sorprende lo fácil que es usar el sistema. Nuestros operarios de producción lo han adoptado para siempre”, asegura Maturier.