De fabricante de productos heredados a líder en innovación
La fábrica de Omron en Bolduque (Den Bosch), en los Países Bajos, es reconocida como uno de los principales motores de innovación en la fabricación fiable de productos y procesos de alta calidad. Aunque no siempre fue así. Esta planta ha pasado de ser el proveedor europeo de productos heredados a convertirse en una fábrica modelo y en centro de innovación de procesos y productos. ¿Cómo consiguió redefinir su papel dentro de la organización de Omron con tanto éxito?
Hasta 2012, la fábrica de Den Bosch prestó apoyó a la planta matriz de Omron en su sólido negocio orientado a Asia. Su producción principal consistió en la fabricación de productos desarrollados en China y Japón para el mercado europeo. Como parte de este cometido, el equipo de Den Bosch también realizó mejoras en los productos. Al contar con su propio departamento de I+D, con el Centro Europeo de Reparaciones y con el Centro Europeo de Distribución, no carecía precisamente de capacidades ni competencias tecnológicas.
Con todas estas competencias y conocimientos a su alcance, los responsables de la planta de Den Bosch creyeron que se podía hacer más. En lugar de contribuir a la organización mediante la evolución del producto estaban convencidos de que el cambio vendría de la mano de la innovación. Además, era el momento oportuno para un nuevo enfoque, sobre todo teniendo en cuenta que los agentes de mayor peso en el mercado también estaban experimentando cambios. Por ejemplo, los costes de la mano de obra en Asia, que antes eran una razón clave del predominio manufacturero de la región, habían comenzado a aumentar. La aparición de este y otros factores, como el tiempo y el coste del transporte, suponían que las fábricas europeas podían empezar a competir con las asiáticas. Concretamente, a través de la innovación.
En cinco años, la producción en la planta de Den Bosch, en los Países Bajos, se ha duplicado y el objetivo es volver a duplicarla en los próximos cinco años. Unos resultados fruto de su apuesta por la innovación.
La innovación se convirtió en la palabra clave en Den Bosch. La inspiración llegó de la alta tecnología y de la naturaleza inventiva de la propia región donde se ubica la fábrica. Los Países Bajos constituyen un polo mundial de innovación y talento. Paul Sollewijn Gelpke, director general de cadena de fabricación y suministro para Europa y Norteamérica, introdujo savia nueva en la planta para asentar una nueva cultura ‘de futuro’ y trasladar esa filosofía a la práctica.
La primera línea de ataque consistió en innovar dentro de la propia fábrica. Rediseñaron por completo los procesos de producción a partir de sus propias ideas sobre la automatización, adoptando el mismo enfoque que Omron utiliza para sus clientes. De esta manera, crearon líneas de producción automatizadas de altísima eficiencia que redujeron los costes de fabricación al minimizar las etapas manuales del trabajo y automatizar las pruebas. La automatización no se limita a reducir costes; establece nuevos puntos de referencia en términos de rendimiento y flexibilidad. La implementación de las líneas de producción se acometió de modo que se posibilitaran otras innovaciones en el futuro.
Eficiencia recompensada
La fabricación de productos más rentables tuvo enseguida su recompensa. Omron trasladó la producción de varios productos de sus plantas asiáticas a la fábrica de Den Bosch. Era una señal de cómo se estaban reforzando los vínculos con la organización matriz en Asia. Las oficinas centrales de Omron también mostraron su confianza apoyando el desarrollo de la fábrica de Den Bosch, invirtiendo en nuevas instalaciones y personal para convertirla en un actor verdaderamente global. Hoy en día, la planta cuenta con más de 350 empleados y con tres líneas de producción de circuitos impresos y veinte líneas de montaje.
Una fábrica local con vocación internacional
El siguiente paso fueron los productos innovadores, empezando por el PC industrial o IPC. Diseñado y construido por el equipo de Den Bosch, el IPC fue un éxito instantáneo y sigue siendo un producto popular hoy en día. A este le siguieron soluciones más novedosas, como interfaces hombre-máquina y sensores de seguridad. A medida que aumentaba la capacidad de la planta, también lo hizo su reputación por ofrecer productos innovadores de forma fiable y de acuerdo con los estándares de alta calidad de Omron. Con la creciente confianza que le transmitían los clientes y la sede central de la empresa, la planta de Den Bosch presentó una propuesta exitosa para que la fábrica se encargara de la nueva producción de sistemas robóticos.
Dos nuevas líneas de robótica
La noticia de que la moderna fábrica de Den Bosch de Omron recibiría el visto bueno para dos nuevas líneas de producción tuvo una gran repercusión. ¡Y con razón! Representa la culminación de los esfuerzos del equipo local para hacer que la fábrica pasara de ser una planta más a ser un centro líder en apenas cinco años. Las nuevas líneas de robótica también plantean nuevos retos. La fabricación robótica requiere la combinación de numerosos elementos, entre ellos, electrónica, mecánica y montaje. Den Bosch opera conforme a una metodología integral, con la que pueden tratar los diferentes elementos de forma conjunta más fácilmente.
Los robots que ahorran mano de obra tienen una gran demanda y, por lo tanto, fabricarlos localmente mejora la productividad a la hora de dar respuesta a esta demanda en la región. También ayuda a Omron a reaccionar rápidamente a los plazos de entrega más cortos y a las necesidades de los clientes. Las nuevas líneas producen los robots paralelos de la serie Quattro y Hornet, que aportan funciones eficientes de ‘pick-and-place’ a los proyectos de líneas de embalaje y de montaje de piezas pequeñas de los clientes.
Experiencia compartida
Otro resultado de la transición de la fábrica de Den Bosch de fabricante de productos heredados a líder en innovación ha sido la experiencia adquirida durante todo el proceso. El equipo se ha enfrentado a numerosos retos, muchos compartidos con los clientes de Omron, que se ven sometidos a la constante presión de reducir los costes de producción y los ciclos de suministro. Después de haber resuelto estos retos por sí mismo, el equipo de Den Bosch ha adquirido una gran experiencia y ha llegado a conocer bien todos los problemas que pueden surgir durante la automatización de instalaciones existentes. Estas competencias sitúan al equipo humano en una excelente posición para ayudar a otras empresas a mejorar sus procesos de la forma más fácil y eficiente posible.
Para dar buena prueba de todo ello, la fábrica de Den Bosch organiza días de puertas abiertas en los que se pueden ver sus instalaciones de tecnología punta. Una de las principales características de las nuevas líneas de producción es su flexibilidad. Pueden adaptarse fácilmente para fabricar diferentes productos, por lo que los ciclos de producción cortos salen mucho más rentables.
Innovación continua
Hoy en día, el 70 % de la producción de la fábrica de Den Bosch se destina a nuevos productos o procesos. En cinco años, la producción se ha duplicado y el objetivo es volver a duplicarla en los próximos cinco años. Por supuesto, dado que las innovaciones y los nuevos procesos desarrollados en Den Bosch se implementan en otras fábricas de Omron, el cumplimiento de este objetivo significa un desarrollo continuo de nuevos métodos para mantener su posición como líder en innovación.
Quattro y Hornet, hagan su selección
Quattro de Omron es el robot paralelo ‘pick-and-place’ más rápido y flexible del mundo, con una velocidad de recogida de 300 unidades por minuto. Con sus cuatro brazos, también ofrece un espectro de trabajo mayor y un grado de manipulación incomparable. Dirigido a las aplicaciones de recogida y embalaje de alta velocidad, el Hornet contribuye a aumentar la productividad y a reducir el coste por recogida. También ocupa un mínimo espacio de instalación al incorporar sus potentes controles en la base, lo que también reduce los costes y la complejidad de instalación.