Industria 4.0: hacia la revolución digital que acelerará la competitividad

Cuando empezamos a hablar de Industria 4.0, hace apenas unos años, muchas empresas industriales se preguntaban si esa transformación les iba a suponer una aportación cualitativa, si una pyme podía resultar beneficiada de la incorporación de las tecnologías digitales en los procesos de producción o si las ventajas de la automatización justificaban el coste de la inversión tecnológica. Hoy en día, la única pregunta que se hacen es cuándo y cómo tendrán que asumir este paradigma que les permitirá alcanzar nuevos niveles de competitividad.

Durante los últimos años las empresas vascas han sabido valorar la importancia que iba cobrando la digitalización en la industria y han respondido de manera adecuada a lo que el propio mercado les iba exigiendo. Estas tecnologías les han permitido, por ejemplo, incorporar estrategias de mantenimiento inteligente, realizar análisis avanzados a partir de los datos de los procesos de fabricación e incrementar y sofisticar los niveles de automatización de los sistemas productivos.

Las empresas industriales ya han comenzado a enfrentarse a nuevos modelos de negocio, a incorporar nuevos procesos y a generar nuevos productos y servicios, y necesitan del acompañamiento de la tecnología para hacerlo de manera efectiva.

Se trata de novedades cuya puesta en marcha sería casi imposible de asumir en solitario por parte de las pequeñas y medianas empresas, pero que representan también apuestas y retos importantes para las grandes compañías. Y es en ese punto donde cobran todo el protagonismo las estrategias de colaboración entre la industria y los centros de investigación, entre los cuales los integrados en la Alianza Tecnológica IK4, son protagonistas indiscutibles.

Basta con mencionar que de los 115 millones de euros que el pasado año ingresó IK4, el 64% provino del ámbito de la fabricación avanzada y la industria digital. Este porcentaje viene a suponer que para este campo trabajan aproximadamente unas 900 personas de los centros de la alianza. Unas cifras realmente significativas que, a su vez, nos obligan a mimar especialmente la estrategia, formación y medios técnicos que ponemos en juego para garantizar el avance de nuestras capacidades efectivas en este ámbito.

Por eso nuestra determinación continúa siendo la misma: seguir jugando un papel protagonista en la generación de innovación y tecnología y en su posterior transferencia a nuestras empresas, para que sean capaces de afrontar con garantías su inmersión en el universo 4.0.

Como en toda evolución tecnológica, es necesario anticiparse y ser capaz de prever las necesidades futuras de nuestra industria. Para la identificación de estas necesidades tecnológicas en IK4 cultivamos un modelo basado en la constante cercanía a las empresas y al mercado: este es el origen principal de la información más práctica y directa que nos ayuda a trasladar y “aterrizar” el conjunto de macrotendencias aglutinadas por el concepto Industria 4.0, a la realidad de la empresa de nuestro entorno.

Esta cercanía es una de las bases de nuestro éxito, confirmada a lo largo de muchos años, durante los cuales en IK4 hemos sido capaces de exhibir un músculo investigador bien adaptado a las demandas de nuestras empresas y en conexión con ellas. A su vez, una de las más importantes ventajas de este sistema se visualiza cuando se aprovechan las dinámicas de realimentación que se generan entre la empresa y el centro tecnológico; esta conversación y contraste constante entre ambos nos permite ir evolucionando las estrategias y proyectos de acuerdo a la propia evolución de las tendencias descritas y el resultado de las actuaciones ya implantadas.

Nuestro horizonte investigador está principalmente enfocado hacia las tecnologías de Industria 4.0, que abordará materias como la ciberseguridad; la economía circular, que contempla desde la idea de producto hasta la gestión de su reciclado; el diseño de materiales avanzados, capaces de satisfacer las nuevas necesidades tecnológicas y sociales, y los sistemas de fabricación reconfigurables, entre otras muchas materias.

Sabemos lo que tenemos que hacer. Y también tenemos muy claro cómo debemos hacerlo.

Seguiremos colaborando en los programas de investigación que sean capaces de aportar valor añadido a nuestras empresas y de generar conocimiento transferible. Seguiremos reforzando nuestras relaciones con ellas e impulsaremos la colaboración público-privada en iniciativas estratégicas de todo tipo, que ayuden a que nuestra industria alcance la vanguardia del mercado. Como es el caso del congreso Basque Industry 4.0, que se celebra el próximo 22 de noviembre en Donostia-San Sebastian, el cual se ha convertido en un evento de referencia imprescindible en el panorama actual y que sirve de ejemplo ilustrativo de las ventajas de la cooperación y de compartir visiones y proyectos.

Quienes principalmente se beneficiarán de ello serán nuestras empresas, que ya reciben los frutos de un intenso trabajo investigador en forma de nuevas soluciones concretas. Aspectos como el machine learning, la ciberseguridad, el big data, el cloud computing, el internet de las cosas, la automatización de las líneas de producción o la robótica colaborativa, entre otros, son elementos que ya forman parte del lenguaje habitual que manejamos con nuestras empresas y que la Alianza IK4 continuará desarrollando para ayudarles a mejorar su integración en el entorno de la Industria 4.0.