Entrevista a Fernando Grisaleña, asesor técnico y responsable de la empresa Representaciones Euromaher
Desde 1999 Euromaher presta soluciones integrales de maquinaria industrial para diferentes trabajos de estampación, tratamientos de superficies y automatización. Asimismo, recientemente amplió sus instalaciones para dedicar un mayor espacio a la recuperación de maquinaria y mantener una exposición más viva y cambiante para poder ofrecer más posibilidades a la hora de realizar una adquisición, conscientes que la reconstrucción de maquinaria es uno de los puntos fuertes de la empresa. Siempre con la una misma filosofía como es ‘acompañar’ al cliente en todo el proceso de compra de máquinas y equipos, cuyo portafolio que no ha dejado de crece en los últimos tiempos como explica Fernando Grisaleña, asesor técnico y responsable de la empresa Representaciones Euromaher.
En el mercado desde 1999, ¿cómo ha evolucionado el mercado al que se dirigen desde entonces?
El mercado es mucho más exigente y con mayor grado de personalización, disminuyendo enormemente los márgenes comerciales.
En los últimos años sus representadas has participado en openhouse y ferias internacionales. ¿Qué retorno les transmiten a modo de balance?
Nuestras representadas participan en las ferias internacionales más prestigiosas a nivel mundial, lo que nos proporciona un mayor conocimiento, por un lado, de la competencia y de las tendencias del sector y, por otro y el más interesante para nosotros, un contacto directo con los potenciales clientes que pueden ver y concretar detalles de las máquinas que se traduce en futuros clientes además de fortalecer el vínculo con los ya clientes.
En Euromaher también organizamos eventos exclusivos para nuestros clientes, para que puedan probar las máquinas con sus piezas y valorar la integración de esa máquina en su empresa. De hecho, en nuestra fábrica de Vitoria-Gasteiz contamos con una exposición permanente y muy dinámica gracias al movimiento de la industria. Gracias también a esta constante evolución en la que nos encontramos, estamos plenamente integrados en la Industria 4.0.
Más recientemente han presentado una nueva generación de granalladoras de OMSG y el nuevo torno Fasturn One. ¿Son resultado de las necesidades transmitidas por sus clientes? ¿Qué demandan actualmente?
Por supuesto. Intentamos mantener una relación de proximidad con nuestros clientes y con los propios usuarios de las instalaciones, ello nos permite tener un diálogo constante y haber desarrollado ampliamente la escucha activa con ellos y sus necesidades.
En cuanto a la demanda, estamos en un momento en que las exigencias del cliente final son mayores y no quieren depender de factores externos. Quieren que el proceso sea lo más industrializado posible y la calidad más constante, independientemente de quién opere con la máquina o de cuáles sean los posibles cambios de los procesos.
También han presentado la nueva línea de taladrado y roscado para estampación en frío de Aspe para, entre otros, el sector del automóvil, muy exigente. ¿Qué representa para ustedes el segmento automotriz en el total de su facturación?
Se trata de líneas completamente automáticas con varias operaciones de taladrado, roscado, revestimiento o biselado con control integrado de la calidad de cada pieza que se fabrica. Son soluciones para una producción con calidad total. Para nosotros, el sector del automóvil es uno de los principales sectores en la actualidad y somos conscientes de su alto nivel de exigencia, pero también nos enseña mucho porque nos ayuda a crecer como organización para estar muy próximos a la perfección.
¿De qué otros sectores son proveedores? ¿Alguno está más en auge últimamente?
Desde un principio nuestra empresa ha tenido clara la diversificación de sectores y ahora mismo somos especialistas en el sector de forja en frío, forja en caliente, inyección de aluminio, estructura metálica, racordería y automatización, entre los más relevantes. Quizá podemos destacar el sector de inyección de aluminio que está teniendo un aumento de producciones considerable y nuestros clientes tienen una vocación muy exportadora.
Asimismo, también dedican una parte de su trabajo a la reconstrucción de máquinas. Incluso han ampliado su espacio para esta tarea. ¿Qué piden los clientes a la hora de actualizar sus equipos?
Recientemente hemos incorporado la solución de máquinas revisadas a nuevas lo que nos permite presentarnos al mercado con productos muy válidos con un nivel de inversión más moderado. Maquinaria reconstruida, revisada y puesta punto como si fuera nueva. En realidad, hablamos de una máquina a estrenar y con garantía.
Con dicha solución conseguimos dar a los clientes un producto personalizado para las necesidades puntuales de cada uno. Pueden probar las máquinas antes de finalizar la venta y analizar los pros y contras lo que garantiza una compra mucho más segura y fiable. Nosotros la denominamos ‘la compra sin riesgo’. Los clientes quieren productos que satisfagan sus necesidades con la mínima inversión y evitando cualquier riesgo.
¿Qué tipo de máquinas son las más ‘reconstruidas’?
Las máquinas granalladoras, porque son máquinas que están muy expuestas al desgaste permanente.
¿Es una buena opción para talleres y empresas que no pueden afrontar la inversión en una máquina de última generación?
Intentamos dar solución a todas esas empresas que requieren máquinas de calidad pero no tienen la producción necesaria como para justificar la inversión en maquinaria nueva.
Para finalizar, en 2015 pusieron en marcha un ‘laboratorio de pruebas’ para sus granalladoras. ¿Qué valoración hacen tras dos años de funcionamiento?
Hemos conseguido afianzar la confianza y las relaciones con nuestros clientes, porque no existen fórmulas maestras solo un buen producto, trabajo, esfuerzo, dedicación y compromiso con los intereses de los clientes. Estamos encantados de los resultados obtenidos y con la alta fidelización de nuestros clientes.
