Los sensores de horquilla y lectores de código de barras de Leuze electronic optimizan la producción de Leich und Mehl
Las pesadoras – etiquetadoras de Leich und Mehl son productos de primera calidad dentro del sector gracias a la sólida ingeniería que la empresa mantiene desde hace más de 25 años. “Esto implica, por supuesto, que sólo utilizamos componentes que cumplen con estos requisitos. Los diversos componentes, como los sensores de horquilla o los lectores de código de barras de Leuze electronic contribuyen a la excelente reputación de nuestras máquinas”, reconoce Floran Mehl, gerente de Leich und Mehl.
La calidad de las pesadoras – etiquetadoras de Leich und Mehl se basa, según Mehl, sobre todo en su fiabilidad y, también, en los reducidos costes de mantenimiento derivados del poco desgaste de sus componentes y de su extrema durabilidad.
La tecnología de pesaje y etiquetado de la empresa alemana Leich und Mehl GmbH (de la ciudad Kernen en el valle del rio Rems), define, desde hace más de 25 años, los estándares de las pesadoras – etiquetadoras en el sector de envase y embalaje, especialmente en la producción industrial de alimentos tales como carne y queso, fruta y verduras.
“La calidad se refleja en la impresión precisa y limpia de las etiquetas, su correcta colocación y, finalmente, en su lectura fiable en las cajas”, añade Mehl, al empezar a hablar sobre la tecnología sofisticada de impresión propia de Leich und Mehl.
La nueva generación de pesadoras – etiquetadoras, PAW 2000, está diseñada y aprobada para conseguir hasta 160 clasificaciones por minuto con una velocidad de impresión de hasta 300 mm/s.
Los sensores utilizados, sobre todo los sensores de horquilla y los lectores de código de barras de Leuze electronic, contribuyen de manera significativa al alto rendimiento.
Detectar etiquetas con precisión
Con su rápido tiempo de respuesta y su alta repetibilidad los sensores de horquilla GS 61 aseguran la detección exacta de las etiquetas en una gran variedad de soportes así como la posición precisa de la impresión en altas velocidades. “Cuanto mejor se conoce la posición del inicio y del final de las etiquetas más precisa es la impresión”, destaca Thomas Steudle, responsable de servicio en Leich und Mehl.
El sensor de horquilla GS 61, ya en la configuración básica, permite la detección fiable de una amplia gama de etiquetas de diferentes colores y con distintas papeles de soporte. “Configuramos una vez el sensor de manera sencilla a través del potenciómetro y, a día de hoy, rara vez hemos vuelto a ajustar el sensor en casa del cliente”, añade Steudle.
Otra razón igual de importante para Leich und Mehl es el diseño compacto de los sensores de horquilla GS 61. A nivel mundial es el sensor de horquilla óptico más pequeño con calidad industrial para la industria del etiquetado.
Su ancho de boca de sólo tres milímetros y su diseño Slimline extremadamente plano facilitan su integración en espacios reducidos. También dispone de una marca visible para la rápida alineación de la cinta de etiquetas.
Compacto como ningún otro
Su diseño –o mejor dicho: su pequeño tamaño– también ha sido decisivo para el uso del lector de código de barras BCL 8 (Imagen 3) de Leuze electronic. Integrado en el cabezal de impresión de la pesadora-etiquetadora PAW 2000, este dispositivo controla, inmediatamente después de la impresión, si el código de barras aplicado es legible o no. Los lectores de código de barras BCL 8 encajan perfectamente en los huecos estrechos de los impresores PAW. Su diseño industrial junto con la carcasa de metal / vidrio y de los conectores M12 permite alcanzar un índice de protección IP 67.
Gracias a las distintas ópticas, estos lectores están disponibles con salida del haz frontal o lateral y pueden realizar tareas de lectura en espacios muy reducidos. A pesar del diseño compacto, los BCL 8 disponen de un gran campo de lectura con gran profundidad de campo. Pueden leer códigos con un tamaño de módulo entre 125 y 500 µm
La alta velocidad de lectura constante de hasta 600 Scans por segundo contribuye a la alta fiabilidad de la máquina.
Los dispositivos BCL 8 opcionalmente también pueden ser instalados fuera del cabezal de impresión.
“En algunos casos, además, también controlan si el código de barras impreso es el correcto, o no”, añade Steudle.
Soluciones óptimas para cada aplicación
En la PAW 2000 a menudo se tienen que pesar y etiquetar distintos productos en orden aleatorio. En las máquinas diseñadas especialmente para estas aplicaciones, está instalado un lector de código de barras adicional en el alimentador de productos. Este lector se encarga de la identificación de los productos entrantes a través de un código de barras aplicado anteriormente. Para esta tarea en Leich und Mehl utilizan el lector de código de barras BCL 300 (Imagen 4).
Con un alcance de hasta 700 milímetros este lector es ideal para identificar distintos productos con distintos tamaños de envase. Una vez más destaca el diseño relativamente compacto: permite su instalación muy cercana a la línea de transporte. La óptica de alta calidad permite gran profundidad de campo y un gran ángulo de apertura, permitiendo la detección de los productos en líneas de transporte anchas. La instalación de los BCL 300 es muy sencilla, ya que ni requiere ajustar el foco ni la velocidad de lectura.
Control de proceso con fotocélulas
El equipamiento estándar de la PAW 2000 también incluye dos fotocélulas reflexivas instaladas en el alimentador. Una de las fotocélulas reflexivas detecta los productos entrantes para, en caso necesario, poder conseguir la distancia necesaria entre los productos. La otra fotocélula da la señal para iniciar el proceso de pesaje y etiquetado.