Codificación de herramientas mediante RFID Industrial
La identificación de herramientas mediante RFID Industrial de Balluff aumenta la eficiencia, ya que logra que sea cosa del pasado la asignación incorrecta o el extravío de herramientas. Todos los datos importantes relativos a la herramienta se almacenan sin contacto en un portador de datos embebido en el mango de la herramienta. La carga automática en la memoria del sistema permite que todos los datos sean siempre correctos y actualizados gracias a la continua actualización de los datos cuando la herramienta se carga y descarga. En los centros de producción modernos, esto asegura los máximos niveles de utilización de la carga y de tiempo de funcionamiento de la máquina.
La base más reconocida para los sistemas de identificación de herramientas es la avanzada tecnología RFID de Balluff. Los sistemas de identificación de Balluff resultan indicados para uso industrial y se han diseñado para cargas extremas por choques y vibraciones, así como para funcionar bajo efectos electromagnéticos, térmicos o químicos.
BIS C fue la primera solución de identificación basada en RFID que asegura una transferencia fiable de los datos, incluso en el área que rodea a materiales metálicos. Dentro de sistemas de gestión de herramientas, permite la transferencia automática de los parámetros de la herramienta, reduciendo así notablemente el tiempo no productivo de la máquina. Esto no incluye el ahorro de tiempo y de personal para el suministro de herramientas y equipamiento y el óptimo aprovechamiento de la vida operativa de la herramienta.
Prácticamente se eliminan los trabajos de desecho y reprocesado debido al uso excesivo de las herramientas. Otros efectos de la racionalización son la organización más sencilla de las herramientas y el equipamiento, una mayor garantía de producción y de prevención de errores, por ejemplo debido a entradas incorrectas o a la mezcla de herramientas.
Los sistemas de identificación de Balluff se suministran en una gran variedad de versiones. La experiencia ha demostrado que la inversión se amortiza en uno o dos años.