Un nuevo informe de SFS pone de manifiesto el enorme potencial de ahorro de costes existente en el sector industrial mediante tecnologías energéticamente eficientes

La industria paga un alto precio por el consumo energético ineficiente

Fuente: Siemens Financial Services 27/12/2012

Empresas industriales de todo el mundo podrían ahorrar miles de millones de euros en sus facturas eléctricas, mediante la implantación de variadores de velocidad (VSD por sus siglas en inglés) en los motores. Un nuevo informe de Siemens Financial Services (SFS) ha calculado que con la implantación total de VSD en la industria española durante los próximos cinco años, se podría obtener un ahorro en el coste energético valorado en 2.878 millones de euros. Alemania, gigante industrial europeo podría obtener ahorros incluso mayores, de hasta 6.466 millones de euros, más del doble del ahorro potencial de España. Este informe, que cuantifica las ganancias potenciales en eficiencia energética gracias a la implantación de los VSD, pone de relieve tan solo una de las muchas iniciativas de eficiencia energética que podrían conseguir un sustancial ahorro de costes en el sector industrial.

Los VSD optimizan el suministro de tensión y frecuencia a los motores industriales para cambiar su velocidad de trabajo, en lugar del método tradicional de ‘estrangular’ los motores de velocidad constante, con lo que se reduce muchísimo el consumo de energía eléctrica. En la UE, los sistemas propulsados por motores eléctricos representan aproximadamente un 70% del consumo total de energía eléctrica en el sector industrial. Ante el hecho de que más del 95% de los costes del ciclo vital de los motores industriales lo representa el coste de la energía eléctrica que consume, se hace aún más apremiante la necesidad de implantar los VSD. Aunque no todos los motores se utilizan en los procesos de velocidad variable, se estima que entre un 50% y 70% de los procesos industriales se beneficiarían gracias a esta tecnología. En la actualidad, la penetración global de los VSD (en proporción a los motores instalados) sigue siendo reducida, por lo que aún queda mucho camino por recorrer para que pueda materializarse su pleno potencial de ahorro energético y de costes.

Ramón Roncero, director de Financiaciones Estructuradas de Negocio de Siemens, señala que: “Ante el aumento constante de los precios de la energía eléctrica, mejorar la eficiencia energética se está convirtiendo en un motivo de preocupación para las organizaciones industriales, dado que los costes energéticos crecientes erosionan los márgenes de beneficios y dañan la competitividad. La magnitud del potencial ahorro que facilitan los VSD presenta un argumento económico extremadamente convincente para que las empresas industriales inviertan en esta tecnología de ahorro energético. Lo que es más importante, teniendo en cuenta que los VSD representan tan solo una de las muchas iniciativas posibles en materia de eficiencia energética que pueden adoptar las empresas industriales, el potencial real de ahorro energético y de costes en la industria es inmenso”.

Aunque no todos los motores se utilizan en los procesos de velocidad variable, se estima que entre un 50% y 70% de los procesos industriales se beneficiarían gracias a esta tecnología.

“La precaria situación económica en Europa y el acceso restringido a la financiación, han provocado que muchas empresas retrasen sus planes de inversión. Sin embargo, las empresas pueden vencer esta barrera financiera con facilidad si utilizan métodos alternativos para financiar sus actualizaciones a equipos que ofrezcan eficiencia energética. Técnicas de financiación de activos, como el arrendamiento financiero y el renting, tienen por objeto compensar el coste mensual de los equipos nuevos con el ahorro energético que se obtiene durante el plazo de financiación, con lo cual se consigue que la inversión tenga un coste neto igual a cero o incluso que se obtenga superávit Aun cuando un proyecto no pueda contrarrestar completamente la actualización de los equipos con ahorros de costes obtenidos por la eficiencia energética, la financiación puede subvencionar la mayor parte del coste que supone la actualización. Dado que los equipos de tecnología actualizada podrán no solo reducir los costes energéticos, sino también impulsar la productividad y ampliar la capacidad de fabricación, mejorando los ingresos y los márgenes, los fabricantes deberían aprovechar dichas soluciones financieras alternativas para obtener el importante potencial ahorro en costes que se esconde en los procesos industriales.”

Los dispositivos más receptivos para los VSD suelen ser bombas, ventiladores y compresores centrífugos, aunque también podrán obtenerse ahorros que merezcan la pena en dispositivos más exigentes como batidoras, centrifugadoras, compresores recíprocos y extrusionadoras. Además de proporcionar una reducción considerable en el consumo energético, los VSD ofrecen otras ventajas, como por ejemplo, el arranque suave de los equipos, corriente reducida durante el arranque, menor esfuerzo mecánico y factor de alta potencia. En general, los sistemas de VSD diseñados correctamente reducen el consumo energético entre un 20% y un 70%, en función de su aplicación.

Metodología

Se obtuvo información de una diversidad de fuentes oficiales y públicas para crear un modelo estimado conservador de ahorro energético que puede obtenerse con los VSD. En cada uno de los países estudiados en el informe, en primer lugar se calculó el gasto energético anual total en la industria multiplicando el consumo de energía eléctrica industrial por las tarifas de energía eléctrica industrial. Luego se redujo la escala del importe según la proporción de energía eléctrica industrial consumida para hacer funcionar los motores eléctricos (esta cifra ha sido reducida según la penetración de motores controlados por un VSD dado que este consumo ya ofrece eficiencia energética). Teniendo en cuenta la proporción de motores que pueden beneficiarse de los VSD, así como el porcentaje de ganancias en cuanto a eficiencia energética que se obtienen mediante los VSD, el valor final indica la cantidad de gasto excesivo en energía eléctrica industrial, directamente atribuible a la falta de implantación de los VSD en aplicaciones que razonablemente cabe esperar que se beneficien.