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La fiebre del limaco, la del cerdo y la fiebre por depresión

Ibon Linacisoro. Director12/05/2009

12 de mayo de 2009

Los cerdos han optado por transmitir a los humanos algo más que sus modales y se han puesto manos a la obra en la propagación de su gripe. Es curioso, la gripe porcina afecta en España, con datos del 12 de mayo, a menos de 100 personas y no sólo está bastante controlada sino que su efecto sobre los enfermos es leve. En España, a mediados de mayo, no había ningún enfermo grave por esta gripe y ningún hospitalizado, y eso que España es uno de los países europeos con más fiebreporcinizados. A pesar de ello, la gripe porcina ocupa un espacio enorme en los medios de comunicación, algo totalmente desproporcionado si pusiéramos sobre la mesa los datos de otras enfermedades contagiosas, sus efectos y el número de enfermos afectados por ellas.

La fiebre por depresión no está todavía cuantificada en los medios, pero es más que probable que hayamos pasado del nivel de alerta 5 -prepandemia- al nivel de alerta 6 –pandemia. El cambio en el nivel de alerta, al igual que sucede con la gripe de los muy cerdos, no depende de la cantidad de contagiados, sino del tipo de transmisión. Es decir, si numerosos humanos han sido contagiados y padecen fiebre por depresión porque han volado de su empresa debido a su falta de rendimiento o incapacidad manifiesta, se mantiene el nivel 5 –prepandemia- no es preocupante... todavía. Si, por el contrario, numerosos humanos padecen fiebre por depresión porque han volado de su empresa debido a causas del tipo “lo siento, eres un magnífico trabajador y lo has dado todo por la empresa, pero no te puedo pagar”, estaríamos ya en plena pandemia. Como se dice ahora, yo para mí que esto va a ser pandemia.

Una preconclusión, por lo tanto, es que la tipología y la cantidad de fiebreporcinizados sitúan esta afección en nivel de prepandemia, y que la cantidad y tipología de fiebrepordepresionizados sitúan esta afección en nivel de pandemia.

Menos mediática, pero no menos importante, es la fiebre del limaco. Resulta que ya se están utilizando limacos que viven en entornos mineros como medidores de la salud de los suelos. El asunto tiene su miga, porque en la UPV/EHU han observado que la contaminación altera el ADN mitocondrial, pero no así el celular. ¿Puede la contaminación dirigir la evolución? Un asunto metafísico.

Mucho más terrenal y fácil de comprender es la posible fiebre del pobre limaco cuando babosea por suelos contaminados. ¿Cómo no le va a dar fiebre? La pena es que a alguien no se le ocurriera esto antes, porque el limaco habría servido para detectar suelos poco sólidos, fangosos, peligrosos, como el suelo de las hipotecas subprimes, que fueron las desencadenantes del proceso que desembocó en la pandemia de los fiebrepordepresionizados. Si hemos aprendido algo es que el limaco, hoy, todavía sería bueno para colocar sobre determinados suelos. ¿Que lo ponemos en un suelo recalificado en un ayuntamiento de por ahí y el limaco nos coge fiebre? Malo. Fiebre de limaco, igual a situación embarazosa para alguien.

Demos al limaco sus oportunidades. Relativicemos la gravedad de los fiebreporcinizados, centrémonos en sanar el origen de la pandemia de los fiebrepordepresionizados y vigilemos de cerca si a nuestro limaco le sube la temperatura.

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