Entrevista a Ramón Galán, catedrático de Automática de la Universidad Politécnica de Madrid
23 de febrero de 2009
Se está hablando de la llegada de la robótica al sector de servicios, incluso al del ocio. ¿Piensa que la investigación se decantará hacia estas nuevas oportunidades de negocio en detrimento de la innovación en aplicaciones industriales?
Esta línea era una oportunidad de negocio, aunque tal vez en la situación de crisis actual se produzca un parón en la investigación. Pero en ningún caso se verán afectadas las líneas de trabajo sobre robots industriales, porque están instalados y el mercado precisa que sean remplazados y mejorados, además de haber una nueva demanda.
“Disponemos de los conocimientos y de los medios para desarrollar esos robots, pero su oportunidad socio-económica no ha llegado”
¿Qué opina sobre la calidad de la formación universitaria en el campo de la robótica en España?
¿Puede hacer una aproximación sobre cuál será, en su opinión, el panorama de la robótica industrial a medio y largo plazo? ¿Cuál será la incidencia de la ‘robotización’ sobre los distintos aspectos que afectan a la industria: productividad, instalaciones, procesos, características del producto, perfil de la plantilla, relaciones laborales, etc.?
La robótica como parte de la automatización es un paso más en esa dirección. Hoy día no es posible pensar en trenes de alta velocidad y simultáneamente en el jefe de estación dando paso al tren con el farol de gas. El jefe de estación realiza en este momento tareas de supervisión de un sistema informatizado de control.
En robótica de servicio, especialmente en robótica humanoide, se invierte buena parte del presupuesto en buscar la apariencia humana, a diferencia del sector industrial en el que no importa la apariencia sino la productividad y la efectividad. ¿Qué justifica esa parte de la inversión? ¿Tan importante es el factor emocional en robótica de servicio en el mercado de consumo?
El robot es un producto industrial y como tal debe encontrar su mercado, y el robot humanoide llega antes al consumidor. Nuestro departamento ha desarrollado robots aéreos, submarinos, microrobots que inspeccionan tuberías, etc., pero Urbano es el que sale en televisión.
Se sabe, también, del fenómeno conocido como 'valle inexplicable' que relaciona el grado de aceptación de un robot en función de su parecido con el humano. En la medida que el robot es más parecido aumenta el grado de aceptación hasta un punto en el que se produce el rechazo total cuando el parecido hace difícil distinguir si es o no humano. Tal vez nos sentimos amenazados.
La llegada de los robots o, mejor dicho, su implantación en la sociedad, no es sólo una cuestión de tecnología… ¿Es compatible la creación de máquinas que trabajen por nosotros con la necesidad de empleo de las personas? ¿Qué circunstancias económicas y sociales deben darse para que se abra la puerta a los robots sociales o de servicio?
Los problemas laborales de la automatización se ven muy amplificados por el diferente grado de desarrollo entre los países. Determinadas tareas no son realizadas por los trabajadores de un país desarrollado, pero sí por otro del llamado tercer mundo y la inversión inicial para la automatización (normalmente costosa) no se realiza.
Robot Urbano
Urbano es un robot diseñado para ser guía en ferias y museos con capacidades para la interacción con el público. Urbano es un híbrido entre R2D2 y C3PO. Su cuerpo es redondeado como R2D2, pero dispone de cara y brazos. Usa un sistema láser para identificar su posición, generar sus mapas y planificar sus movimientos. Es capaz de hablar utilizando un sintetizador de voz y reconocer un amplio conjunto de frases con las que se le pide que realice sus tareas y que le permiten responder a preguntas.
Para una mejor interacción con el público se le ha dotado de un cara esquematizada con ojos, nariz (en realidad es una cámara) y un labio que le confieren una gran expresividad. Además se le ha dotado de un módulo de emociones en el que los estímulos externos (opiniones del supervisor o del público) e internos (estado de la batería, horas seguidas de funcionamiento, visitas guiadas, etc.) hacen que sus emociones (alegría, enfado, cansancio, etc.) varíen y en consecuencia su comportamiento (velocidad, tiempo de guiado de la visita, frases que nos dirige, etc.) sea distinto.