Fatronik vende la licencia de explotación de su robot Quickplacer a una empresa de Silicon Valley
Fatronik recibirá asimismo una cuantía económica, además del pago de un “royalty” por cada uno de los productos que la compañía norteamericana venda, lo cual supondrá en diez años unos ingresos de entre cinco y trece millones de euros para Fatronik.
Industria emergente
La demanda de este tipo de robots está registrando un importante crecimiento. El propio Bill Gates afirmaba recientemente en un artículo publicado en la revista Scientific American titulado “A robot in every home” (Un robot en cada casa) que la situación de la robótica actual es comparable a la época de mediados de los 70, en la que se gestó el lanzamiento del PC. Para ello, se basó en un estudio que él mismo encargó en el año 2004 para analizar el estado de la tecnología y el mercado de la robótica. De él se desprendía que la industria robótica está a punto de estallar, de un modo similar a lo sucedido con el negocio de la informática hace 30 años.
A nivel estatal, la situación es muy favorable para la robótica de manipulación. Mientras otros sectores, como el del automóvil, ya poseen un alto grado de integración de la robótica, en otros, como por ejemplo el de la alimentación, está mucho menos desarrollada. Según los últimos datos de la Asociación Española de la Robótica (AER) el número de instalaciones de robots para la industria agroalimentaria ha ido incrementándose en los últimos años en torno a un 30 por ciento.
“Spin Off”
Aun así, Fatronik quiere que este desarrollo sirva para contribuir a generar actividad empresarial en nuestro entorno. Por ello, creará una spin off con sede en Gipuzkoa y una filial en Francia, que podrá comercializar el citado robot. La nueva empresa será una ingeniería dedicada al desarrollo de soluciones completas de automatización. Según previsiones, en sus primeros cinco años facturará unos 20 millones de euros. En un principio contará con diez trabajadores, cinco en la sede guipuzcoana y otros cinco en la filial francesa.
Quattro
Su desarrollo ha sido posible gracias a la colaboración con Fatronik Francia y el laboratorio de Montpellier de Ciencias Informáticas, Robótica y Microelectrónica (Lirmm).
Posee una estructura de cuatro grados de libertad, tres translaciones y un giro respecto a su eje vertical, gracias a lo cual puede coger y posicionar 240 piezas por minuto. Además, se complementa con un sistema de visión capaz de guiar los movimientos de dicho robot, que es el responsable de localizar la forma y orientación de los objetos, y en función de la programación recibida comandar órdenes de movimiento al robot. También es posible coordinar todo el conjunto con cintas, de forma que el robot es capaz de coger objetos en movimiento y dejarlo también en una cinta en movimiento. Su particular estructura y las características de sus elementos, hacen que su velocidad y aceleración sean máximas, incrementando la productividad en un 20 por ciento respecto a las soluciones actualmente existentes.
Por todo ello, el campo de aplicación de este tipo de robots es muy amplio. Abarca distintos sectores con gran necesidad de automatización, tales como el agroalimentario, el de la higiene, la belleza, la salud o los componentes electrónicos. Existe una gran demanda de automatización en estos sectores, ahora muy manuales, que se cubre con este tipo de robots. Hoy en día cada vez está todo más empaquetado, lo cual contrasta con la baja automatización de las empresas. Con este robot se consigue automatizar labores de baja calidad de trabajo con altísima eficacia. El robot Quattro permitirá un gran aumento de la productividad de estas empresas.
- Facturación 2006: 4,6 millones de euros
- Facturación prevista 2007: 9 millones de euros
- Número de personas 2006: 67
- Número de personas previstas 2007: 110
- Número de centros: 3
- Empresas cliente: 70
- Patentes: 15