La decisión de Nissan para la planta de Barcelona reafirma la confianza en nuestra capacidad
En los últimos días se ha producido una excelente notícia en el ámbito industrial: la adjudicación a la planta de Nissan de Barcelona de la fabricación de un nuevo modelo de turismo, decisión que demuestra la enorme competitividad internacional de nuestro tejido industrial así como la madurez de nuestros actores sociales ante la crisis, puesto que la adjudicación fue posible gracias al acuerdo alcanzado para mejorar la competitividad de esta factoría.
El acuerdo de Nissan marca el camino que debemos seguir para hacer posible la recuperación económica, esto es, mejorar la competitividad y utilizar el máximo posible nuestra capacidad productiva e innovadora para lograr nuevos mercados y mayor confianza, también dentro de un grupo industrial.
El pacto entre la dirección de la empresa barcelonesa y los sindicados de la planta comportará la creación de 1.000 nuevos empleos directos y 3.000 de indirectos, así como asegurrar una inversión de 110 millones de euros y la producción de un nuevo modelo. De este modo se asegura la carga de trabajo y demuestra que Nissan, en la Zona Franca, tiene un largo recorrido de cara al futuro, puesto que la marca japonesa habrá invertido en los últimos años más de 400 millones de euros.
Vemos pues como a menudo parece cómo, fuera de nuestras fronteras, hay más confianza en nuestra competitividad que en el propio país, donde muchas veces crece un discurso derrotista que no hace más que dañar aún más nuestra capacidad de reacción. En el sector extremadamente competitivo de la automoción, la planta de Nissan de Barcelona goza de un gran prestigio y fiabilidad dentro de la propia marca, como se ha demostrado, así como una vocación innovadora también contrastada.
Es evidente que estamos viviendo unos años muy duros y una situación económica muy complicada. Pero hay que pactar la competitividad y asegurar, entre todos y día a día, la viabilidad de nuestras empresas, tomando las decisiones más acertadas en cada caso. A menudo, la capacidad de adaptación y contar con un espíritu de anticipación son la mejor garantía de avanzar.