La versión de ‘El Quijote’
Refrigerantes: evolución normativa y perspectivas de futuro
“Enfrenta la lengua; considera y rumia las palabras antes de que salgan de la boca”
Y una vez más me refugio en la literatura, esta vez la nuestra y a la vez universal, para intentar ordenar este desorden a través del refranero quijotesco.
“Del dicho al hecho hay gran trecho”
La F-gas no es un reglamento nuevo de esta década. Nació en 2006 con el compromiso de revisarla para evaluar los resultados de las medidas propuestas entonces para contener las emisiones de CO2 equivalente de los HFC, enfocadas principalmente a la contención de fugas. Pero de lo dicho entonces al hecho del momento de la revisión hubo un trecho tan grande que condujo a una nueva F-gas mucho más restrictiva: los europeos no habíamos hecho los deberes y la tendencia de la disminución de las emisiones no era la esperada.
“Por el hilo se saca el ovillo”
La nueva F-gas aboga por contención de fugas, formación y certificación y una reducción gradual de emisiones de CO2 puestas en el mercado (cuota), tomando como base la cantidad media entre 2009 y 2012. El problema es que durante los cálculos de asignación de cuota a cada uno de los solicitantes, tirando del hilo, se desenmarañó un ovillo de mercado ilegal no reportado durante esos años, así como un error por no considerar todo el gas contenido en equipos precargados importados, principalmente aires acondicionados de Asia. Es decir… hay que reducir uso de HFCs partiendo de una base incorrecta que representaba mucho menos de la realidad.
La nueva F-gas aboga por contención de fugas, formación y certificación y una reducción gradual de emisiones de CO2 puestas en el mercado (cuota), tomando como base la cantidad media entre 2009 y 2012.
“No pidas de grado lo que puedas tomar por la fuerza”
Estábamos en España preparándonos cual Sanchos para servir a nuestro Quijote europeo cuando nos aparecen los gigantes esta vez no en forma de molinos, sino de impuesto sobre gases de efecto invernadero, un impuesto verdaderamente impuesto, forzado y sin consultar con el sector, y sin valorar previamente las consecuencias que a lo largo de casi tres años ha sufrido el mismo: mercado negro, desplome del negocio de distribución de gas, pequeñas y medianas empresas con problemas de supervivencia por la tensión financiera debida al mal diseño del impuesto, …
“Pagar justos por pecadores”
Y aquellos que cumplen con la ley y pagan el tributo son los que van a galeras, pues pierden negocio, necesitan inversión extra de recursos para responder ante auditorías, reducen márgenes… mientras que otros se aprovechan del despiste y laxitud de la administración para hacer de su capa un sayo y fomentar mercado negro y transacciones no declaradas.
“Promesas de enamorado son ligeras de prometer y muy pesadas de cumplir”-“Cuesta poco prometer lo que no piensan ni pueden cumplir”
Y así llegamos al año pasado, 2016, observando cómo algunas de las promesas de enamorados de la defensa del medio ambiente se materializaban en acuerdos cuyo cumplimento, creo yo, puede diluirse en pláticas políticas y selfies de autocomplacencia. Nos tenían entonces distraídos desde el extranjero con el Brexit, Kigali, Trump…
Repasemos dónde estábamos a principio de 2017.
Se inicia la obligación de que contabilice dentro de la cuota de la F-gas el gas contenido en equipos precargados importados. El progreso de la F-gas es positivo en equipos/instalaciones nuevos en algunos segmentos, como automoción, enfriadoras, supermercados, aparatos de a/c pequeños… pero lento en otros como en equipos partidos de a/c o refrigeración industrial. En equipos/instalaciones existentes, la reconversión a alternativas al R-404A es muy lenta o inexistente, y muchos países carecen de infraestructura para regeneración y gestión de residuos.
Por otro lado, tras varios años intentando concienciar sobre la necesidad de abandonar refrigerantes como el R-404A y las posibles implicaciones de no hacerlo (escasez, subida de precios…), las señales de dichas implicaciones apenas se perciben y muchos profesionales prefieren ignorarlas y seguir como hasta ahora.
Con respecto a los efectos futuros desde el extranjero: Kigali supuso un avance a nivel mundial: se promueven inversiones en refrigerantes de menor PCA; pero a Europa no nos afecta, dado que nuestra F-gas es considerablemente más estricta. Los efectos futuros del Brexit y de Trump… sinceramente, ni idea.
“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”
¿Y ahora qué? En El Quijote no aparece ninguna bola de cristal, y en nuestro cuento actual, tampoco… Es difícil vislumbrar cómo y cómo de rápido va a evolucionar el sector, por lo que conviene leer e informarse de fuentes fiables. Recordemos algunas novedades recientes que ayudan a conformar el marco regulatorio.
¡Ya!: la Comisión Europea confirmó el pasado verano tanto el método de asignación de cuotas de la F-gas como la prohibición sobre centrales multicompresores del anexo III, punto 13 en sistemas de refrigeración en supermercados. Con respecto a esto último, desafortunadamente la voz de España como Estado Miembro no parece haberse dejado oír lo suficiente. Como “Más sabe el necio en su casa que el cuerdo en la ajena”, nuestros representantes en Bruselas consultaron al sector, quien tras acuerdo consensuado propuso permitir sistemas en cascada directa y permitir en las mismas refrigerantes de PCA ~ 600. Ambas iniciativas se han ignorado completamente.
A corto plazo, en 2018 la cuota europea de la F-gas se reduce en un 37% con respecto a 2015. Este 37% no se refiere a volumen, sino a cantidad de CO2 equivalente: kilos multiplicados por su PCA. Es decir, que si entre todos hemos limitado el uso de los gases con mayor PCA (principalmente R-404A y R-507) y reducido fugas, la cantidad de kilos en el mercado podría cubrir las necesidades. Pero dos circunstancias pueden agravar la situación: debido al incorrecto cálculo de la base de la cuota, la reducción real se estima en el 44%. Además, el mercado se ha mostrado reticente al cambio y parece esperar al último momento.
A medio plazo, el borrador del RSIF (Reglamento de Seguridad de Instalaciones Frigoríficas) incluye, entre otras cosas, la consideración de la clase de refrigerantes ligeramente inflamables 2L. El objetivo es actualizarlo según la última versión de la EN-378, que incluye dicha clasificación 2L con un aumento considerable de la carga máxima en comparación con los inflamables (clases A2, B2, A3 y B3). El aumento de dichas cargas permitirá, siempre de los límites de la seguridad, remplazar algunos de los gases tradicionales por otros con PCA más bajo e incluso mejor eficiencia energética, como el R-134a por el R-1234ze en sistemas en cascada o enfriadoras, el R-407C por el R-32 en a/c, o el R-404A por el Solstice L40X (R-455A) en unidades condensadoras u otros equipos herméticamente sellados para baja temperatura.
A largo plazo, la discusión sobre algunos lotes de la Directiva de Ecodiseño claves para equipos de frío y de clima está retrasada o parada y en algunos casos se desconoce la implicación que tendrá. Además, la Comisión Europea ha enviado un mandato a los Estados Miembro para desarrollar una Especificación Técnica que refleje el posible aumento de carga máxima de refrigerantes A3 (extremadamente inflamables), estableciendo uso y métodos de evaluación de riesgo, así como requerimientos de instalación. Dicha Especificación Técnica debería presentarse en 36 meses, y podría constituir una preparación para un nuevo estándar.
“En la tardanza está el peligro”
Hasta la publicación de estas normativas existe incertidumbre en algunos segmentos del mercado, incertidumbre que acota la capacidad de tomar decisiones “definitivas”. Aunque si bien es cierto que “La prolijidad suele engendrar el fastidio”, no debemos escudarnos en ello para retrasar el empezar a actuar: “A Dios rogando y con el mazo dando”.
“Predicar en el desierto”
Como “nadie nace enseñado”, muchos de nosotros, desde hace ya varios años, nos dedicamos a dar charlas informativas de lo que se avecinaba, sus consecuencias potenciales y posibles soluciones y tecnologías alternativas para prepararnos todos a lo largo de la cadena de aprovisionamiento. En España, entre la tendencia natural de aplazar al máximo cualquier obligación que nos lleve al cambio y la intromisión de la tasa, la respuesta general a las advertencias era un encogimiento de hombros.
“La diligencia es madre de la buena ventura; y la pereza, su contraria”
Y de repente, llegó el caos… En tan solo unos meses hemos observado los síntomas preavisados que provocaban la indiferencia de aquellas charlas, y que han llegado no sólo tarde, sino de sopetón y todos a la vez: precios disparados del R-404A / R-507, escasez de refrigerantes, intentos de acopio, falta de tiempo para reaccionar…
Aquellos que iniciaron la andadura de reconversiones de sistemas a refrigerantes de PCA más bajo están más preparados que los que no lo hicieron para enfrentarse a esta nueva dinámica de mercado.
“No hemos conocido el bien hasta que lo hemos perdido”
No es que hayamos perdido el bien… sólo la comodidad, es un cambio. Es necesario ser consciente de la situación, sin necesidad de pánico, buscando el equilibrio entre la teoría y la realidad y ser proactivo frente a reactivo. Para los que ponen refrigerantes en el mercado (fabricantes, distribuidores, importadores de equipos precargados, etc.), la gestión de cuota de F-gas es crítica. Para los usuarios, asegurarse de que el gas que utilizan está respaldado por cuota oficial autorizada es clave. La ejecución de la normativa y el control de su cumplimiento serán cada vez más intensos y pueden suponer multas importantes.
La programación por parte de cadenas de supermercados y empresas agroalimentarias de reconversiones de gases de alto PCA es fundamental: no sólo la aprobación interna de un plan (presupuesto, recursos, tiempos…), sino también las consideraciones en cuanto a disponibilidad de botellas, refrigerante o técnicos cualificados que las realicen acorde a la planificación. Uno de los retos es crear conciencia y sentido de la urgencia en la parte industrial y de pequeños instaladores.
“Donde una puerta se cierra, otra se abre”
Ahora que ya sabemos que no es posible continuar como hasta ahora, debemos cerrar definitivamente la puerta de los gases menos sostenibles y considerar otras alternativas. No se trata sólo de buscar un PCA lo menor posible para cada uso, sino de que la solución escogida se ajuste lo mejor posible a los requerimientos de rendimiento, seguridad, condiciones climáticas, eficiencia energética y sostenibilidad medioambiental y económica (inversión y gastos operativos). Y mientras una se cierra y la otra queda abierta del todo, el reciclaje y la regeneración del gas que hay en el mercado es imprescindible para satisfacer la demanda.
“No hay camino tan llano que no tenga barranco”
O lo que es lo mismo… nada es perfecto. No hay ninguna solución que sirva para todas las aplicaciones de frío y clima. Ya hay en el mercado soluciones basadas en gases industriales (CO2, amoniaco, hidrocarburos), o en hidrofluoroolefinas (Solstice yf/zd/zd) y sus mezclas, que están dando buenos resultados en las aplicaciones para las que se han diseñado.
“Una golondrina no hace el verano”
En el caso de reconversiones de sistemas existentes hay ya una larga trayectoria de experiencia, del R-404A y similares al R-407F ó R-448A, entre otros. En el caso de equipos e instalaciones nuevas, hay una variedad de posibilidades que aún necesitan una experiencia creciente y masiva para alcanzar un estado de madurez en toda la cadena de valor. Dicha madurez precisa de formación y certificación de los técnicos, una asignatura aún pendiente que necesitará apoyo (formativo y económico) y enfoque (teórico, práctico).
“Muchos pocos hacen un mucho”
Tiempos convulsos, ciertamente, pero se trata de que todos contribuyamos a frenar el cambio climático. Incluso aunque la aportación de todo este esfuerzo tremendo de recorte de emisiones de HFCs sólo contribuya a menos del 1% de las emisiones globales.
“La culpa del asno no se ha de echar a la albarda”
Y es que el “asno” culpable del calentamiento global no son los HFC per se… El CO2, cuyas emisiones suponen casi un 66% del impacto de los gases de efecto invernadero sobre el calentamiento global, suma junto al metano y el óxido nitroso prácticamente el 90%. Los HFC, menos de un 1% a nivel global.
“Cuando a Roma fueres, haz lo que vieres”
Francia ha iniciado la vía de implantar un impuesto similar al español y a otros comunitarios y no comunitarios, en donde se penaliza el PCA fuera de la F-gas. Hacer “lo que vieres” copiando una medida que, al menos en España, no ha demostrado ser efectiva en lo recaudatorio ni en lo medioambiental, parece poco razonable. Veremos cómo acaba…
“Querer atar las lenguas de los maledicentes es lo mismo que querer poner puertas al campo”
O lo que es lo mismo… que no podremos acallar las voces que intentan desacreditar unas tecnologías a favor de otras por mero interés lucrativo, especialmente en contra de los gases fluorados. Pero al menos sí debemos aportar sensatez y sobre todo hechos y evidencias para corregir los errores o la información engañosa que difuminan las lenguas maledicentes.
Por ejemplo, los hidrocarburos, amoniaco o el CO2 se pueden hallar en la naturaleza como sustancias que no pueden utilizarse de ninguna manera como refrigerante. Los refrigerantes HC, NH3 o CO2 se producen en plantas químicas igual que los HFC o los HFO. Llamados habitualmente “gases industriales”, se les ha dado un “toque de marketing“al rebufo de lo verde, lo bio, lo eco, … para denominarlos”refrigerante naturales”. Aún siendo una “marca” muy ingeniosa y efectiva, no existe definición legal tras este término.
Los refrigerantes “naturales“tienen efectos nocivos sobre el medioambiente. Además del impacto sobre el calentamiento global (aunque el PCA sea bajo, son”muchos pocos”), otros efectos: los HC son VOC (compuestos volátiles orgánicos) que producen esmog fotoquímico (niebla contaminante por ozono originado en reacciones químicas) al descomponerse en CO2 y otros compuestos. Las emisiones de amoniaco producen cambios en agua y subsuelo y contribuyen a la formación de aerosoles en la atmósfera. Y ya hemos visto que las emisiones de CO2 son la primera causa del calentamiento atmosférico y persiste en la atmósfera durante cientos de años. EL CO2 es además una de las principales causas de acidificación de los océanos.
En cuanto a los HFC y HFO, persisten las voces que hablan del efecto de su descomposición. Sin embargo, existen estudios de fuentes fidedignas como Naciones Unidas o el centro de investigación de la Unión Europea (JRC, Joint Research Center) que hablan de que el consumo (y su proyección) de HFC/HFO produciría una cantidad despreciable y sin efecto sobre organismos del ácido trifluoroacético TFA (menos del 0.1% anual sobre las cantidades de TFA que la misma naturaleza produce). El ácido fórmico se produce de manera natural en la atmósfera.
Recientemente ha surgido un rumor infundado sobre el R-32, atribuyéndole la emisión de una sustancia que agota la capa de ozono durante su producción. Esto es incorrecto, pues se basa en un informe en el que las proyecciones y uso de datos no son rigurosos, tal y como aclaran los científicos expertos de EFCTC en su postura oficial
Otro ejemplo es el gobierno de nuestra vecina Francia, que recientemente repartió un folleto oficial durante una jornada sobre gases de efecto invernadero que incluía una referencia a un 20% de contribución al calentamiento atmosférico de los HFC, en lugar de <2% a nivel europeo. Desde las principales asociaciones europeas se han enviado comunicaciones para corregirlo.
Desde un punto regulatorio, cualquier normativa debe ser tecnológicamente neutra.
“Desde un punto de vista regulatoria, cualquier normativa deber ser tecnológicamente neutra"
La selección de los refrigerantes no debe basarse en etiquetas comerciales o de marketing, sino en datos y experiencia que prueben que su rendimiento, eficiencia energética, seguridad y sostenibilidad medioambiental y económica son adecuados para cada aplicación y condiciones de contorno. CO2, HC, NH3, HFC y HFO ofrecen grandes alternativas para lo existente y lo nuevo que permiten una elección inteligente para cado caso.
“Lo que cuesta poco se estima menos”
En el pasado el precio de los refrigerantes tradicionales llegó a ser tan bajo que no se tenían en cuenta ni se consideraban los beneficios de los nuevos (más caros) desarrollos, tanto refrigerantes/sistemas de transición como tecnologías para equipos nuevos.
Es cierto que el alza en el precio de algunos refrigerantes nos ha abierto los ojos a esos cambios vaticinados y desdeñados en el pasado. Pero debemos mantener la calma y esos ojos permanentemente abiertos para evitar especulación. El nivel de los refrigerantes con alto PCA podría en un futuro estar vinculado a dicho PCA; sin embargo, la sensibilidad del precio de otros refrigerantes de bajo PCA, tanto HFC/HFO como gases industriales, dependerá de otros factores. Los HFO puros no están sujetos a reporte de cuota ni sometidos a tasa, al igual que el CO2, NH3 o HC, por lo que la disponibilidad no es un problema y serán otros mecanismos tecnológicos y de mercado los que determinen el valor de estos gases.
“No se ganó Zamora en una hora”
Queda mucho camino y conviene centrarse para cumplir con las distintas normativas:
- Iniciar urgentemente cambios de gases con alto PCA a otros de menor en instalación y equipo existente.
- Recuerda que después de 2022 se pueden reconvertir instalaciones de R-404A/R-507 a R-407F/Solstice N40/N13, dado que la prohibición de la F-gas se refiere a instalación nueva. También se pueden usar en instalación nueva si es refrigeración industrial. E igualmente no existe límite de fecha en servicio y mantenimiento.
- Evaluar desde los datos y experiencia contrastada las mejores opciones tecnológicas para lo nuevo, sin olvidar el coste económico y ambiental de todo el ciclo de vida.
- Incluir la eficiencia energética en todos los escenarios.
- Reciclar y regenerar.
- Formación y certificación.
- Mantenerse informado sobre los nuevos desarrollos normativos sobre gases ligeramente inflamables e inflamables.
Y por último desearos a todos suerte con estos tiempos caóticos... “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”…