El sector renovable nacional aumentó su aportación directa al PIB en un 21,6% en 2022
De izquierda a derecha, Santiago Gómez y José María González Moya, presidente y director general de la APPA Renovables, respectivamente, y Arcadio Gutiérrez, director general de Enerclub, en cuya sede se llevó a cabo la presentación del estudio.
Estos son los principales mensajes del “Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España”, cuya edición de 2022 fue presentada por el presidente de APPA Renovables, Santiago Gómez Ramos, y José María González Moya, director general de la Asociación. Ambos estuvieron acompañados en la sede de Enerclub por Arcadio Gutiérrez, director general de esta entidad. La edición de este año, elaborada por Deloitte, constata el buen momento del sector y la necesidad de apostar por una industria nacional asociada a la transición energética.
La contribución total de las energías renovables al PIB se ha duplicado respecto a las cifras de hace apenas seis años fruto del impulso a la actividad instaladora y, especialmente, por el incremento en el precio de venta de la energía generada.
La potencia ha experimentado un récord de instalación con 8.918 nuevos megavatios renovables, de los cuales 2.649 corresponden a las más de 240.000 instalaciones de autoconsumo.
Portada del estudio macroeconómico elaborado por Deloitte para APPA Renovables.
Además de las cifras récord registradas por el sector de las energías renovables, los altos precios de los mercados energéticos dispararon los ahorros por evitar importaciones fósiles, que pasaron de 8.613 millones de euros en 2021 a 15.230 millones de euros en 2022.
La generación renovable, en todas sus vertientes (generación eléctrica, usos térmicos y biocarburantes) evitaron también la emisión a la atmósfera de 55,8 millones de toneladas de CO2, lo que supuso un ahorro equivalente de 4.510 millones de euros a la economía española.
En el mercado eléctrico, la generación renovable produjo un ahorro medio de 43,10 €/MWh. Los ahorros en el pool fueron muy superiores a la retribución que percibieron las tecnologías renovables de forma específica. En definitiva, de no contar con la generación renovable, el precio a pagar por los consumidores en el mercado mayorista en 2022 hubiera sido de 210,62 €/MWh en lugar de los 167,52 €/MWh que se pagaron.
Es importante recordar que, adicionalmente a la aportación al PIB, los ahorros en el mercado eléctrico, las importaciones fósiles o las emisiones, y al empleo generado, las energías renovables aportaron el 16,4% de la energía final bruta y el 42,2% de la electricidad consumida en España, siendo un factor esencial para la descarbonización de nuestra economía y la mejora de la dependencia energética nacional.
Al analizar las exportaciones y las importaciones vemos que la balanza comercial del sector renovable registró un saldo neto negativo, por valor de 2.598 millones de euros en 2022, a la vez que redujeron las importaciones del sistema energético en 15.230 millones. Esta cifra es consecuencia del fuerte desarrollo de la tecnología fotovoltaica (7.260 MW contabilizando grandes plantas y autoconsumo), cuyo peso en las importaciones (-4.255 millones de euros) lastra con fuerza su balanza comercial (-3.951 millones), así como la del sector renovable en su conjunto. La tecnología eólica presenta un saldo neto exportador (+891 millones), así como los servicios (+408 millones), el resto de tecnologías en su conjunto también experimenta un saldo neto exportador (+54 millones). Las renovables presentan así un saldo neto importador (-2.598 millones) que viene a sumarse al saldo neto negativo del sector energético (-52.617 millones), disparado en el año analizado por el precio de los combustibles fósiles.
Adicionalmente, en 2022 las energías renovables evitaron la importación de combustibles por la generación eléctrica, combustibles que, según mercado, habrían alcanzado los 15.230 millones de euros. En concepto de derechos de CO2, las renovables eléctricas ahorraron 4.510 millones en derechos de emisión.
En 2022 la demanda de energía primaria aumentó un 1,6% hasta situarse en 113,9 millones de tep. Las cuotas de energía primaria aumentaron en los consumos de petróleo, carbón y energía nuclear, en un 2,2%, un 0,3% y un 0,1%, respectivamente. Mientras que las de las renovables y el gas natural se redujeron, un 0,9% y un 1,6%. En el caso de las energías renovables, esta reducción se debió a una baja hidraulicidad y una menor disponibilidad del recurso eólico; las energías renovables fueron la tercera tecnología en el consumo de energía primaria en España con el 16,4% de cuota.
Si se analiza la evolución de las distintas fuentes energéticas, se observan dos claras tendencias: el paulatino abandono del carbón como energía y un incremento del uso del gas natural, que ha sido el combustible elegido para sustituirlo, aunque su consumo ha caído ligeramente en los últimos años, tanto en niveles absolutos como en términos relativos. Por otra parte, debe destacarse una mayor penetración de las energías renovables. Si bien, por motivos particulares de disponibilidad de recursos renovables, esta tendencia se ha alterado levemente en 2022, cuando se ha producido un aumento de consumo de petróleo y carbón, y una reducción de renovables y gas natural, con un pequeño aumento de producción de la energía nuclear, que mantuvo su cuota de penetración.
En lo referente al empleo, el sector renovable registró un total de 130.815 puestos de trabajo en términos globales en 2022, lo que supuso un incremento del 13%, consolidando la creación de empleo neta anual en el sector, tendencia que únicamente se interrumpió en 2020 debido a la pandemia de COVID. Las tecnologías que crearon nuevos puestos de trabajo neto fueron, principalmente, solar fotovoltaica (para venta a red y autoconsumo) y eólica, con menores crecimientos del hidrógeno verde y la geotermia. Gracias a esta recuperación constante del empleo, el sector se acerca a los máximos históricos.
