Aislamiento y eficiencia energética: rehabilitar con ambición

El Gobierno de España ha obtenido, recientemente, la aprobación de la Comisión Europea a la Adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que permitirá movilizar la totalidad de recursos asignados a España de los fondos Next Generation EU, que suman un total de 163.000 millones de euros. Sin embargo, las circunstancias actuales, marcadas por un escenario geopolítico muy complejo, plantean desafíos significativos que podrían afectar a los planes iniciales.

En este contexto, la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (Afelma) ha hecho un llamado urgente al Gobierno, para que mantenga y aumente su ambición en lo que respecta a la inversión en rehabilitación del parque edificado. Esto es crucial en España, donde aproximadamente un tercio del consumo de energía final y las emisiones de CO2 provienen del parque edificado.

Los edificios en España son auténticos devoradores de energía. Son mayoritariamente ineficientes porque un 90% fueron construidos antes de la aprobación del Código Técnico de la Edificación (CTE) y casi un 60% antes de que existiera alguna normativa sobre eficiencia energética. Para cumplir con los objetivos de sostenibilidad europeos, España se enfrenta al desafío de rehabilitar 1,2 millones de viviendas antes de 2030 y un total de 7 millones antes de 2050. Esto subraya la necesidad de iniciativas legislativas que prioricen la rehabilitación, así como normativas más exigentes para los edificios de obra nueva centradas en el aislamiento térmico. Hasta el 80% de la energía que utiliza el parque edificado se puede ahorrar con materiales aislantes sostenibles, como las lanas minerales.

En este sentido, se hace indispensable acelerar la aprobación de la revisión de la Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD), fundamental para garantizar el ahorro y la eficiencia energética de los edificios. Pero, además, este enfoque debería ampliarse e incluir también aspectos igualmente relevantes y que tienen que ver con la seguridad pasiva contra incendios y el aislamiento acústico, con el objetivo de proporcionar a la ciudadanía viviendas y lugares de trabajo seguros y cómodos.

La Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea ofrece una oportunidad única para demostrar un compromiso verdaderamente ambicioso con la eficiencia energética y la rehabilitación de edificios apostando por la reducción de la demanda en la envolvente.

Un buen aislamiento no solo reduce el consumo de energía y las emisiones de carbono, sino que también aumenta el confort, la durabilidad y la calidad de vida en el interior de los edificios. Es el momento de reconocer el papel crucial del aislamiento y darle el lugar de relevancia que se merece, tanto en rehabilitación como en la construcción del futuro.