Sika se suma a la petición de una aprobación urgente de la revisión de la Directiva Europea de Eficiencia Energética de Edificios
En España, pese a que el potencial de rehabilitación de edificios residenciales y viviendas es alto, en comparación con otros países de nuestro entorno, fundamentalmente debido a la tipología constructiva de edificación en altura y a la antigüedad del parque inmobiliario, el ritmo de renovación sigue siendo muy lento e inferior al resto de Europa.
Ante este escenario, y con motivo de la celebración de la World Green Building Week —impulsada por World Green Building Council–, Sika, como actor importante del sector de la edificación en España, Europa y resto del mundo, demanda que desde nuestro país se impulsen nuevas medidas de activación de la rehabilitación, dentro del marco de la aprobación urgente y necesaria de la revisión de la Directiva Europea de Eficiencia Energética de Edificio (EPBD).
“La presidencia del Consejo de Europa, por parte de nuestro país durante el segundo semestre de 2023, se convierte en el momento clave e idóneo, para motivar la puesta en marcha de las medidas propuestas en la EPBD”, consideran desde Sika.
En línea con el documento presentado por Green Building Council España (GBCe), organización de la que Sika es patrocinador Oro, esta compañía considera fundamental la aprobación de unas normas mínimas de eficiencia energética (MEPS), que marquen el camino hacia la descarbonización del parque edificado, permitiendo la innovación empresarial en las cadenas de suministro con soluciones enfocadas a conseguir una mayor eficiencia energética de los edificios.
“Las MEPS surgen para establecer unos requisitos normativos mínimos favoreciendo la rehabilitación de aquellas edificaciones menos eficientes, de manera que se priorice la renovación de los edificios que están en peor estado, tal como ocurre con los actuales Informes de Evaluación del Edificio (IEE) en España, pero exigiendo mejoras en su eficiencia energética, no dejándolas a la voluntariedad de la propiedad”, explica Erika Ibargüen, responsable del departamento de Especificación de Sika.
Otro instrumento que contempla la nueva revisión de la EPBD es el pasaporte de la rehabilitación, entendido como una hoja de ruta que analiza una serie de intervenciones graduales en el edificio, mostrando no solo sus beneficios en términos de ahorro energético y de gastos en facturas, sino también la reducción de emisiones de gases de efectivo invernadero conseguidas.
Para Ibargüen, “esta herramienta, ampliamente aceptada por el sector, facilitará la rehabilitación integral del edificio por fases, de una manera coordinada y económicamente asequible para la comunidad de propietarios, que podría también adoptar la decisión de aprovechar las obras para ejecutar intervenciones en accesibilidad, protección contra incendios, instalaciones comunitarias, sin por ello menoscabar el principal objetivo que es la renovación del bloque de viviendas”.