Proyecto U-CERT: cómo introducir de forma armonizada los CEE

U-CERT es un proyecto enmarcado en el programa Horizonte 2020, que pretende introducir, de forma armonizada en la Unión Europea, la próxima generación de Certificados de Eficiencia Energética (CEE) de los edificios. El proyecto comenzó en septiembre de 2019 y ha finalizado en marzo de 2023. Atecyr participó en el consorcio formado por catorce socios de diez países distintos.

1. Mejorar la comprensión, calidad y fiabilidad de los Certificados de Eficiencia Energética.

2. Aumentar la armonización a nivel de la Unión Europea, de los Certificados de Eficiencia Energética, utilizando los estándares de certificación energética desarrollados bajo el mandato M/480.

3. Fomentar el desarrollo y la aplicación de soluciones innovadoras holísticas centradas en el usuario, incluida la preparación inteligente de los edificios y la calidad del ambiente interior.

4. Que los Certificados de Eficiencia Energética sirvan a los usuarios finales en la toma de decisiones en la rehabilitación energética de sus edificios.

• Conseguir que los procedimientos de evaluación y certificación sean más fiables, sencillos, económicos y de calidad. De esta forma, se podrán comparar los edificios conforme a la normativa vigente en la Unión Europea.
• Aumentar la confianza del mercado para animar las inversiones en edificios eficientes.
• Mejorar los procedimientos de evaluación y los certificados para que los edificios reflejen su consumo en condiciones reales.
• Conseguir que los procedimientos de evaluación y certificación sean homogéneos, incluyendo indicadores que evalúen la calidad del ambiente interior de los edificios: confort térmico, calidad del aire interior, iluminación y ruido.
• Demostrar que los certificados de eficiencia pueden y deben ser herramientas valiosas que influyan en la decisión de compra y alquiler de edificios nuevos y existentes, poniendo en valor la eficiencia energética de los inmuebles.
• Mostrar cómo los certificados son capaces de impulsar las inversiones en la rehabilitación energética de los edificios, tanto en la renovación de subsistemas como de los generadores, sobre todo en las rehabilitaciones profundas.

Las tres rutas para la consecución de los objetivos, previstas en el proyecto U-CERT fueron hacer una adecuada implementación de los estándares fijados por la directiva de eficiencia energética bajo el mandato M/480, enfocar el diseño del Certificado de Eficiencia Energética hacia el usuario, de forma que sean más sencillos, intuitivos y comprensibles, sirviendo como herramientas que impulse las mejoras en la eficiencia de los edificios y, la última, aprovechar las sinergias que puedan surgir entre los indicadores de eficiencia energética y otros indicadores como los de inteligencia y flexibilidad (SRI) y los indicadores de calidad del ambiente interior (TAIL).

El nuevo certificado propuesto es digital, e incluye el coste y los beneficios de implementar distintas mejoras de eficiencia energética, tanto de forma aislada como en su conjunto, lo que constituye, en definitiva, el pasaporte de rehabilitación de los edificios.

La misión principal del Certificado de Eficiencia Energética propuesto podría enmarcarse en la búsqueda de vías para hacer que los certificados de eficiencia energética del futuro se centren más en las personas, lo que significa que se quiere animar y apoyar a los usuarios finales en la toma de las mejores decisiones posibles a la hora de comprar o alquilar edificios nuevos o existentes. Dando valor añadido a la eficiencia energética, se fomentarán las renovaciones profundas por el valor añadido del inmueble.

U-CERT se enfoca en fortalecer la implementación real de la directiva de eficiencia energética en los edificios en el ámbito de la Unión Europea.

Vamos a dar un paso atrás y preguntarnos: ¿Qué son los certificados de eficiencia energética? En palabras de la Comisión Europea, se supone que son instrumentos que proporcionan a los propietarios e inquilinos, o algunos gestores del edificio, información sobre su eficiencia energética y también sobre su mejora como resultado que las rehabilitaciones que lleven a cabo en el mismo.

Las ambiciones asociadas a los certificados son múltiples. Por un lado, deben proporcionar una evaluación fiable de la eficiencia energética de un edificio y, por otro, proponer posibles medidas para mejorarla. También se diseñaron con la idea de influir en el mercado inmobiliario; sobre todo, informando a los compradores e inquilinos de los inmuebles, e influyendo en su disposición a pagar un sobreprecio por edificios energéticamente eficientes. Por último, también se pretende sentar las bases para el análisis sistémico de bases de datos y la evaluación de la calidad del parque de viviendas, así como el seguimiento y la evaluación de las mejoras a lo largo del tiempo.

Curiosamente, aunque la idea en la que se basa el certificado de eficiencia energética es bastante específica, la respuesta a la pregunta de por qué tenemos certificados de eficiencia energética, varía significativamente dependiendo de a quién se pregunte.

Cualquier promotor podría decir, que el certificado debería utilizarse para informar a los profesionales de la construcción sobre la física constructiva del inmueble evaluado. Los certificadores podrían decir, que los certificados se utilizan para informar a los compradores inquilinos y propietarios de edificios sobre la eficiencia de una propiedad inmobiliaria específica, y asesorar sobre cómo mejorarla.

El certificado debe considerarse como una herramienta de comunicación entre las personas que quieren renovar edificios y los expertos que saben cómo hacerlo.

Un profesional de la construcción podría decir, que sólo sirve para cumplir la normativa.

Y por último, los usuarios podrían decir… bueno… no sé por qué tenemos o por qué necesitamos estos certificados, sólo quiero comprar, vender, o alquilar una propiedad, así que, sólo dime lo que tengo que hacer.

Por ejemplo, se supone que los certificados orientan a los propietarios de edificios hacia la decisión de reformarlos. Por muy racional y técnicamente viable que pueda parecer esta idea, hay muchos aspectos y factores que influyen en el proceso de toma de decisiones. Esto se debe a que la renovación de edificios no es una decisión fácil.

Es importante subrayar que los edificios no son simples combinaciones de estructuras materiales y tecnologías, son mucho más que eso. Son objetos sociales asociados a una gran cantidad de significados, valores y prácticas de la vida cotidiana y, como tales, a menudo forman parte de las identidades de individuos o comunidades enteras.

Un edificio, sobre todo una vivienda, es un objeto social, y las decisiones que hacen los usuarios sobre estos, están afectadas por aspectos sociales muy importantes, debido a las repercusiones en la vida diaria que lleva la toma de decisiones sobre los mismos.

Dentro del proyecto U-CERT se ha hecho una amplia investigación etnográfica, donde todos los participantes se habían topado o deberían haberse topado con un certificado en algún momento de los últimos 5 años.

Sorprendentemente, sólo unos pocos de ellos consideraron útil el documento a la hora de pensar en cómo podría ayudarles a mejorar su propiedad o su compra, mientras que muchos otros no sabían cómo utilizarlo o, por alguna razón, lo consideraban inútil en su conjunto. Además, algunos compradores recientes de propiedades ni siquiera habían mirado el documento una vez, a pesar de que el vendedor estaba legalmente obligado a facilitarlo en el momento de la compra.

Cuando se trata de la renovación de edificios, resulta que muchas personas consideran que este tipo de proyectos son demasiado arriesgados y complicados para empezar, a menudo debido a la desalentadora inversión de tiempo y energía, así como a las incertidumbres asociadas, además de que la población en general tiene relativamente poco conocimiento y experiencia en este ámbito, lo que contribuye a la falta de acción.

Por suerte, contamos con profesionales de la construcción y otras personas con los conocimientos y las capacidades necesarias para facilitar estos procesos. Concienciando y compartiendo sus conocimientos y experiencia, los certificados pueden pasar de ser un trozo de papel, a un mapa que guíe a la gente hacia sus objetivos de mejora de la eficiencia energética de sus edificios y más allá de ellos. En muchos casos, resulta que los costes y los retos técnicos no son problemas reales. Lo único que necesitamos es una colaboración más constructiva y una búsqueda proactiva de soluciones adaptadas al edificio concreto, así como a las capacidades y deseos específicos de los propietarios y gestores del inmueble.

• Desarrollando herramientas para los profesionales que trabajan en las directivas de eficiencia energética de los edificios y los certificados de eficiencia energética.
• Desarrollando una nueva generación de características del certificado, que permitan la evaluación y certificación de la eficiencia energética centrada en las personas, que entre otras cosas incluiría nuevos indicadores, nuevos diseños de certificados y la digitalización de los mismos.

Todo esto, significa que estamos abriendo el camino a una nueva generación de evaluación y certificación. Y en términos simples, esto significa que los futuros propietarios de viviendas y los administradores podrán responder a algunas preguntas básicas, tales como dónde encontrar información fiable sobre los proveedores de servicios y productos, sobre los contratistas de confianza, y también sobre cómo evaluar el alcance razonable del proyecto, teniendo en cuenta las finanzas disponibles e identificando las prioridades. Y no menos importante, para ayudar a evaluar las consecuencias de no hacer la renovación.

La documentación técnica generada, está disponible en la página web del proyecto

Videos del proyecto en el canal de youtube de Atecyr, Universo Atecyr